México D.F. Viernes 27 de febrero de 2004
Anuncia nueva iniciativa de reforma energética
con la cual se conservará la soberanía
Niega Fox que México esté a la deriva
Insiste en que continuará el resto del sexenio
con el modelo económico que aplica
ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA
Guadalajara, Jal., 26 de febrero. México
"no está a la deriva"; este gobierno tiene modelo económico
y proyecto de nación, que "estamos siguiendo al pie de la letra
y no lo vamos a abandonar en los próximos tres años", aseveró
el presidente Vicente Fox. Fustigó a quienes señalan "frecuentemente"
que no hay rumbo ni proyecto y los envió a leer el Plan Nacional
de Desarrollo y, si no están de acuerdo, "mi respeto amplio para
ellos".
En sendas reuniones, primero con la Confederación
de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y luego con los dirigentes
de los sectores productivos del país, el mandatario insistió
en sus cifras "reales, verificables y certificadas" en las que funda su
optimismo de que en 2004 la economía mexicana crecerá.
Reiteró que el próximo 15 de marzo presentará
de nuevo al Congreso su iniciativa en materia de energía, para desatar
"importantes inversiones" en el sector, "sin ninguna necesidad de perder
soberanía ni de vender nuestros recursos al extranjero".
Sin
embargo, todavía con la espada clavada por la rechifla que le lanzaron
el lunes pasado los obreros de la Confederación de Trabajadores
de México (CTM), el Presidente hizo un alto en el discurso ante
la Concanaco para pedir a los comerciantes y empresarios, ante los logros
de su administración que reseñaba, "un aplauso aquí,
en lugar de los chiflidos" en esa central.
Entre los invitados se encontraba también Leonardo
Rodríguez Alcaine, líder de la CTM, quien, si bien se sumó
a la ovación, declaró después: "mis afiliados nunca
se equivocan".
Ahora, además, el Presidente ha incorporado como
divisa discursiva el reclamo de la ética, sin la cual, insistió,
"no hay política legítima". Expresó entonces que ya
llegó la hora de "dejarnos de engaños, de dejarnos de calumnias"
y de hablar y vivir con la verdad.
Todo el aparato político, apuntó, "no nos
estamos dando cuenta de cómo estamos frenando al país con
la dilación al tomar decisiones", y en algunas ocasiones que se
asumen, se hace de manera desafortunada y en medio de debates estériles,
engaños, simulaciones y sin hablar con la verdad.
El país, añadió, exige consolidar
la democracia, pero que ésta genere resultados, buenos gobiernos,
"de poco costo", transparentes y que rindan cuentas, "que genere diputados
y senadores que antepongan el bien de la nación a los intereses
de partido".
Fue la de Jalisco una gira a la que el mandatario fue
convocado para verificar el avance, que no inaugurar, una obra pública.
Y de ahí, sólo actos de largos discursos, en los que no perdió
la oportunidad de "raspar" al Gobierno del Distrito Federal, lo mismo al
comparar el distribuidor vial que aquí se construye que al subrayar
una vez más la caída de uno por ciento en el producto interno
bruto (PIB) de la capital del país contra otras, como Campeche y
Querétaro, que tuvieron crecimientos cercanos a 6 por ciento.
"De pendejo" anduviera de líder si fuera rico:
Rodríguez Alcaine
Fox insistió en que durante su administración
ha aumentado el poder adquisitivo de los trabajadores, "incluidos los que
estaban en ese congreso de la ciudad de México", aunque, a unos
metros del mandatario, Rodríguez Alcaine aseguraba que los trabajadores
"no ponemos cuatros" y lanzaba un sonoro "¡no me chingue usted!"
cuando alguien le preguntaba si es un hombre de mucho dinero. "Si así
fuera, ¿anduviera yo de líder? ¡De pendejo!"
De acuerdo con las cifras "reales" que desmenuzó
el mandatario, su administración registra avances sin paralelo con
el pasado; por ejemplo, aseguró, en carreteras. Anunció que
este año se invertirán 52 mil millones de pesos, "que es
equivalente con la inversión total que se hizo en el sexenio anterior".
Lo mismo, agregó, en créditos del Infonavit;
en su administración, afirmó, se entregarán tantos
(2 millones) como los que esa institución otorgó "en sus
28 años de existencia". Además, ofreció inversión
en infraestructura para este año por 50 mil millones de dólares.
Añadió que todo marcha bien con el poder
adquisitivo de los salarios, que se ha incrementado durante su gobierno,
"lo que no había pasado en los cuatro sexenios anteriores". Indicó
que con cifras del Banco de México puede asegurarse que el salario
mínimo ha tenido una recuperación de 3.3 por ciento en términos
reales.
Los auditorios ante los que hoy habló el mandatario
tuvieron sólo aplausos y reconocimientos, aunque el Ejecutivo debió
admitir que los recursos adicionales que se obtendrán vía
la eficiencia fiscal se perderán "por una serie de juicios y amparos
que estamos perdiendo en la Secretaría de Hacienda".
Invitó a los empresarios a invertir y medir la
competitividad mexicana contra la de otros países, lo mismo que
los costos de operación, pues "no es posible, de golpe y porrazo,
pretender que México sea competitivo frente al costo de gas en Rusia
o frente al costo de mano de obra en China o frente al costo de electricidad
en Nicaragua".
Se requieren acciones concretas y medir también
la competitividad de "nuestro aparato político: su velocidad y su
lentitud en la toma de decisiones, su voluntad de sacar acuerdos nacionales
por encima de acuerdos para beneficio del partido o del grupo".
Y el mismo lenguaje cargado de buenas nuevas tuvo con
los productores lecheros de Jalisco, a quienes el gobierno comprará
su producción para Liconsa, y sostuvo que se dejaron atrás
en el agro las nocivas prácticas de caciques, de intermediarios
o de clientelismos políticos.
"En el campo estamos cosechando lo que hemos sembrado,
lo que hemos cuidado con amor, con tecnología, con esfuerzo, con
nuevos recursos e inversiones."
El mensaje quedaba una vez más: "estoy optimista,
siempre he sido optimista; estamos por ver mejores tiempos para el país.
No está a la deriva nuestro país".
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