México D.F. Viernes 19 de marzo de 2004
Espectador de su propia audiencia
"Provocador... provocador...", gritaron iracundos los perredistas al líder priísta Florentino Castro, quien desde un extremo del salón de sesiones exigía a Bernardo Bátiz que procediera contra el diputado Alfredo Hernández Raigosa: "šDeténgalo, señor procurador! šDeténgalo, es un delincuente!"
Entonces, el desorden se inició en el recinto de Donceles y Allende. Abucheos y adjetivos iban de un lado a otro. Y ahí, sentado en la curul asignada, Bátiz era espectador de su propia comparecencia.
La ventolera que desató la tempestad fue la crítica del perredista Hernández Raigosa a los años de corrupción e impunidad de los gobiernos de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Respondía así a los cuestionamientos de los diputados de PRI, PAN y PVEM sobre los videoescándalos en que están envueltos algunos perredistas.
Sólo que el ex director de Socicultur en la gestión de Camacho, como si conociera en demasía al perredista, interrumpió la sesión y vociferó: "šDelincuente, no tienes ninguna autoridad moral para hablar de corrupción... deténgalo, señor procurador, es un delincuente!"
Hernández Raigosa interrumpió su intervención para exigir a la presidenta de la mesa directiva, Sara Figueroa, que pusiera orden. La pevemista llamó, infructuosamente, al orden. El también perredista Juventino Rodríguez despotricó contra el priísta: "šActúas como porro, no como líder de un partido. Corrupto!"
Del lado priísta Edgar Mereles tomó parte en la confrontación: "šCínicos... rateros... detengan a la jauría!", y retaba a los perredistas a que los sacaran del recinto. Pero el grito de "fuera... fuera... fuera..." a coro de los diputados del sol azteca acalló todo comentario. Los coordinadores del PRI, Manuel Jiménez, y del PVEM, Bernardo de la Garza, pidieron a Castro y compañía que se contuvieran, y así lo hicieron.
Tras 25 minutos de escándalo la sesión se reinició y Bátiz subió a la tribuna, pero cuatro minutos después tres jóvenes que se dijeron de izquierda, aunque varios los identificaron como priístas, pancartas en mano, tomaron el estrado. Finalmente fueron desalojados y la comparecencia continuó.
RAUL LLANOS, GABRIELA ROMERO Y SUSANA GONZALEZ
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