México D.F. Sábado 21 de febrero de 2004
Carlos Montemayor/ I
Poetas de la dinastía Tang
Como lo he dicho en otro momento, con el escritor chino
Chen Guang Fu estudié en 1986 a los poetas de la dinastía
Tang elaborando nuevas versiones para la antología que él
había preparado con el investigador español Alfredo Gómez
Gil.
Me atrajeron particularmente poetas como Du Fu, Li Bai,
Bai Ju Yi, Wan Wei, Wan Bo y Du Mu. Aunque cada uno es diferente, me pareció
que tenían varios rasgos en común. Sobre todo, la forma de
referirse al paisaje, que reafirma el realismo y sugiere la importante
presencia de los excelentes músicos y pintores chinos de esa época.
Posiblemente la escritura caligráfica, en sí
misma un dibujo que sintetiza y desarrolla todo lo visible e invisible
del mundo, también influyó en ellos para este tratamiento.
Suele surgir en la referencia al paisaje de montaña,
ríos y bosques algo en movimiento, que contrasta con los personajes
del poema o con la reflexión del autor. Estos versos de Wan Bo sobre
el palacio del príncipe Ten lo ejemplifica:
''¿Dónde estará el príncipe
Ten ahora?/ El río, bordeando el palacio, sigue corriendo", versos
que recuerdan otros que celebró Ezra Pound en The city of Choan,
de Cathay:
The phoenix are at play on their terrace.
The phoenix are gone, the river flows on alone.
Un aire de familia aparece en estos versos de Du Fu:
Las ocas salvajes emigran
El cielo está cubierto de un denso polvo.
En los bosques y crisantemos se escucha el viento.
Hay otras formas majestuosas de acentuar la fuerza del
paisaje como una ''acción" del poema mismo. Li Bai (otros autores
escriben su nombre como Li Po) lo muestra en estos versos de la Cascada
de Lushan, donde alude al Pebetero, una de las cumbres de las montañas
Lushan, en la provincia de Jiansji:
Con su aureola, con la colorida cortina que levanta el
agua,
se solaza el sol en la cumbre del Pebetero.
Por su frente baja la cascada jadeante
durante mil metros y pareciera en su caída
que estuviera desbordándose la Vía Láctea.
Este poema de Liu Zhuan Yuan, La nieve del río,
recuerda también la excelencia de los pintores chinos:
''Miles de montañas cubiertas por la nieve
ocultan las huellas de las aves.
Millares de sendas se extienden sinuosas
sin caminante alguno que las recorra.
Sólo un anciano cubierto en su barca anclada
sigue pescando en el río nevado.''
A veces el paisaje es parte de la reflexión solitaria
del poeta, de su íntima visión del mundo, como en este poema
de Wan Wei (que además fue pintor y músico), Lu Chai:
''A nadie distingo,
pero escucho ruidos humanos en el bosque.
Y el luminoso crepúsculo
se refleja todavía en los verdes musgos.''
O en esta Improvisación marinera de Du
Fu:
Cerca de mí permanece la luna en el río.
En lo alto del mástil
el viento mueve el farolillo.
Unas junto a otras descansan las garzas en la popa.
Oigo a los peces que rítmicamente
saltan y salpican el agua.
La tendencia a equiparar el paisaje con la emoción
o la condición humana es recurrente. Este es un ejemplo de Bai Ju
Yi, Sauce:
''Tu solemne arquitectura despeinada llora sin cesar.
Melancólico posas bajo el sol poniente.
A pesar de que te desnudas de tus hojas,
bajo el viento furioso con tus ramas sigues llorando.''
Este otro ejemplo es de Du Fu, Naviero nocturno:
La brisa mueve los juncos de la ribera.
Alto y solitario es el mástil de mi barco.
Las estrellas están unidas al horizonte
y las olas del río mecen la luna.
Soy un viejo y un enfermo sin empleo.
¿Acaso así algo mío puede quedar
en la poesía?
Soy un funcionario vetado,
un vagabundo que no habla,
un ave marina que parte.
Otro rasgo común en estos poetas chinos fue el
empleo natural de la conversación. Este eje dramático acentúa
el realismo de los poemas, porque la conversación de un campesino,
un soldado o una muchacha aparece como algo ''objetivo".
