MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Los barones del dinero cambian de nombre pero no de mañas

Nafin, la primera boya que flota, según el acorazado del cambio

VESTIDO DE BUZO, CINCEL y martillo en mano para dignificar la talacha que hace en favor de sus distinguidos anfitriones y en contra del Legislativo -en lo que a "rescates" y "saneamientos" se refiere-, el presidente Vicente Fox inaugura hoy la acapulqueña 67 convención bancaria, en la que los barones del dinero analizarán "la nueva etapa de la banca en México".

EL PUERTO DE ACAPULCO, sin duda, se presta para que el inquilino de Los Pinos ejercite el lenguaje marítimo que ayer estrenó -Martita ya lo había hecho- en el "lanzamiento del programa de apoyo a emprendedores de Nacional Financiera", institución a la que el guanajuatense felicitó porque, dijo, "se ve que ya hay utilidades". Algún caritativo emprendedor tendría que informarle al náutico mandatario que el resultado neto de Nafin, dirigida por Mario Laborín, reportó números rojos por casi 320 millones de pesos en septiembre de 2003 -último dato oficial-, ergo, tales ganancias no existen, aunque lo hayan invitado a desayunar.

INMERSO EN SU NO muy alentadora circunstancia -diametralmente opuesta a la descrita por Los Pinos-, los mexicanos de a pie no han tenido tiempo para reflexionar sobre lo que hubiera sucedido en el país sin la llegada del acorazado del "cambio". Por ello su decidido almirante explicó que al iniciar su mandato (se respeta sintaxis) "19 secretarías y en total cerca de 55 dependencias o secretarías se pusieron su traje de buzo y se metieron a las profundidades de la mar... Y ahí contracorriente fueron trabajando para destrabar estas boyas ancladas al fondo del mar con grandes cadenas, bajaron con su soplete, bajaron con su martillo y su cincel, y lograron liberar estas boyas... Una de las primeras que surge a nivel del mar y salta con gran fuerza es, precisamente, Nacional Financiera, y el buzo fue Mario Laborín (el mismo que no ha generado utilidades, pero quiere dar la impresión contraria)... Hay todavía una enorme cantidad de buzos allá abajo, con su soplete, con su martillo, con su cincel, trabajando; trabajando fuerte por lo mucho que nos falta por hacer. Y lo vamos a hacer, vamos a hacer la tarea que nos toca en estos seis años, sabiendo que el país que queremos todavía va a tomar algunos sexenios más".

CON ESE ESPIRITU, el popeye del "cambio" inaugura la reunión anual de los barones del dinero, durante la cual se oficializará el cambio de denominación social del club que los agrupa: ya no se identificarán como Asociación de Banqueros de México, sino como Asociación de Bancos de México, que no es lo mismo pero es igual. Lástima que no aceptaron la propuesta de México S.A., en sentido de abstenerse de utilizar la preposición de, toda vez que lo justo, con 90 por ciento de la banca en manos extranjeras, es utilizar la preposición en. Hicieron su mejor esfuerzo, pero les faltó decisión para corregir ese pequeño detalle. También ratificarán a Manuel Medina Mora como cabeza visible del gremio.

COMO SE MENCIONA, el tema central de la susodicha convención es "la nueva etapa de la banca en México", una fase que ya no es tan nueva porque comenzó en 1996 cuando el Banco Bilbao Vizcaya adquirió Multibanco Probursa, la primera institución reprivatizada en el salinato (mediados de 1991) e igualmente la primera en morder el polvo bajo la dirección de un renombrado especulador, José Madariaga Lomelín.

TAMPOCO ES NUEVA LA actitud de la banca en México, que colecciona ya una novena de años sin operar como tal, inmersa en actividades especulativas, sin otorgar crédito productivo pero engordando sus chequeras y presionando para que se entierre el expediente Fobaproa -previo traspaso de pagarés-, para lo cual cuenta con el decidido apoyo del buzo de Los Pinos y funcionarios que lo acompañan, entusiastas promotores de la desmexicanización de las instituciones financieras.

POR CIERTO, LA MAS RECIENTE información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (septiembre de 2003) revela que el monto neto de los pagarés Fobaproa llegó a 241 mil 39.9 millones de pesos, de los que 67 por ciento corresponden a Bancomer (79 mil 715 millones) y Banorte (82 mil 671 millones). Este organismo, junto con la Secretaría de Hacienda y el IPAB, es uno de los que mejor han trabajado "con su soplete, martillo y cincel" para encubrir las operaciones irregulares en torno al "rescate" y el "saneamiento" de las instituciones bancarias.

NUEVO, LO QUE SE llama nuevo, la banca que opera en el país nada tiene, salvo su convención número 67 -que será idéntica a la 66-, el cambio de denominación gremial -que no es lo mismo pero es igual- y el tema central de la reunión. Tampoco es novedoso que el Grupo Financiero BBVA Bancomer dejará de cotizar en el mercado bursátil nacional, como ayer confirmó la Bolsa Mexicana de Valores, una vez que concluya, el viernes, su oferta pública para adquirir 40.6 por ciento de las acciones del banco otrora mexicano.

SERIA ESPLENDIDO QUE la banca que opera en México aportara algo nuevo al país, aunque fuera lo que en otras naciones es considerada una vieja, elemental práctica de dicha institución: otorgar crédito para los sectores productivos, fungir como intermediaria y ser promotora del crecimiento económico. Con eso, de entrada, ya se vería algo nuevo.

MIENTRAS EN MÉXICO el gobierno y los "banqueros" autóctonos han promovido la trasnacionalización del sistema de pagos, en Estados Unidos -el paladín de la globalización, allende las fronteras- está perfectamente acotada la participación extranjera (de 25 a 40 por ciento como máximo) en la banca y se promueve la fusión entre las instituciones, como en el caso más reciente, anunciado ayer: Bank of America y FleetBoston, en una transacción estimada en 47 mil millones de dólares. Esta operación originará el tercer grupo bancario más fuerte de aquel país, sólo detrás de Citigroup -dueño de Banamex- y JP Morgan, que a su vez fusionó al Bank One.

Las rebanadas del pastel:

NINGUN GOBIERNO EN EL mundo ha promovido la extranjerización plena de su sistema de pagos, salvo el del buzo y su acorazado del "cambio"; junto con Manuel Medina Mora ya puede presumir que en México la banca "no se ha vendido, se ha globalizado.

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