"Indio es la palabra por la que nos liberaremos"

Elogia González Casanova el proyecto zapatista de nación

JAVIER SALINAS CESAREO CORRESONSAL

Texcoco, Mex., 19 de febrero. El proyecto de una nación distinta está surgiendo de la rebelión zapatista, que ha adquirido la característica de "una organización de organizaciones" del pueblo, de los trabajadores y campesinos, declaró Pablo González Casanova, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El sociólogo sostuvo que "si indio fue la palabra con la que nos oprimieron, indio es la palabra por la que nos liberaremos".

Durante la ponencia magistral Historia del proyecto de nación: de Sor Juana a nuestros días, en el contexto de los festejos por el 150 aniversario de la Escuela Nacional de Agricultura-Universidad Autónoma Chapingo, dijo que el movimiento zapatista planteó la presencia del indio "ya no como cognitiva de una población víctima de la máximas formas de opresión, discriminación, explotación y exclusión, sino como una personalidad, una capacidad de organización, como seres humanos".

En el discurso zapatista, destacó, se perciben "las formas más avanzadas de la expresión": la conjugación de géneros literarios y las expresiones verbales con las no verbales.

"Van a plantear problemas característicos de la diversidad posmoderna y van a vincular la experiencia de las luchas de las comunidades indígenas con la teoría de las redes, y de ahí van a surgir esos caracoles a los que se han referido recientemente y que son formas de organización sumamente avanzadas.

"En los caracoles se conjugan las experiencias, la que viene de la Comuna de París, la que vive de las comunidades indígenas por su lucha de 500 años y la otra, las de las redes", prosiguió.

González Casanova sostuvo que aun cuando el Congreso hubiera aprobado el proyecto de la Cocopa, la lucha iba a seguir. "Queríamos que esa lucha fuera legalizada, que los indios tuvieran los derechos políticos de su autonomía y de su representación y presencia como actores políticos en la nación", explicó.

Al perderse esa posibilidad, agregó, vino un planteamiento que no sólo fue el de la resistencia cívica. "Son distintas las formas de lucha y cada quien tiene que pensar con cuál pueden hacer más de acuerdo con su carácter; luchar siempre con la actitud de respeto y de diálogo ante compañeros con métodos distintos.

"Al mismo tiempo nos encontrábamos en el país practicando las políticas neoliberales, de globalización, que cada vez demuestran que fundamentalmente son útiles a corto plazo para las grandes compañías y capital, pero que generan una situación de sobrexplotación de los recursos naturales ampliamente peligrosa."

Destacó que hay condiciones crecientes para las dos armas de destrucción masiva más peligrosas: el hambre y las enfermedades. "El ocultamiento de estos hechos se hace indispensable para muchos políticos que impulsan estos proyectos", dijo.