México D.F. Sábado 21 de febrero de 2004
Florentino Castro se vio obligado a aceptar
la propuesta del Movimiento Territorial
Acuerda el PRI-DF renovar en julio su dirigencia, mediante
consulta a las bases
En accidentada sesión del Consejo Político,
los delegados desechan la elección por asamblea
GABRIELA ROMERO SANCHEZ
La traición de último momento de algunos
líderes de sector obligó a Florentino Castro y a María
de los Angeles Moreno a aceptar la propuesta del dirigente del Movimiento
Territorial (MT) en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre,
de renovar la presidencia del Comité Directivo del PRI capitalino
mediante la consulta directa a las bases y no por asamblea, en julio próximo.
Por
alrededor de 20 minutos imperó el caos en el auditorio Plutarco
Elías Calles de la sede nacional del PRI, y la guerra de gritos,
unos coreando el nombre de ¡Cuauhtémoc!, ¡Cuauhtémoc!,
y otros el de ¡María!, ¡María!, y los grupos
rivales estuvieron a punto de llegar a los golpes.
Las súplicas de Fernando de Garay, responsable
de conducir la sesión del Consejo Político, pidiendo orden,
fueron en vano. "No queremos imposiciones, ni elección de delegados
especiales sólo por amiguismo", reviraban los inconformes.
De la Torre fue el encargado de proponer ante los 432
delegados presentes en el auditorio, de un total de 620, la consulta directa
a las bases.
Consciente de que la sesión se había salido
de control, el delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional (CEN)
del PRI en el DF, Florentino Castro, tomó el micrófono para
asegurar que en las pasadas tres semanas había trabajado en una
propuesta que incluyera la opinión de todos.
-¡No trabajaste!, ¡mentiroso! -le gritaban
desde las butacas.
Con el rostro desencajado, Castro anunció: "para
dar muestra clara de mi voluntad de reconstruir el PRI, le pediré
a (Roberto) Madrazo que me releve de mi condición de delegado (...)
Ahí está mi propuesta, lo que importa es el partido, no la
persona".
-¡Vete!
¡Que se vaya!, ¡que se vaya! -coreaban presidentes de distrito
en el otro extremo del auditorio.
De Garay cedió la palabra a María de los
Angeles Moreno, lo que generó inconformidad entre los simpatizantes
del Frente Juvenil y del MT, quienes portaban un listón rojo en
el brazo, como distintivo, y exigían respeto para su compañera
María Isabel Díaz, quien presuntamente había solicitado
el turno antes.
De pie frente al micrófono, la ex presidenta nacional
del PRI pedía respeto a quienes hablaban de democracia. "Ninguno
de nosotros le tiene miedo a la consulta a las bases. Votemos el acuerdo
completo, incluyendo esta propuesta".
Por fin, De Garay sometió a votación el
acuerdo, el cual fue aprobado por mayoría. Alguien pediría
después que la elección no fuera en julio, tomando en cuenta
que en agosto se realizarán las elecciones vecinales. No menos de
10 oradores pidieron que Florentino Castro se quedara al frente del PRI-DF
hasta después del proceso.
Ante la insistencia, Castro López reculó:
"soy delegado especial del partido y sólo el Comité Ejecutivo
Nacional me puede destituir". Al emitir su mensaje final, trató
de minimizar lo sucedido durante alrededor de tres horas: "Me siento orgulloso
porque fuimos capaces de ponernos de acuerdo con civilidad. Muchos, los
que no nos quieren, esperaban que saliéramos fracturados, pero no
fue así".
El acuerdo aprobado establece la restructuración
total del PRI-DF, incluyendo las dirigencias de comités distritales
o delegacionales; la renovación de la dirigencia por consulta directa
a las bases, y se recomienda al CEN emitir la convocatoria respectiva para
la elección en julio.
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