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México D.F. Jueves 18 de marzo de 2004
Conciertos del músico argelino en el Teatro de la Ciudad y el Zócalo
Rachid Taha en el festival del Centro Histórico
JUAN JOSE OLIVARES
El cantautor Rachid Taha enarbola un canto de rebelión contra el racismo, la exclusión y la desigualdad social, mediante ritmos rai fusionados con sonidos del rock y la más contemporánea música electrónica.
Taha estará en México por primera vez para ofrecer dos conciertos en el festival Radical Mestizo del Festival de México en el Centro Histórico, el sábado en el Teatro de la Ciudad y el domingo en el Zócalo, donde presentará su más reciente single: Rock the casbah (título de The Clash revisitado).
Rachid Taha, quien prepara una presentación especial junto con Brian Eno para la apertura de los Juegos Olímpicos en Atenas, comenzó su carrera con la banda Carte de Séjour, que predijo lo que se convertiría en una bomba de energía y sensualidad.
Taha nació en Orán (Argelia) en 1958 y llegó a Francia, con su familia, en 1968. Vivió en los suburbios de Lyon, y en 1981, en una fábrica, se encontró con Mohammed y Moktar, guitarrista y bajista, respectivamente, con quienes empezó a desarrollar un canto irónico contra el racismo y el olvido de la identidad argelina de los beurs (apelativo dado a los jóvenes que proceden de Africa del Norte y cuyos padres han inmigrado a Francia).
Su primer sencillo fue editado en 1982 por el sello independiente Mosquito. ''No hacemos rock magrebí, sino rock francés", insistía Rachid en una de sus escasas entrevistas. Dos años más tarde grabó su primer álbum, Rhorhomanie, en el que destaca el encuentro con el productor Steve Hillage, ex miembro de la banda Gong y creador del concepto de música electrónica system seven, mismo que ya ha tocado en el país.
En 1986 Carte de Séjour editó un segundo disco que alude a las raíces de identidad, con el cual ganó un premio como la mejor banda de rock francés, aunque tres años más tarde, desapareció. Como solista, Rachid editó en 1990, Barbès. Olé, Olé, que es el tercer disco en el que lanzó la rola Non, Non, Non, especie de tecnoprotesta, en la que la cadencia acelerada de un trip hop fulgurante dispara su hartazgo por el desempleo y la desigualdad social.
Percusiones en trance
En la cuarta entrega, Diwan, reabrió las puertas del rai. ''Este Oriente fue siempre subyacente en mi música. La idea básica fue que quería hacer una clase de medley (mezcla) de la diversidad increíble de las canciones orientales. Las canciones egipcias, las de mi infancia, las de Nas El Ghiwan, grupo marroquí incendiario que hubiera podido ser los Rolling Stones del Magreb, y también los cantos del libanés prodigioso Farid El Atrache, a quien quiero tanto. La idea básica era juntar una selección de ritmos diferentes, detener danzas del sur pasando por Argel, Orán, el rai, el chaabi egipcio, hasta los gnawas con Nas El Ghiwane", expresó Taha alguna vez.
En 2000, Rachid Taha grabó su quinto disco, Made in Medina, en el que intervinieron el genio de las percusiones, Hossam Ramzy, y el violinista Mahmoud Serour. Es un viaje iniciático al país de Rachid Taha: tierra imaginaria dedicada al ritmo y a la emoción, donde chocan rock, raï, funk, trance vudú, entre ruidos electrónicos.
Sea con feroces y rabiosas guitarras eléctricas adelante, o con guitarras acústicas mezclándose con las derboukas, Rachid inventa siempre nuevos matices del sonido, ritmados por percusiones en trance.
(Taha se presentará el sábado 20 en el Teatro de la Ciudad, a las 20:30 horas; y el domingo 21 en el Zócalo, a las 18 horas.)
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