México D.F. Viernes 20 de febrero de 2004
Gusto entre sus habitantes por la detención
de Miguel Nazar Haro, ''pero es apenas uno''
En Atoyac renace la esperanza de saber el destino de
más de 400 desaparecidos
Es sólo el primer paso, pero es importante el
inicio Voluntad, demandan a Fox y PGR
VICTOR BALLINAS Y MISAEL HABANA DE LOS SANTOS REPORTERO
Y CORRESPONSAL
En Atoyac, Guerrero, donde la guerra sucia dejó
más de 400 desaparecidos -entre adolescentes, mujeres y hombres-,
la noticia de la detención de Miguel Nazar Haro, ex jefe de la desaparecida
Dirección Federal de Seguridad (DFS), devolvió a los familiares
de los desaparecidos la esperanza de ''saber dónde están,
o qué les pasó'', mientras que para los ex guerrilleros -algunos
de los cuales fueron detenidos, torturados y retenidos de manera clandestina-,
esto ''es apenas un paso en el camino de la justicia''.
Tita
Radilla, dirigente de la organización de desaparecidos del municipio
de Atoyac, quien desde hace tres décadas busca a su padre, Rosendo
Radilla Pacheco, dijo a este diario: ''Los familiares están contentos
con la noticia. Dicen que a lo mejor van a detener a más y algunos
podrán decir dónde están sus familiares -padres, hermanos,
sobrinos, hijos- que fueron sacados de sus casas y llevados a instalaciones
militares''.
Sin embargo, Radilla deja salir su pesar: ''Es apenas
uno, faltan muchos. Aquí en Atoyac tenemos más de 400 desaparecidos
documentados, y en todo el estado, más de 600. Es un primer paso,
pero creo que es importante el inicio. Si la Comisión Nacional de
Derechos Humanos presentó al presidente Vicente Fox un informe con
532 desaparecidos, ¿por qué -se pregunta- la Procuraduría
General de la República no actúa? No hay voluntad''.
La CNDH documentó que Rosendo Radilla fue detenido
el 25 de agosto en la carretera Acapulco-Zihuatanejo por elementos del
Ejército Mexicano, quienes lo bajaron del camión en que viajaba.
En su investigación se destacó que un informe de la Dirección
Federal de Seguridad, del 8 de agosto de 1974, dice a la letra: ''Radilla
Pacheco, miembro de la Brigada Agrarista Revolucionaria del Sur Emiliano
Zapata, detenido el 28 de septiembre de 1974 por el Ejército en
el estado de Guerrero, quedó a disposición del Ejército
Mexicano de la zona militar de esa entidad''.
Se detuvo a la cabeza...
Y en Acapulco, el ex guerrillero Arturo Gallegos dijo
que la captura de Nazar Haro es importante, porque es la cabeza de los
que participaron directa o indirectamente en la detención, tortura
y desaparición''.
Gallegos destacó que ''Nazar Haro torturaba incluso
a personas que no pertenecían a la guerrilla, así como a
militantes de los grupos armados, como Teresa Franco, Vicente Bella o Alejandra
Cárdenas; también a Antonio Hernández; este último
sí militaba en la organización guerrillera Partido de los
Pobres''.
Graciela Mijares, ex integrante de la Liga Comunista 23
de Septiembre, ex compañera de Ignacio Salas Obregón, fundador
de la liga, detenido y desaparecido, dijo que ''la captura de Nazar es
apenas un paso; es importante porque él era uno de los responsables
directos de las desapariciones y torturas. El fiscal especial para los
desaparecidos (Ignacio Carrillo Prieto) no quiere llamar a los ex presidentes
a cuentas. Unos, porque instrumentaron la política de exterminio
y desaparición de los grupos disidentes y guerrilleros; otros, porque
no investigaron''.
Acusa Mijares: ''No hay voluntad del gobierno; Fox está
al mando de las fuerzas represivas; él sabe cómo se maneja
la seguridad interna y nacional. Sólo quieren llegar a los mandos
operativos, pero ya lo dijo la CNDH: fue una política de Estado
la desaparición, tortura y ejecución de militantes de organizaciones
armadas''.
Adriana Carmona, abogada de la Comisión Mexicana
de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, organización
que llevó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
el primer caso de un desaparecido de la guerra sucia (Rosendo Radilla),
sostuvo que esto es apenas el principio. Un paso, después de 30
años de silencio, de impunidad, de protección a los responsables
de las desapariciones.
''Falta que en los procesos que se inicien se garantice
la coadyuvancia de los familiares de las víctimas. Doña Rosario
Ibarra tiene el derecho a participar, si lo desea, en el proceso, y todos
los familiares que tengan averiguaciones en contra del militar detenido''.
Realmente, anotó Carmona, es una primera señal, pero falta
ver que se concrete.
En Acapulco, Octaviano Santiago Dionisio, ex preso político
y cuya primera esposa fue detenida, torturada y desaparecida por el general
Arturo Acosta Chaparro -que inicialmente trabajó bajo las órdenes
de Nazar Haro-, dijo que ''la detención es un suceso a favor de
los derechos humanos''.
Este hecho, abundó, debe marcar el principio de
una investigación profunda, desconocida hasta ahora, que contenga
todo lo ocurrido en la guerra sucia; eso finalmente va a servirle
al estado y a muchas personas.
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