México D.F. Viernes 20 de febrero de 2004
Su vinculación con el litigio de los Ramos Millán ensombrece el nombramiento
Luna Ramos, nueva ministra de la Corte
ANDREA BECERRIL Y JESUS ARANDA
Margarita Luna Ramos se convirtió ayer en la segunda mujer que integra el pleno de 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de ser nombrada por la Cámara de Senadores, en una votación en la que recibió el apoyo de las bancadas de PRI, PRD, PVEM y de la mitad de los legisladores del PAN.
Pese a que en esta ocasión sí obtuvo la mayoría calificada, que no logró el pasado 2 de diciembre -82 de 105 sufragios-, la designación de Luna Ramos se vio opacada al conocerse que participó como juzgadora en el litigio del predio expropiado a los Ramos Millán, que derivó en una indemnización de mil 200 millones de pesos que debe pagar la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA).
La flamante ministra se negó a declarar. Fue Diego Fernández de Cevallos -abogado de los Ramos Millán- quien reconoció que, efectivamente, ésta intervino en el proceso, aunque, dijo, "es un asunto que lleva 20 años y en el que han participado nueve magistrados de circuito, varios jueces de distrito y seis ministros de la SCJN. Es canallesco que traten de manchar al Poder Judicial por mancharme a mí".
Lejos de las grabadoras, Fernández de Cevallos dijo que la SRA "no es ajena a ese porquerillero", en el que mediante anónimos que recibieron en la víspera la mayoría de los senadores se acusó a la ex consejera de la Judicatura Federal de nepotismo y corruptelas.
Considerada favorita para ser elegida en la terna en la que participaron las magistradas María del Carmen Aurora Arroyo Moreno y Gloria Tello Cuevas, la ventaja que tenía Luna Ramos pareció esfumarse ayer por la mañana.
La bancada del PRI, que le dio respaldo total la vez anterior en que participó en el proceso para suceder al ministro Juventino V. Castro y Castro, ni siquiera discutió las informaciones que desde un día antes señalaban a Luna Ramos como partícipe de actos de corrupción y de nueva cuenta votó en su favor, con la certeza de contar con el respaldo del PRD, del PVEM y de algunos panistas para lograr la mayoría calificada.
En la bancada perredista hubo debate, pero el coordinador Jesús Ortega les explicó que había investigado el asunto e inclusive que había hablado con la propia candidata, quien le aseguró que su expediente no tiene mancha alguna.
A la reunión previa de los senadores panistas ni siquiera asistió Fernández de Cevallos. La sesión fue presidida por Jorge Zermeño, quien encabeza la Comisión de Justicia, en la que se dictaminó que las tres candidaturas eran legalmente procedentes.
Ahí, Carlos Medina Plascencia advirtió que votaría contra Luna Ramos porque tenía elementos para probar que estuvo involucrada en la resolución de los Ramos Millán. Hubo otras impugnaciones a la magistrada, entre ellas la de Jesús Galván, quien consideró que no debió ser incluida de nuevo en la segunda terna.
Ante ello, Zermeño dijo a la bancada que el voto sería de conciencia. Ello extrañó a los presentes, toda vez que en diciembre pasado la instrucción de Fernández de Cevallos fue votar en contra de Luna Ramos.
Con las posturas ya definidas se inició la sesión. Al igual que en el pasado proceso de selección, las candidatas comparecieron ante el pleno. La primera fue María del Carmen Arroyo Moreno, quien llamó a los senadores a fortalecer el sistema de justicia mediante un proceso democrático en el que participen con responsabilidad los tres poderes de la Unión.
Sonriente, Luna Ramos repitió básicamente el discurso del 2 de diciembre pasado. Resaltó que tiene 28 años en el Poder Judicial Federal, en el que ha escalado todos los puestos, desde oficial judicial hasta magistrada de circuito.
Consideró oportuno analizar las atribuciones del Poder Judicial Federal y agilizar y reducir los procesos jurisdiccionales para cumplir mejor con el mandato constitucional de una justicia pronta y eficaz.
La tercera fue la guanajuatense Gloria Tello Cuevas, cuya intervención llamó la atención por el interés en resaltar lo limpio de su trayectoria. Dijo que ella "nunca tuvo que hacer compromisos de ninguna clase para ascender en su carrera" y que su único aval lo constituye "su entrega plena, apasionada, al trabajo". Palabras que parecían tener dedicatoria.
Sin embargo, la votación confirmó el triunfo anunciado: 82 votos para Luna Ramos, dos abstenciones " y el resto para las otras dos candidatas". Sin perder la sonrisa, rindió protesta y abandonó el salón de sesiones, Ni entonces ni al salir del Senado aceptó responder a los cuestionamientos sobre su intervención en el caso de los clientes del senador Fernández de Cevallos.
Por otra parte, en la sesión se nombró a Constancio Carrasco Daza consejero de la de la Judicatura Federal, en representación del Senado, quien sustituirá a Manuel Barquín, quien dejó el cargo en noviembre pasado. Con ello se cerró el periodo extraordinario de sesiones.
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