Activismo contra una injusticia

La misiva que la comunidad artística y la sociedad civil entregó el pasado martes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que intervenga en la disputa judicial que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y Beatriz Varo Jiménez mantienen por 38 obras de la pintora surrealista Remedios Varo constata que el asunto se ha convertido en una cuestión de interés público y de máxima relevancia en materia cultural, pues los cuadros exhibidos en el Museo de Arte Moderno (MAM) y que reclama como suyos la sobrina de la artista forman ''parte fundamental de la historia del arte mexicano del siglo XX", según la declaratoria que ampara su valor como monumento artístico de la Nación.

Así, la alerta en el ámbito cultural se explica porque Beatriz, quien fue ratificada el mes pasado como heredera universal de los bienes de su tía Remedios, subastó en 1994, en la casa Sotheby's de Nueva York, el cuadro de la pintora surrealista Naturaleza muerta resucitando.

No obstante ese antecedente, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal confirmó el pasado enero la sentencia que el juzgado decimotercero de lo familiar había emitido en 2003, declarando a Beatriz Varo Jiménez heredera universal de todos los bienes de la pintora, inclusive las 38 obras que resguarda el MAM.

El fallo del tribunal desechó también los argumentos del viudo de Remedios Varo, reconocido como el hombre que alentó a la pintora durante la época en que fueron compañeros, y quien, tras la muerte de la artista, invirtió dinero para formar la colección de 38 pinturas, mismas que donó a los mexicanos y que hoy son motivo de litigio.

Sin embargo, para la ley esta donación no existe, porque Walter Gruen no puede acreditar el pago que hizo por cada una de las obras.

Al respecto, conviene recordar que el viudo tampoco pudo reclamar la herencia de Remedios Vario en un juicio sucesorio instaurado en 1992, porque no había pruebas de su unión con la pintora, toda vez que la figura de ''compañero sentimental" no es válida para la ley.

Esa percepción de injusticia ha movilizado a un centenar de personalidades, entre ellas Elena Poniatowska, Ramón Xirau y Raquel Tibol, quienes en la carta de referencia pidieron que el máximo tribunal del país ''especifique en qué consisten los derechos de Beatriz Varo como heredera universal, pues la colección es patrimonio nacional y no debe estar en riesgo".

Para hacer valer las 38 obras como patrimonio de la nación, el INBA interpuso sendos recursos de apelación que se perdieron en el Distrito Federal, y el instituto ha recurrido entonces a una demanda de amparo, ahora en curso, cuya resolución es competencia del Poder Judicial de la Federación.

Se trata entonces de una instancia definitiva en el contexto del juicio sucesorio que entabló la sobrina de Remedios Varo. En el más reciente, Walter Gruen reveló que ante las magistradas responsables del caso (Yolanda de la Cruz, Rebeca Florentina Pujol y Adriana Canales) los abogados de Beatriz Varo le propusieron un arreglo extrajudicial, consistente en dividir y vender la colección de Remedios Varo que se encuentra en exhibición permanente en el MAM. Finalmente, las magistradas fallaron en contra del INBA.

Los firmantes advierten que una sentencia desfavorable al Instituto Nacional de Bellas Artes ''haría cómplice de despojo a las autoridades que emitieran el fallo".

La carta enviada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin embargo, todavía no ha recibido contestación.

YANIRETH ISRADE