México D.F. Viernes 19 de marzo de 2004
Desde hace años la comisión tiene una actitud decepcionante: Silvia Panebianco
Lamentan activistas de ONG que la CNDH minimice atropellos contra niñas con sida
Presentarán inconformidad y pedirán la destitución del primer visitador del organismo
VICTOR BALLINAS
Silvia Panebianco Labbé, coordinadora de derechos humanos de Mexsida y quien presentó ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la queja por los casos de niñas expulsadas de sus escuelas por estar infectadas de sida, aseveró ayer que "no me sorprendió la respuesta, hace años me decepcionó la CNDH por su inoperancia. Le presentábamos casos y no hacían nada. Estos son los defensores del pueblo".
Arturo Díaz, de Letra S, señaló que "es muy grave" que el primer visitador de la CNDH, Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri piense "que la situación no es grave, porque sólo tiene una queja al respecto. Si eso piensa de las violaciones a los derechos de niñas y niños, qué no dirá de otros casos".
En tanto, Georgina Gutiérrez, de Salud para la Mujer (Sipam), sostuvo: "qué insensibilidad de quien debe velar porque se respeten los derechos humanos. Aunque hubiera un solo caso, es importante, pero parece que quieren que haya 50 denuncias para que le den importancia".
Mientras, Alicia Yolanda Reyes, del Consejo Técnico de Organismos de la Sociedad Civil con trabajo de VIH-sida en Jalisco, señaló: "la expulsión escolar de niños contagiados de sida ha ocurrido y ocurre. Conocemos esas situaciones, se han registrado, pero las personas no presentan quejas por temor a la discriminación, a la estigmatización".
En entrevistas por separado, los representas de las organizaciones no gubernamentales (ONG) referidas manifestaron indignación por la postura de la CNDH al respecto, y adelantaron que estudian presentar una inconformidad, y además "enviaremos al presidente de la CNDH, José Luis Soberanes Fernández, una carta en la que solicitaremos la destitución del primer visitador. Si no nos atiende, recurriremos al Senado de la República".
Panebianco resaltó: "ya nadie presenta quejas en la CNDH -sobre este asunto- para qué perdemos el tiempo. Los casos han ocurrido y están ocurriendo. Los hay en Guerrero, Chiapas, estado de México, Michoacán, Yucatán, Morelos y en otras entidades. Algunos los conozco perfectamente".
Luego de una reunión de trabajo con varias ONG que trabajan en el tema del sida, Panebianco apuntó: "no me sorprende ni me desilusiona. Hace rato me desilusionó la CNDH. Ellos -los visitadores- creen que la población afectada va a venir a buscarlos a sus oficinas para presentar sus quejas, cómo esperan eso en un país en el que no hay conciencia, y dónde existe el temor de los afectados a ser señalados, estigmatizados. Con un caso tienen para investigar, no para minimizar la situación".
Díaz, de Letra S, resaltó: "me parece muy grave la posición del visitador. Está para que nos defienda, no para que nos descalifique. En la CNDH se han caracterizado por batear todos los casos que se han presentado sobre discriminación y estigmatización a enfermos de sida. Ahora resulta que un caso no es nada".
Abundó: "con ese criterio no debería ser visitador. Lo primero que vamos a pedir al presidente de la CNDH es que lo remueva del cargo. Las expulsiones de niñas y niños ocurren. Que no esperen que los casos vengan a ellos, que vayan a los estados, que revisen, que investiguen. Son muy lamentables las expresiones de la CNDH".
Reyes, del estado de Jalisco, sostiene: "claro que existe discriminación en enfermos de sida, en niños y adultos. Conocemos casos en Jalisco donde niños que ni siquiera están enfermos han sido expulsados de la escuela porque su papá o su mamá tenían sida. Hay otros casos, donde los niños sí estaban infectados y también fueron expulsados".
Esto, sostuvo Reyes, "es una realidad. Que salga la CNDH, que vaya a los estados, que visite las escuelas, los hospitales, que pregunte. La gente no va corriendo a denunciar porque tienen miedo a que se les señale, a que se les estigmatice".
Para el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez esta situación es preocupante, porque "si hay un patrón sistemático de discriminación a los menores infectados de sida y si creen que el asunto se arregla sólo con la reinstalación de niñas y niños despedidos, están equivocados. No hay reparación del daño y mucho menos hay sanción para quien comete estos atropellos".
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