ASTILLERO

Julio Hernández López

El Ejército urge a conciliar

Encuentros cercanos con la nación
ƑNingún Nazar verde olivo?

LO IMPORTANTE NO fue la detención, para fines propagandísticos, de un viejo cómplice del sistema al que el foxismo mercadotécnico cree fácil de usar y desechar, y al que se le acabará dando salida jurídica para culpar a otros de echarle a perder a Los Pinos un presunto esfuerzo justiciero. Lo notable fue el silencioso vuelo rasante de la máxima palabra militar mexicana sobre las abandonadas parcelas de la política, y el abatido ánimo de un Presidente que cree que pintando de verde olivo las paredes de su castillo podrá conjurar las amenazas de su propio desmoronamiento.

NAZAR, QUE ES punto de confluencia de ideologías y comportamientos de quienes han creído patriótico exterminar a quienes, a su juicio, amenazaban a las instituciones, al orden. Nazar, que es la cara civil de un aparato represivo del que las fuerzas armadas han sido altamente responsables. Nazar, que es uno, el más conocido, de quienes desde lo más alto ordenaron barbaries y hoy pretenden gozar de aureolas de políticos respetables, pero también Nazar civil, que ha tenido pares y jefes en el mismo ámbito castrense desde el que se pretenden sostener desmemorias a conveniencia.

DIA DE ESPERANZAS de castigo a culpables de guerras sucias, en el que nuevamente el secretario de la Defensa Nacional ha incursionado a bayoneta calada en espacios políticos delicados. Habrán de disculpar los conscriptos lectores de esta sección que a su sargento redactor le parezcan muy importantes y sugerentes los matices discursivos, pero el orden de las palabras, el acomodo de las frases, incluso las aparentes ambigüedades o imprecisiones, le hacen ver a este paranoico tecleador una especie de involuntarias confesiones de pretensiones reales. Dijo ayer el general secretario Gerardo Vega García, durante la celebración del Día del Ejército y en presencia del Presidente de la República: "No me permitiré dejar librar la improvisación, ni someter a la emoción del momento el recalcar, recordar e insistir que nuestra nación tiene un ejército institucional; agrupación armada que tiene la fuerza de las armas para la defensa del país, mas no el poder político" (el Niño Astillero tragó saliva al llegar al anterior punto: tenemos las armas para defender al país, "mas no el poder político". Gulp. ƑQué seguiría en esa frase no dejada a la improvisación ni la emoción? ƑLa demanda de que los militares buscarían y ejercerían ese poder político?). Enseguida, el general Vega García pronunció las cuatro palabras atenuantes: "nunca el poder político". (Es lo malo de haber estudiado en escuelas de gobierno: Ƒ"nunca el poder político" quiso decir "nunca lo hemos tenido" o "nunca lo tendremos"?) Léanse las palabras precisas del titular de la Sedena y se verá que más allá del énfasis con que se hubieran leído las palabras, y del sentido que la institucionalidad sugiere, esa frase según eso tan cuidada, resulta enredada, acomodable a uno u otro sentido según se quiera leer.

PERO, DEJANDO DE lado esas piruetas de mal detective astillado, atienda el lector el siguiente párrafo: "De cara al futuro, entenderemos lo que es nuestra nación. No la perdamos, urgente es conciliar". ƑConciliar? ƑEl Ejército llama a conciliar? ƑAl secretario de la Defensa Nacional le parece que la nación está en riesgo de ser perdida y por eso hay urgencia (subraye el lector la anterior palabra, o conviértala mentalmente a negritas) de conciliar, tarea esta inequívocamente política, propia del ámbito civil, relacionada con las naturales divergencias sociales que mediante las artes de la política deben ser resueltas y encaminadas a nobles fines? ƑConciliar es una palabra que con legitimidad puede ser usada por un jefe militar en un acto militar frente a un Presidente que lo mejor que ha podido conciliar durante tres años es el sueño?

PERO, ADEMAS, SEGUN el general Vega García, "la ciudadanía demanda encontrarse, hablar y actuar más con su Ejército, y esta fuerza armada continuará saliendo más al encuentro de la nación". En otras líneas aseguró: ''la paz se caracteriza por un alto nivel de respeto irrestricto a las instituciones de la nación" (y por tanto, Ƒsi las instituciones, como la presidencial, no tienen alto nivel de respeto irrestricto, entonces no hay paz, sino guerra, o cuando menos alboroto, y entonces se justifica la intervención de autoridades distintas a las civiles?). Y apuntó tres nuevos justificantes del actuar castrense, y ya no solamente la letra estricta de la Carta Magna: "La justicia y la tranquilidad, el sentido común y la misma Constitución, marcan el desempeño de misiones complicadas en beneficio del país. No podemos, por tanto, usar el disimulo y no participar, en un esquema de lejanía".

EL PRESIDENTE DE México, el que debe conciliar, el que debe cuidar que las instituciones sean irrestrictamente respetadas, el que juró cuidar el cumplimiento exacto de la Constitución y no más, se deleitó por su parte en la contemplación de lo que él llamó una transición política tersa (pudo haber dicho que era de terciopelo), que "se ha desarrollado en paz", y que "a diferencia de muchos países, nuestra democracia no ha sufrido la amenaza de ser colapsada por la violencia". Era un discurso de circunstancias, es cierto, y todo mundo sabe que las palabras presidenciales son materia de mutación casi instantánea, pero al cierre de su intervención, Vicente Fox aseguró que el "renovado" Ejército Mexicano está dispuesto "a defender a sangre y fuego los valores de la democracia" y que "es y será un actor fundamental en el México de hoy".

ƑY NAZAR? BUENO, el show debe seguir. Ya ha sido aprehendido el gran torturador y asesino, y ahora los beneficios de las leyes que él ignoró lo llevarán por terrenos de leguleyos de los que podrá salir, porque en el fondo no hay voluntad política de justicia en Los Pinos, sino simple deseo de fabricar alternativas mediáticas de entretenimiento mientras lo sustancial es desatendido. Justicia habrá cuando sean castigados Nazar y otros, pero entre ellos también mandos militares y altos políticos. Mientras tanto, todo será parte de la gran debilidad presidencial que le ha llevado a refugiarse en los mismos aparatos de poder que dice combatir.

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