México D.F. Jueves 19 de febrero de 2004
Presenta el sargento retirado José Almada
denuncia en los tribunales de Morón
Admite ex militar argentino que varios rebeldes fueron
ejecutados en La Tablada
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 18 de febrero. El sargento retirado
argentino José Alberto Almada, quien participó en la represión
del intento de toma del regimiento de La Tablada, en enero de 1989, por
integrantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP), dirigidos por el
ex jefe guerrillero Enrique Gorriarán Merlo, admitió que
varios prisioneros de este grupo "fueron so-metidos a torturas y a ejecución
sumaria" por los militares que los detuvieron.
Almada
estuvo acompañado por Gorriarán Merlo en una conferencia
de prensa, en la que el ex militar anunció que ya presentó
una denuncia en este sentido ante tribunales de la localidad de Morón,
el municipio donde estaba el cuartel de La Tablada, después de intentar
que el ejército informara la verdad sobre lo ocurrido.
"El dolor no tiene bandos" dijo Almada, quien fundamentó
su denuncia en que había jurado "lealtad a la Constitución".
El ex sargento era operador de comunicaciones cuando en
La Tablada se libró una batalla campal entre el 23 y el 24 de enero
de 1989 que dejó casi medio centenar de muertos de uno y otro bando,
heridos y detenidos y desaparecidos en las filas del MTP.
Almada sostuvo que entonces fue testigo de "situaciones
que no guardan relación con las conductas de un soldado en combate
con personas que deponen las armas y tratan de rendirse o entregarse".
Confirmó así que los guerrilleros detenidos
fueron tratados salvajemente y que la recuperación del cuartel se
pudo haber logrado negociando sin "quebrantar la vocación del combate
de los atacantes con mecanismos que quienes estudiaron conocen".
El militar retirado dijo que era perseguido por sus superiores
debido a su insistencia en aclarar los hechos, y que el ejército
lo ha hecho objeto de arrestos domiciliarios, sanciones y confinamientos
que lo llevaron a retirarse de esa institución. "Tenemos que encontrar
los caminos para reconciliarnos y eso se hace diciendo la verdad", dijo
al solicitar una investigación interna en el ejército.
Almada narró que en su lugar de operador escuchó,
por ejemplo, que un militar en La Tablada avisó a sus superiores
que había dos rebeldes capturados y que le respondieron que los
"pusieran fuera de combate", lo que significaba matarlos.
La Corte Interamericana de Derechos Hu-manos ya ha establecido
que tras ser reprimida la rebelión hubo fusilamientos sin juicio
y torturas contra los militantes detenidos, además de las desapariciones
de varios de sus dirigentes, cuyos cadáveres aparecerían
varios años después.
Asimismo, varios integrantes del MTP estuvieron largo
tiempo recluidos en la cárcel (algunos más de una década),
y fueron dejados en libertad en los últimos años con fuerte
oposición de las fuerzas armadas y de seguridad, aunque su prisión
violaba las leyes internacionales.
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