El imperio de la imagen, tema del número 5 de esa revista yucateca

Camino Blanco difunde la cultura desde una perspectiva ''republicana''

La idea es dar cabida a las expresiones literarias, plásticas y artísticas en general

ARTURO JIMENEZ

La música es el tema central del número 4 de la revista Camino Blanco. Arte y Cultura, publicación de calidad que destaca en el universo de las revistas culturales editadas en los estados.

A unas semanas de salir el número 5, dedicado al imperio de la imagen, Camino Blanco ha logrado sobrevivir a recortes presupuestales y reducción de páginas.

Auspiciada por el Instituto de Cultura de Yucatán, estado gobernado por el panismo, los editores de la publicación plantean:

''Sin lloriqueos regionales ni mucho menos, buscamos llamar la atención de los otros estados del país, sobre todo del centro, para decir que desde acá también se piensa México y el mundo, y que también hay gente cuestionándose el presente."

El número 4 incluye una colaboración del especialista José Antonio Robles Cahero, sobre el nuevo Centro Regional de Investigación, Documentación y Difusión Musicales Gerónimo Baqueiro Foster, con sede en Mérida.

Investigadores de ese centro, como Alvaro Vega y Enrique Martín, abordan diversos aspectos y personajes de la riquísima historia musical yucateca: el mismo Baqueiro Foster o Jorge González Avila.

Mientras Eduardo Contreras Soto escribe sobre la historia de la película y obra musical La noche de los mayas, otros abordan el rock como vanguardia. Con portada del pintor Jesús Lugo, en el número 5 Eleonora Rodríguez Lara reflexionará sobre la conjura de las apariencias y Oscar A. García Solana lo hará acerca de la realidad y los símbolos sociales en Yucatán.

Varios fotógrafos rendirán homenaje a Víctor Rendón, maestro de la imagen fallecido el año pasado, y en algún texto alguien evocará a Julio Cortázar a 20 años de su fallecimiento.

No hay línea

Vía telefónica, desde Mérida habla Andrés Silva Piotrowsky, coordinador editorial de Camino Blanco:

''La revista surgió ante la consideración del director de Literatura y Promoción Editorial del instituto, Oscar Sauri Bazán, de que en la península, no sólo en el estado de Yucatán, hay poca oferta de publicaciones culturales y las que existen han sido irrelevantes, salvo excepciones.

''La idea con Camino Blanco es crear un espacio que dé lugar a las expresiones literarias, plásticas y artísticas en general, pero no sólo de la vida cultural de la península. Se hace y se piensa desde acá, pero considerando su índole republicana."

El coordinador editorial coincide en que publicar una revista institucional implica dificultades específicas, pero responde:

''Es ya el segundo año que trabajamos con la revista y tenemos un presupuesto asignado, que es insuficiente para cumplir el objetivo teórico de cuatro números anuales."

El equipo editorial convoca a grupos sociales como el de los artistas para involucrarse en el proyecto. Por ejemplo, con una galería que congrega a varios de los pintores importantes de la región han organizado fiestas culturales y rifas de obras para allegarse fondos.

Silva Piotrowsky reconoce: ''Con la presente administración gubernamental se abrió un espacio, al parecer sin precedente, para cuestionarnos si desde el Estado se pueden propiciar proyectos culturales con la suficiente libertad de expresión.

''Nuestro equipo de trabajo asumió Camino Blanco como un proyecto avalado por una institución que trabaja con fondos públicos y que, por esa misma razón, tiene que ser devuelto a la sociedad como una respuesta a sus expectativas de bienes culturales.

''Es una oportunidad y hasta el momento no se ha dado ningún intento de coartar la libertad de expresión en la revista. No hay línea ni nada parecido. La política editorial de esta publicación es plural."

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