Gómez Urrutia anuncia creación inmediata de 400 empleos directos; mil este año, la meta

Reactivación en el sector minero; San Francisco del Oro reabrirá

El dirigente sindical pide a obreros ser productivos y a empresarios apostar a la reconversión

PATRICIA MUÑOZ RIOS

El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana y el Grupo Frisco -perteneciente a Carso, de Carlos Slim- acordaron ayer la reapertura de la mina de San Francisco del Oro, Chihuahua, que estuvo cerrada por más de dos años; así, a partir de mañana se reanudarán labores y se crearán más de 400 empleos directos en la primera etapa.

En asamblea, el dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, informó que esa mina conforma la sección 20 de ese gremio y que su reapertura forma parte del proceso de recuperación del sector de la transformación industrial del país, previsto para el presente año.

En una segunda etapa, agregó, serán contratados otros 400 trabajadores; la meta es llegar a mil puestos directos sindicalizados en este año, según se acordó en las negociaciones con la empresa.

La compañía minera San Francisco del Oro se encuentra en las cumbres del Gato, en la cordillera de la Sierra Madre Occidental, en el sur de Chihuahua y a 2 mil 140 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con cuatro minas. Fue una de las principales productoras de plomo, zinc y plata. Pertenece a Grupo Frisco, división de Grupo Carso, cuyo accionista mayoritario es Slim.

Gómez Urrutia expresó que la suspensión de labores, hace dos años, propició que permanecieran sólo 20 trabajadores -que conservaron sus derechos sindicales y contractuales- realizando labores de mantenimiento y conservación del equipo de las minas y de la planta de beneficio, por lo que está garantizada su operación óptima.

A inicios de este sexenio la compañía tuvo graves problemas de solvencia financiera, por lo que, en acuerdo con el sindicato, se determinó cerrarla, pues aun cuando había posibilidades de explotarla, los costos de producción superaron con mucho los beneficios.

Gómez Urrutia explicó que Grupo Frisco reconsideró la posición asumida al inicio de esta administración, realizó importantes estudios de potencial productivo, reconsideró costos y espera volver a convertirla en una de las más importantes productoras de minerales en el país, como lo fue antaño.

No descartó que pudiera en lo que resta del sexenio contratarse a más trabajadores, ya que en su época de mayor auge llegó a tener 5 mil. "Poco a poco podremos alcanzar aunque sea la mitad del personal que se tenía".

Resaltó que la industria minera está recuperando niveles de producción; incluso, en meses recientes se logró incorporar nueve secciones más al sindicato.

Lo anterior, porque se crearon nuevas empresas y, como en el caso de la mina de San Francisco del Oro, otras firmas reabrieron, por lo que a pesar de que la economía no se ha reactivado en su totalidad, ya hay cifras positivas, afirmó el dirigente.

Aseveró que la visión de algunos grupos empresariales, como el que encabeza Slim, es adelantarse a la reactivación. Confió además en que las relaciones con la empresa se mantendrán en el contexto de diálogo y responsabilidad con que se negoció la reanudación de labores en las cuatro minas y la planta. No obstante, llamó a los agremiados a sumarse al esfuerzo que están haciendo los inversionistas y alcanzar altos niveles de productividad y competitividad.

Aunque la minería es un negocio de antaño, expuso, ahora se precisa de capacitación para fortalecer las empresas. A la vez, pidió a los inversionistas apostarle a la reconversión.

En 1961 empresarios mexicanos obtuvieron 51 por ciento de las acciones de Frisco, y 17 años después, en 1978, se nacionalizó de nuevo, ya que el total de la compañía fue adquirido por hombres de negocios del país.

Así, Carlos Slim, al ser uno de los principales inversionistas de Frisco y de diversas empresas del sector, determinó sanear la operación financiera de varias compañías del grupo, entre ellas la minera San Francisco del Oro.

Ahora, dos años después, el sindicato y la empresa, tras diversas negociaciones, convinieron la reapertura de la mina.