Esto ocurre con Du Fu en uno de sus más célebres
poemas, Marcha de los soldados con sus carros de guerra, narrado
casi en su totalidad por un soldado de leva, o en los Alguaciles de
Shiao, donde la esposa del dueño del hostal explica: ''En la
familia no hay más hombres que mi nieto,/ cuya madre en un rincón
le amamanta".
En el poema Despedida de un hombre sin familia,
Du Fu deja el relato entero en boca de un campesino. Varios poetas de la
dinastía Tang inician sus poemas con expresiones como ''mire usted",
''escuche usted", ''aguarde", ''contemple", ''vea", ''compruebe..."
Además de los estupendos poemas de Du Fu, podemos
mencionar éste de Zhang Wei, Un anciano del norte:
Un anciano del norte deja su tierra.
''Dos de mis tres hijos
murieron en el frente'', dice.
'Como el menor ha crecido
y el año venidero
podrían reclutarlo para combatir,
prefiero abandonar mis bienes y alejarme
con él para que no puedan encontrarnos'.
Y se habla de otra guerra inminente
para acabar con los enemigos en la frontera.
¿Por qué más víctimas de
campesinos
sin que antes intenten la convivencia?''
Es el mismo caso de Dos muchachas en la era, de
Dai Shu Lun Ho:
''Había llegado la estación
en que las golondrinas rozan
los brotes de bambú.
No araban hombres ni bueyes.
Dos muchachas abrían los surcos
con cuchillos sostenidos
por sus pequeñas manos encallecidas.''
Se explicaron:
'Sólo queda nuestra madre, que ya es vieja.
A nuestro hermano lo obligaron a reclutarse
en vísperas de su boda.
Cómo última desventura,
la peste mató a nuestro buey.
Por eso nos ve trabajar así'.
Cubiertos sus rostros con velos
cavaban los surcos encorvadas y firmes, arrancaban hierbas
dañinas,
regaban tenaces,
se ocupaban hasta el amanecer
de cualquier tarea.
Mientras se marchitaba su juventud,
cuando los capullos se abrían
y los pájaros revoloteaban,
las dos hermanas súbitamente
contemplaban el esplendor del paisaje.
Ho Lan Zhin-Min da un ejemplo más en Compruebe:
''Compruebe cómo esa luna que desaparece
en breve nos iluminará de nuevo.
Escuche el poderoso vendaval delbosque
aunque aquí sólo nos llegue el silbido.
La familia volverá a separarse
y su alegría terminará como estas copas.
Los abetos mantienen su arrogancia en el inmenso frío.
Pocas personas se yerguen como ellos.''
Podemos observar en estos ejemplos y en los más
célebres poemas de Du Fu, que el recurso de ''registrar" conversaciones
o testimonios se liga con una constante referencia social, con una visión
crítica ante la injusticia del poder, la guerra o la miseria.
A menudo el mecanismo de estos poemas políticos
es el contraste intencional entre el Palacio (o la arrogancia de sus funcionarios)
y la condición inerme del campesino.
En el poema Impresión, de Du Fu, el contraste
concluye así:
Sigue en la madrugada sonando
la flauta de fiesta en la gran mansión.
Pero los vecinos y labriegos se duelen
vestidos de lino en el frío noviembre.
Con una orientación similar, Bai Ju Yi, discípulo
y amigo de Du Fu, escribió Alfombra roja:
''Bellísimo el color
que tiñe los hilos floridos
de los que nacen las alfombras
que cubren el suelo de Pei Shian.
Una inmensidad de diseños y dibujos impecables.
Sus turgentes hilos
desprenden un embriagador aroma;
son tan delicados que no están hechos
para sostener peso alguno.
Hermosas bailarinas danzan sobre la felpa hundiendo
sus pies cubiertos de muy finas medias
o de bordadas zapatillas.
Es vigorosa la que viene de Taiyuan
y esbelta la de Chendu.
Ambas, a pesar de su fama,
no pueden compararse con aquella de Xuanchou.
Cada octubre, Xuanchou entrega su producto.
El gobernador apremia y exige
su pronta entrega.
Es tan gruesa esa alfombra
que sólo cien hombres
pueden meterla en el palacio.
¡Cuanta inmensidad de seda
cubre esta gran superficie
insensible al frío!
El excelentísimo príncipe
desnuda al hombre
para abrigar el suelo.''
|