Sospechan que el líder sindical podría pactar reformas al régimen de pensiones

Trabajadores y jubilados del IMSS temen un albazo de Vega Galina

Dirigentes gremiales señalan que el instituto podría iniciar un juicio de insolvencia económica

Advierten que tal medida sería inviable y provocaría movilizaciones y otras acciones de protesta

ANGELES CRUZ

Con una asamblea reiniciarán hoy las movilizaciones de trabajadores activos y jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), debido a que Roberto Vega Galina, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) "podría pactar con las autoridades alguna modificación a nuestro régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) que no haya sido aprobada" en el 23 congreso extraordinario del gremio.

La razón fundamental, según expresaron los empleados, es que desconfían del dirigente sindical "por las maniobras que realizó" durante los trabajos del congreso para que se aprobaran cambios al esquema de retiro, cuando en un primer momento los congresistas habían rechazado esta posibilidad.

Mientras, integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS comentaron que luego de que los trabajadores han rechazado el proyecto de reforma del RJP, funcionarios del IMSS hablan de la posibilidad de que el instituto inicie un juicio de insolvencia económica ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) por carecer de los recursos necesarios para cumplir con las obligaciones laborales que le impone el contrato colectivo de trabajo (CCT) de sus empleados.

Esta es una de las alternativas de las que el Seguro Social podría valerse para contrarrestar la carga económica que representa el pago de las prestaciones contractuales, entre ellas el RJP.

De acuerdo con el convenio suscrito entre el IMSS y el SNTSS en octubre pasado, una vez que se hayan analizado las propuestas de ambas partes para la reforma del régimen -los resolutivos del congreso extraordinario y el planteamiento institucional-, el documento con los cambios se ratificará y depositará en la JFCA antes del 30 de marzo.

Si en esa fecha no se ha logrado algún acuerdo respecto a las modificaciones del RJP, el instituto estaría en condiciones de realizar otras acciones, como exhibirse en insolvencia económica.

Sin embargo, para los líderes consultados por La Jornada esta opción no tendría viabilidad, porque en estos momentos no existe tal insolvencia, toda vez que los compromisos derivados del RJP se tienen que pagar a lo largo del tiempo, es decir, el IMSS "no necesita tener ahorita ese dinero".

En cambio, el inicio del recurso ante las autoridades laborales acarrearía un conflicto político para el gobierno y la movilización de los trabajadores en las calles.

Mientras tanto, el día de ayer transcurrió sin que el SNTSS diera visos de querer instalar la mesa de negociación con el IMSS, a partir de los resolutivos del congreso extraordinario que tuvo lugar el viernes pasado. Por el contrario, informaron algunos integrantes del CEN, Vega Galina está pensando en la conveniencia de renunciar a su cargo. Así lo ha dicho a algunos de los secretarios seccionales del SNTSS.

Para los sindicalistas opositores a cualquier modificación del RJP "esto sería lo mejor", porque con su conducta Vega Galina "ha traicionado la confianza de los trabajadores". Sin embargo, dicen otros sectores del organismo sindical, la salida del dirigente los introduciría en "la disputa por el poder y nos alejaría de lo fundamental, que en estos momentos es la defensa del CCT y del RJP".

Por su parte, miembros del Frente Unico de Trabajadores Activos, Jubilados y Pensionados del IMSS consideraron necesario reiniciar sus actividades de protesta porque "la presión sobre Vega Galina es muy fuerte por parte del IMSS, del gobierno federal y de los empresarios".

No está descartada la posibilidad de que "a espaldas de los sindicalizados" el secretario general del SNTSS acepte modificaciones en el esquema de retiro. Otro asunto que preocupa a los trabajadores es el resolutivo del congreso extraordinario relativo a convocar a la suscripción de un pacto nacional de defensa de la seguridad social.

De acuerdo con los inconformes, "quedó en el aire" en qué consistiría tal pacto y sobre todo de qué tipo sería la participación, e inclusive la aportación de los trabajadores en el mismo, porque "no aceptaremos nada que atente contra nuestros derechos adquiridos", advirtieron.