México D.F. Lunes 15 de marzo de 2004
Necesario aclarar interrogantes sobre la contaminación en Oaxaca, dice Amanda Gálvez
El cultivo de maíz transgénico, sólo con fines experimentales: especialista
Lamenta la falta de fondos públicos destinados para realizar investigación en la materia
ANGELICA ENCISO L.
El cultivo de maíz transgénico en México sólo se debe hacer para fines experimentales, con la finalidad de encontrar las respuestas a las interrogantes de los efectos de la presencia de esos organismos genéticamente modificados (OGM) en los cultivos criollos de Oaxaca, señaló Amanda Gálvez, investigadora miembro del consejo consultivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem).
La especialista se refirió en entrevista al planteamiento del encargado de la Cibiogem, Víctor Villalobos, quien dijo que están por autorizarse permisos para cultivos experimentales entre empresas privadas y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. La especialista puntualizó que la opinión del consejo es que "lo que ahora se tendría que dar, y lo digo porque nos preocupa, es privilegiar los estudios nacionales para dar respuestas a lo que no conocemos".
Indicó que el trabajo de investigación, en el caso específico de la presencia de maíz transgénico en los cultivos criollos de Oaxaca, que se detectó en 2001, se ve afectado por el retraso en la divulgación de los estudios, pero ello se debe entender porque los resultados no son fáciles de interpretar, "hablamos de variedades que sufrieron introgresión de transgenes, aunque no sabemos realmente qué significa esto. Ni siquiera se ha estudiado, hay incógnitas que hay que resolver, por eso debemos privilegiar los estudios nacionales".
Agregó que el público tiene derecho a saber lo que sucede con los OGM, pero aún hay muchas preguntas que son imposibles de responder. Recordó que es la primera vez que sucede algo como lo de Oaxaca, centro de origen del maíz, y "desafortunadamente es un experimento sin control, y ante ello es importante tratar de mitigar lo que ha sucedido y hacer experimentación".
Resaltó que la propia moratoria para cultivar maíz trangénico -establecida desde 1998- ha impedido que se hagan experimentos en México y ahora se pretende levantar esa prohibición, "aunque el consejo consultivo de la Cibiogem advirtió que esto es de sumo cuidado porque el fin sólo deberá ser experimental para entender lo que sucede en el campo".
Abundó en que ahora el problema es que no se puedan detectar algunas cosas, "probablemente no estaríamos viendo las construcciones genéticas porque podrían haberse reducido o modificado y entonces no se pueden encontrar. El que una construcción genética no se pueda detectar porque ha sido degradada no quiere decir que se haya degradado su capacidad para producir las tecnologías transgénicas. Esto es desconocido para nosotros y por eso hay que hacer experimentos".
Consideró como un problema la ausencia de fondos públicos dedicados a la investigación, por lo que una de las recomendaciones finales del informe que la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCAAN) presentará en junio a los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá deberá ser que se dediquen recursos públicos específicos para resolver estos problemas.
Por su parte, José Antonio Serratos, integrante del grupo asesor de la CCAAN, sostuvo que las plagas para las que está diseñado el transgénico que se encontró en la sierra Juárez de Oaxaca no existen en México, y precisó que la biotecnología puede dar herramientas para la agricultura sustentable, aunque no necesariamente tienen que ser OGM. Los transgénicos son plantas o granos a los que en laboratorio se les inserta un gen de una variedad distinta.
A su vez, Rafael Ortega, de la Universidad Autónoma de Chapingo y revisor de algunos capítulos del estudio Efectos del maíz transgénico en México, de la CCANN, sostuvo que no es posible negar la existencia de los conocimientos científicos, del avance de los transgenes, lo cual es parte de la ciencia, pero la investigación debe ser controlada y evitar que se abra esa puerta para que venga la "contaminación".
Agregó que si el gobierno tuviera sensibilidad sobre el maíz, jamás lo hubiera incorporado dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, lo cual ha sido más grave que el problema de los transgénicos.
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