México D.F. Jueves 18 de marzo de 2004
Fallecen tres iraquíes, entre ellos dos
niños, al impactar un misil estadunidense en la capital
Atentado con coche bomba en Bagdad deja al menos 29
muertos
La explosión de 500 kilos de dinamita provoca
alrededor de 50 heridos, incluidos dos británicos
"Demasiado ingenua", la idea de retirar tropas de Irak
para evitar ataques en Gran Bretaña: Blair
AFP, THE INDEPENDENT, DPA Y REUTERS
Bagdad, 17 de marzo. Al menos 29 personas murieron
y unas 50 resultaron heridas, incluidos dos británicos, esta noche
en un atentado con coche bomba perpetrado en el centro de Bagdad, a tres
días del primer aniversario de la guerra de Irak.
Poco
antes de este atentado, al menos dos niños iraquíes, de tres
y ocho años de edad, murieron al impactar un misil estadunidense
en un barrio residencial del sur de Bagdad. La madre de los menores resultó
gravemente herida.
El teniente coronel estadunidense Peter Jones revisó
al alza el balance de 25 muertos que había dado anteriormente, al
asegurar que ya son 29 después que los socorristas retiraron cuatro
cadáveres más de los escombros, aunque se espera que la cifra
se incremente en las próximas horas.
"Fue un coche bomba" con 500 kilos de dinamita, dijo a
la prensa el oficial Peter Jones, en el lugar de los hechos.
Agregó que el ataque, dirigido al parecer contra
el hotel Jabal Lubnan (Monte Líbano) en el que se alojan muchos
occidentales y árabes, destruyó un edificio adyacente y causó
graves daños a otros dos.
Un vecino del barrio, Raad Ta-ha, aseguró que un
edificio de vi-viendas de cinco pisos y una casa en la que vivía
una familia cristiana quedaron destruidos.
Tras la potente explosión, a las 20 horas, las
ambulancias se abalanzaron hacia la avenida Nidal, mientras helicópteros
estadunidenses sobrevolaban la zona. El pánico se apoderó
de los habitantes del barrio mientras los heridos salían gritando
de los edificios en llamas.
Ira antiestadunidense
El sector fue rápidamente acordonado por el ejército
de Estados Unidos y fuerzas policiales ira-quíes, en tanto que los
bomberos intentaban controlar el fuego y de-cenas de heridos eran trasladados
en ambulancia; algunos vecinos, bloqueados en los balcones de un edificio,
pedían socorro.
También se reportó que hubo iraquíes
que gritaron a los soldados estadunidenses que se fueran.
Más de dos horas después de la explosión,
socorristas iraquíes y soldados estadunidenses seguían buscando
entre los escombros con ayuda de potentes reflectores. La deflagración
dejó un cráter de dos metros de ancho y tres de profundidad,
afirmó Jones.
En cuanto a los niños iraquíes muertos,
otros reportes indican que en realidad fueron tres menores y un adulto
quienes murieron por un misil estadunidense, que al parecer iba dirigido
a posiciones de la resistencia iraquí.
Estas muertes elevan a 11 el número de iraquíes
muertos desde el lunes anterior durante ataques fallidos estadunidenses,
que incluyen a tres policías muertos el martes en Mosul.
Además, una mujer armada con un fusil fue herida
por guardias iraquíes cuando trataba de ingresar a un depósito
de municiones.
Asimismo, una clínica en el centro de Bagdad quedó
parcialmente destruida por una explosión esta noche, sin que hasta
el cierre de esta edición se tuvieran cifras de heridos o hipótesis
sobre el origen del estallido.
Respecto del atentado contra el hotel Jabal Lubnan, el
portavoz de la Casa Blanca, Scot McClellan, afirmó inmediatamente
que no hará retroceder el proceso democrático en marcha en
Irak: "Afrontaremos este desafío con fuerza y determinación.
La democracia se está enraizando en Irak y no hay camino de retorno
posible".
McClellan indicó que no tenía por ahora
información sobre los autores de la explosión: "No tenemos
detalles sobre quién podría ser el responsable de este último
atentado en Bagdad, pero todo indica que éste es un nuevo ataque
terrorista contra civiles inocentes".
Agregó que el presidente estadunidense, George
W. Bush, está al tanto del ataque y del desarrollo de la situación.
Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney, en discurso
que pronunció en California, dijo que el atentado fue obra de "maleantes
y asesinos", que "desesperadamente tratan de debilitar nuestra voluntad.
Su propósito es detener en Irak el regreso de la democracia, pero
no lo conseguirán".
Añadió que los atentados de la semana anterior
en Madrid, que provocaron 201 muertos y más de mil 400 heridos,
"pueden ser prueba de cuánto miedo le tienen los terroristas a un
Irak libre y democrático".
Agregó Cheney: "Pero si los asesinos de Madrid
intentaban so-cavar la transición hacia la democracia en Irak, fracasarán".
El jefe del estado mayor conjunto estadunidense, general
Richard Myers, pidió a la comunidad internacional unidad en la "guerra
contra el terrorismo", y expresó su preocupación por un probable
cambio de actitud en España tras los atentados de Madrid.
"Cada país debe decidir por sí mismo cómo
apoyar esta guerra, pero nadie puede, en mi opinión, permanecer
al margen de ella. No es posible permanecer neutral", declaró Myers.
Sin comentar el triunfo de los socialistas opuestos a
la guerra en las elecciones españolas del pasado domingo, Myers
calificó de "ex-tremadamente importante" para la paz en Irak la
contribución de las tropas desplegadas por España y otras
naciones para apoyar a los estadunidenses.
El general rechazó la idea de que la invasión
de Irak haya favorecido el extremismo y desviado la atención de
los estadunidenses en la lucha contra el terrorismo.
Al contrario, dijo, "hemos obtenido muy buenos éxitos",
al recordar los recientes arrestos de responsables de Al Qaeda.
No hay apaciguamiento posible
El primer ministro británico, Tony Blair, calificó
en Londres de "de-sesperadamente ingenua" la idea de que retirar las tropas
inglesas de Irak evitará atentados terroristas contra intereses
de su país.
Esta sugerencia surgió después de que el
futuro presidente socialista español, José Luis Rodríguez
Zapatero, prometió retirar las tropas españolas de Irak.
Blair argumentó que los ataques antiestadunidenses
del 11 de septiembre de 2001 ocurrieron antes de la invasión a Irak,
lo que, según él, "comprueba que no hay forma de apaciguar
a esta gente".
Estas fallas continuarán, añadió.
Es "una guerra contra nuestra forma de vida, contra nuestra de-mocracia.
Es una guerra contra nuestra libertad, por eso es que debemos redoblar
nuestros esfuerzos para derrotarla, y la mejor forma de hacerlo es con
la comunidad internacional manteniéndose firme contra ella".
Mientras, el subsecretario de Es-tado estadunidense, Richard
Ar-mitage, afirmó que el ex presidente Saddam Hussein habla con
sus captores durante los interrogatorios a los que es sometido, pero no
aporta información.
"Es un tipo bastante astuto: no está aportando
mucha información por lo que he visto, parece que disfruta con el
debate", dijo.
Las autoridades de ocupación están interrogando
a Hussein, capturado en diciembre pasado, en un lugar desconocido de Irak.
Por último, el consejo de gobierno provisional
iraquí dijo esta noche que el atentado tuvo como fin impedir el
retorno de la soberanía a la nación árabe.
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