México D.F. Lunes 15 de marzo de 2004
Obtuvo el PSOE 164 escaños en el Parlamento
y se ubica como primera fuerza política
Españoles acuden en masa a las urnas y sacan
al PP del gobierno
Asiste a votar casi 80% del padrón; exigen el
regreso de los soldados desplegados en Irak
Revés a Aznar por la manipulación informativa
sobre el 11-M y la crisis ecológica de Prestige
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid,
14 de marzo. José Luis Rodríguez Zapatero, secretario
general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), será
el próximo presidente del gobierno de este país, que este
domingo vivió una jornada electoral histórica en la que por
primera vez el partido en el poder pasó de la mayoría absoluta
a la oposición. El derechista Partido Popular (PP) perdió
más de 800 mil votos por la actuación de los últimos
cuatro años del presidente saliente, José María Aznar,
y de manera destacada por la "manipulación informativa" en torno
a los atentados del jueves pasado en Madrid, que provocó la indignación
popular.
En medio de los gritos de "no nos falles, no nos falles",
y de "España, mañana, será republicana", Rodríguez
Zapatero salió a saludar a unas 2 mil personas que se congregaron
frente a la sede del PSOE para festejar la victoria y exigir que regresen
los soldados españoles de Irak.
Con banderas socialistas, tricolores rojas, amarillas
y moradas, que recuerdan al régimen republicano, los asombrados
simpatizantes de Rodríguez Zapatero no cabían de gozo. La
mayoría de las consignas fueron contra el presidente derechista
saliente: "Aznar, mañana, a Crónicas marcianas", en
clara referencia a un popular programa de televisión.
Entre los militantes destacó también la
petición de formar un gobierno tripartito, como el que tienen los
socialistas en Cataluña. Otro de los recordatorios más importantes
fue el de las 200 víctimas de los recientes atentados del pasado
11 de marzo.
Por su lado, no muchos simpatizantes del PP se congregaron
por la noche ante la sede del partido en Madrid, en medio de la desolación
y la decepción por los resultados de las elecciones.
Con una participación cercana a 80 por ciento de
los 34.5 millones de españoles convocados a las urnas, el electorado
español castigó la gestión de Aznar ante los acontecimientos
que sacudieron a España en los últimos días, la crisis
ecológica del Prestige, la manipulación informativa
ejercida desde la estatal Radio Televisión Española (RTVE)
y su política hacia Irak. El revés a la derecha fue en prácticamente
todas las provincias del país, y de manera destacada en Cataluña
y el País Vasco.
La masiva afluencia de ciudadanos a las urnas alcanzó
una participación de 77.21 por ciento, la segunda en la historia
de la democracia española, lo que permitió que el PSOE lograra
el apoyo de 3 millones de votantes más, frente a los resultados
obtenidos en los comicios de 2000.
Con 99.99 por ciento de los votos escrutados, la composición
del nuevo Parlamento español será la siguiente: el PSOE tendrá
164 diputados, lo que significa un incremento de 39 escaños respecto
de los 125 que obtuvo en 2000; el PP se convierte en el principal partido
de oposición con 148 parlamentarios, 35 menos que en los comicios
anteriores; los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU,
derecha) obtuvieron 10 representantes, lo que significa una reducción
de cinco escaños; Esquerra Republicana de Cataluña (ERC,
independentistas) fue una de las formaciones que más ascendieron,
al pasar de un parlementario a ocho, en buena medida motivado por los ataques
del gobierno español a su líder, Josep Lluís Carod-Rovira,
quien a principios de enero sostuvo un contacto con dirigentes de ETA.
De
esta forma ERC confirma su avance de las elecciones regionales en Cataluña
de noviembre pasado, que la convirtieron en árbitro de la política
catalana y posibilitaron una alternancia en el poder en Barcelona y la
formación de un gobierno tripartito con el Partido de los Socialistas
Catalanes (PSC).
ERC, único partido abiertamente republicano en
España, integra el gobierno catalán junto a Iniciativa per
Catalunya (ICV, verdes y ex comunistas). Esa alianza de izquierda puso
fin a 23 años de gobierno de los nacionalistas democristianos de
CiU, presidido por el veterano político Jordi Pujol, quien decidió
retirarse de la política.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) mantuvo la hegemonía
en la región y su representación parlamentaria de siete escaños;
la coalición Izquierda Unida (IU) sufrió un retroceso importante
al pasar de ocho a cinco diputados, en buena medida por el llamado voto
útil; el Bloque Nacionalista Galego (BNG) tendrá dos
diputados; la Chunta Aragonesista, Eusko Alkartasuna y Na-Bai lograron
un representante cada uno.
Estos resultados no otorgan la mayoría absoluta
al PSOE, que requiere de al menos 176 diputados; los socialistas podrán
formar gobierno en solitario, pero tendrán que pactar con otras
fuerzas políticas para aprobar sus principales iniciativas de gobierno.
Entre sus posibles socios parlamentarios para la gobernabilidad
destacan los nacionalistas catalanes de CiU, ERC e IU.
En los comicios de hoy también se eligió
la nueva composición del Senado, que fue el único apartado
en el que el hasta hoy hegemónico PP logró la victoria, pero
que no significó la repetición de su anterior mayoría
absoluta, al obtener 102 curules frente a los 81 del PSOE.
El mapa del Senado se completa con los 13 representantes
del Grupo Mixto y los 12 alcanzados por la coalición catalana del
Partido Socialista de Cataluña, ERC e Iniciativa per Cataluña-Els
Verds.
Horas antes, José María Aznar, que votó
por última vez como presidente del gobierno, y el candidato del
PP -su delfín- Mariano Rajoy, fueron aplaudidos por simpatizantes
y abucheados por manifestantes que los acusaron de ser responsables de
los atentados del 11-M, que el saliente Ejecutivo insiste en atribuir
a ETA, aunque sin descartar la pista islámica.
"Los resultados muestran que (Rodríguez Zapatero)
supo hacerse acreedor de la confianza de los españoles", declaró
Rajoy con el semblante muy serio al comparecer ante la prensa acompañado
de Aznar, en la sede central del PP. "El Partido Popular reconoce y acepta
el veredicto de las urnas", indicó.
Antes, el vocero del gobierno, Eduardo Zaplana, y el ministro
del Interior, Angel Acebes, comparecieron para confirmar la derrota del
PP y la victoria del PSOE. Con el rostro desencajado y el gesto de incredulidad,
Zaplana atribuyó la derrota del PP a "las circunstancias que han
generado una conmoción en los últimos días", en referencia
a la matanza del jueves pasado.
Zaplana y Acebes, acusados los últimos días
de "mentir" a la opinión pública sobre los atentados, se
comprometieron, en nombre del gobierno, a permitir una "tranquila transición"
de poderes.
Zaplana dijo además que "los resultados adversos
hay que aceptarlos con la mejor cara posible", y dijo sentirse "muy orgulloso
de haber servido a España".
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, subrayó
esta noche, tras conocer los resultados, su satisfacción por la
derrota de la derecha, pero manifestó preocupación ante el
"severo retroceso" de su formación. "Nuestra sensación personal
es, sin lugar a dudas, agridulce: estamos alegres, contentos de que se
haya abierto una etapa de izquierdas", pero es necesario "abrir una reflexión
en el seno de IU para ser mejores, más eficaces y evitar la concentración
de votos y garantizar el pluralismo de la izquierda", aseguró.
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