México D.F. Viernes 27 de febrero de 2004
Se le involucra en el asalto a pasajeros colombianos
Protestan taxistas del aeropuerto por la detención
de un compañero
TRIUNFO ELIZALDE Y SUSANA GONZALEZ
Con unas horas de diferencia, dos guatemaltecos y un matrimonio
colombiano fueron asaltados y el hombre fue asesinado, luego de abordar
los taxis controlados del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México.
Los
extranjeros compraron su boleto en el sitio 300, de taxis controlados,
de la terminal aérea; el martes en la tarde lo hicieron los guatemaltecos
Roberto Leonel Pérez Nufio y Héctor Rubén Gutiérrez
Jiménez para trasladarse al hotel Bent Western Historial, y la noche
del miércoles lo hicieron Efraín Rosa y Magali Razo con destino
a un hotel de la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo.
Los guatemaltecos fueron subidos a una camioneta, que
metros adelante abordó un individuo que aseguró ser "de migración"
y les exigió sus pasaportes. Tras revisarlos aseguró que
eran falsos, por lo que serían deportados, al menos que le entregaran
100 dólares cada uno. "Nuestro dinero lo traemos en cheques de viajero,
por lo que no nos lo quitó y se conformó con llevarse 200
pesos. El chofer siempre guardó silencio, aunque era claro que estaba
de acuerdo con el individuo, quien se bajó antes de que la camioneta
llegara al hotel", denunciaron.
En tanto, la pareja colombiana llegó sin incidentes
hasta las puertas de su hotel, pero antes de entrar fueron rodeados por
tres individuos. Uno de ellos arrebató a Magali, de 54 años,
un maletín con 5 mil dólares en efectivo, pero Efraín,
de 70 años, opuso resistencia y recibió dos balazos. En su
denuncia ante el Ministerio Público, Magali señaló
que el chofer del taxi placas 405-HF8, de nombre Juan Antonio Anzures,
se comunicó varias veces con alguien a través de un teléfono
celular y a ellos les hizo varias preguntas.
Anzures fue detenido por la Policía Judicial como
sospechoso de estar involucrado en el asalto, pero esto provocó
que ayer por la tarde 350 choferes del sitio se trasladaran en caravana
en sus taxis, del aeropuerto a la sede de la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), para exigir la liberación
de Anzures, cuyo abogado fue recibido en la Subprocuraduría de Averiguaciones
Previas Centrales.
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