México D.F. Viernes 19 de marzo de 2004
El presidente Fox, ausente en el 66 aniversario
de la expropiación petrolera
Es tiempo de pensar más en Pemex sin olvidar
el gasto nacional: Calderón
La presencia de la policía en las refinerías
ha evitado grandes pérdidas, informa
VICTOR CARDOSO
A diferencia de la esplendorosa parafernalia de antaño,
la celebración del 66 aniversario de la expropiación petrolera
terminó, en su edición de este año, en un brevísimo
acto en el que los organizadores tuvieron que retirar más de la
mitad de las sillas que habían estado dispuestas en la explanada
del edificio corporativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) para la
conmemoración.
Lejos de los grandes logros y la ''administración
de la riqueza'' gracias a la riqueza petrolera, ahora un discreto secretario
de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, advirtió que
''para reformar su sector energético México no puede perder
más tiempo. Hoy es tiempo de pensar más en Pemex (pero) sin
dejar de pensar en las necesidades del gasto nacional''.
Fue
un acto en el que se invitó, como marca el protocolo, al presidente
Vicente Fox, quien no pudo asistir por atender la celebración de
la Convención Bancaria. Tampoco asistió, por cuestiones no
explicadas, pero entendibles, el líder del Sindicato de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps.
Eso sí, los petroleros contaron con la presencia
-''misa de tres obispos''- de los secretarios de Energía, Felipe
Calderón Hinojosa; del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, y de Hacienda,
Francisco Gil Díaz. De pilón, el director de la Compañía
de Luz y Fuerza, Luis de Pablo Serna.
Del otro lado, no más de 250 asistentes, principalmente
funcionarios de Pemex, empleados del corporativo y trabajadores, que lo
mismo retiraron las sillas que permanecieron sentados en las que quedaron
vacantes ''pa' que no se vea tan balcón''.
Afuera de las instalaciones, sobre la avenida Marina Nacional,
integrantes de la Gran Alianza Nacional Petrolera, supuestos afiliados
de 36 secciones del STPRM, en un mitin inesperado exigían la salida
del líder sindical Romero Deschamps porque ''no es posible que se
mantenga en el cargo a pesar de tanta corrupción''.
Mientras en la calle se lanzaban consignas contra el líder
sindical por la presunta corrupción, adentro, en el acto conmemorativo,
el secretario de Energía Calderón Hinojosa destacaba el compromiso
gubernamental de impulsar la conducción de Pemex bajo una premisa
indispensable: ''el manejo honesto, limpio y transparente'', y se refería
a las acciones realizadas por la empresa, la Policía Federal Preventiva
y la Procuraduría General de la República para combatir y
poner fin al robo de combustibles.
Detalló que esta acción, a 15 días
de haberse puesto en marcha ha permitido facturar más de 50 mil
barriles diarios de petrolíferos adicionales, entre gasolina y diesel,
que equivalen a más de 10 mil millones de pesos más al año
para Pemex.
Aserrín aserrán... los maderos de San
Juan...
En sus intervenciones, el secretario de Energía
y el director general de Pemex hicieron notar la necesidad de hacer mayores
inversiones en la paraestatal para devolverle su viabilidad. En su lugar
del presídium, Abascal Carranza confirmaba con la cabeza, mientras
Gil Díaz permaneció inmutable durante toda la ceremonia.
Calderón
Hinojosa elevó el tono de su discurso cuando recordó que
Pemex ''ha sido un pilar de nuestra soberanía y estabilidad social'',
y para que lo siga siendo es necesario ''allegarle mayores recursos, sin
menguar ni reducir los que para su diario sustento necesita la nación
entera''.
En los próximos 10 años, dijo, la paraestatal
requerirá un billón de pesos para ampliar la producción
y disponibilidad de reservas probadas, así como elevar sus niveles
de eficiencia y competitividad. ''A pesar de las enormes fortalezas de
Pemex, existe un riesgo presente (...) No podemos aguardar a que esos riesgos
se conviertan en amenazas reales; no podemos permanecer inactivos ante
la evidencia de que posponer los cambios necesarios no nos permitirá
crecer como país y ser competitivos a nivel mundial''. Gil Díaz
seguía inalterable.
Al secretario de Hacienda tampoco hizo mella que poco
antes, en su oportunidad, el director general de Pemex, Raúl Muñoz
Leos, recordara que en 2003 la empresa pagó impuestos al erario
federal por 382 mil millones de pesos y que ''después de errores
cometidos en otros momentos de nuestra historia'', hoy genere una tercera
parte más de riqueza que hace tres años. La empresa ha avanzado
de manera significativa en el último año, pero podría
hacerlo más ''si se le sueltan amarras y se le quitan lastres'',
sentenció.
Cifras, cifras y cifras
En su participación Muñoz Leos hizo un balance
de Pemex. Recordó que en 2003 las ventas totales superaron 620 mil
millones de pesos, cifra 25 por ciento superior a la reportada el año
previo. Además, los ingresos por las exportaciones totales rebasaron
21 mil millones de dólares, de los cuales 16 mil millones de dólares
correspondieron a la venta de crudo.
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