México D.F. Viernes 19 de marzo de 2004
El rector de la UNAM recibe
galardón de instituto israelí
Apremia De la Fuente a invertir en ciencia
Riesgo de que México siga supeditado a las economías
más fuertes si no incrementa el gasto en el ramo, advierte
KARINA AVILES
Al recibir un reconocimiento científico del Instituto
Weizmann, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Juan Ramón de la Fuente, llamó a no dejar que las
dificultades coyunturales nos asfixien: ''Si de enderezar la agenda del
país se trata, debemos empezar por poner el acento en los temas
de fondo", entre los cuales debe estar incluida, como prioridad, la ciencia.
''Nos
urge recuperar la confianza en nosotros mismos, en nuestras instituciones
públicas -que son formidables-, en nuestra gente. Reconocernos como
lo que somos: un país pluriétnico y multicultural, una democracia
joven que afronta problemas.
''Un país generoso como pocos, que ha abierto las
puertas, lo mismo al combatiente que al pacifista, y que, al hacerlo, ha
sabido devolver la esperanza a aquellos que han tenido que alejarse de
su propia tierra", afirmó.
Ante representantes de la Asociación Mexicana de
Amigos del Instituto Científico Weizmann, el rector advirtió
que, de mantenerse las tendencias del reducido gasto público en
educación y en ciencia, la brecha que separa a México de
los países más avanzados será "insondable" en algunos
años.
La clave del desarrollo radica en que, ''independientemente
de la alternancia gubernamental'', se cuente con políticas de Estado
en estas materias: ''Hoy más que nunca es absolutamente necesario
pensar en México a largo plazo''.
Sin ciencia propia, nuestro destino no podrá ser
otro que el de jugar un papel cada vez más secundario en el concierto
internacional y seguir supeditados, con pocos mecanismos de defensa, a
las fuerzas que emergen de las economías más fuertes, las
cuales -sin excepción- cuentan con una poderosa planta científica
y tecnológica, destacó.
Ruta firme para zanjar la desigualdad
También aclaró que la ciencia no garantiza
el desarrollo, de igual forma que la riqueza no garantiza el bienestar,
"pero el camino de la ciencia, y de su compañera inseparable, la
tecnología, constituye, sin duda, una de las rutas más seguras
para acortar las distancias y las cada vez más inadmisibles desigualdades
entre las naciones".
Recordó que el gasto público de México
en educación apenas llega a 4 por ciento del producto interno bruto
(PIB), y en materia científica y tecnológica ni siquiera
llega a 0.4 por ciento.
En Israel -el Instituto Científico Weizmann lleva
el nombre del primer presidente de aquella nación, recordó-,
la inversión en el ámbito educativo es superior a 8 por ciento
del PIB, y la inversión en investigación y desarrollo llega
a casi 3 por ciento, lo que ubica a aquel país en el sexto lugar
del mundo en este rubro.
El vicepresidente del instituto, Arié Zehavi, destacó
que las universidades públicas tienen funciones estratégicas
en la existencia de los estados, a nivel de la implantación de valores
en la sociedad, de formación de profesionales para que los sectores
tecnológicos e industriales puedan crecer para asegurar la democracia
y desarrollar investigación.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mexicana
de Amigos del Instituto Científico Weizmann, Jacques Zaguri, hizo
una semblanza del rector y destacó su labor en favor de la ciencia
y la educación, por lo cual le fue otorgado el reconocimiento.
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