Llama a las autoridades a acatar 27 recomendaciones sobre derechos humanos

Guerrilla y paramilitares aún atemorizan a los colombianos, señala Naciones Unidas

Denuncia el aumento de nexos entre servidores públicos y organizaciones armadas

AFP, DPA Y REUTERS

Santafe de Bogota, 10 de marzo. La Organización de Naciones Unidas (ONU) llamó hoy al gobierno colombiano a acatar "en forma consistente" las 27 recomendaciones formuladas por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, y señaló que la guerrilla y los paramilitares mantienen atemorizada a la población civil.

En la presentación del informe sobre derechos humanos en Colombia 2003, el comisionado Michael Fruhling sostuvo durante los últimos meses del año pasado el gobierno del presidente Alvaro Uribe comenzó a aplicar algunas de las recomendaciones, aunque "la implementación no fue uniforme", en lo que las autoridades de esta nación calificaron de "injusto".

Subrayó que hubo otras recomendaciones en las que no se avanzó, o casos en que si bien hubo avances y esfuerzos importantes, de todos modos los niveles de infracciones siguieron siendo altos.

Uno de los puntos más criticados por la ONU se refiere al estatuto antiterrorista, que el Congreso colombiano aprobó en diciembre pasado a iniciativa del gobierno, que asigna funciones de policía judicial a los militares para efectuar capturas, allanamientos e intercepciones de comunicaciones sin orden judicial.

También denunció un aumento en los nexos entre los servidores públicos, incluidos miembros de las fuerzas militares, con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de ultraderecha. Destacó las interrogantes suscitadas sobre el tratamiento jurídico del gobierno en su oferta de beneficios a los paramilitares.

Del mismo modo, citó las denuncias sobre recurrentes violaciones a las normas básicas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los diversos grupos paramilitares.

Refiere que los grupos armados irregulares siguen cometiendo actos de terrorismo contra la población civil, homicidios, toma de rehenes, desplazamientos forzados, reclutamiento de menores y siembra de minas. A pesar de las negciaciones de paz que se realizan, las AUC continúan matando.

A todo esto, un juez colombiano condenó hoy a 38 años de prisión al prófugo líder de las AUC Carlos Castaño por el asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón, en agosto de 1999. El cargo es por la autoría intelectual del crimen. Otros dos implicados, a quienes la fiscalía señalaba como responsables materiales, fueron absueltos por insuficiencia de pruebas.

En Brasil, la canciller colombiana, Carolina Barco, agradeció al presidente Luiz Inacio Lula da Silva su apoyo a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para verificar el proceso de paz con los paramilitares en su país, durante una visita de 24 horas a esa nación.

La diplomática negó que la guerrilla de las FARC haya accedido a reunirse en Brasil con un representante de la ONU, como lo afirmó el vocero de ese grupo, Raúl Reyes.

Por otra parte, al menos 22 integrantes de los grupos guerrilleros y de los paramilitares de derecha murieron en combates con el ejército en diferentes regiones del país, de acuerdo con fuentes militares.

En tanto, el senador indígena Gerardo Jumi denunció que paramilitares de ultraderecha devoraron parte de los cuerpos de dos indígenas que habían asesinado, en el primer caso de canibalismo denunciado en la historia reciente de Colombia. Los hechos ocurrieron cuando un comando paramilitar incursiónó en un caserío de la Sierra Nevada de Santa Marta y mató a dos aborígenes de la comunidad Arahuac.