México D.F. Martes 17 de febrero de 2004
Premio Primera Novela UNAM-Alfaguara por Las
fugas paralelas
Invoca Octavio Vinces la tolerancia para revertir la
violencia social en AL
No debemos soslayar ese flagelo, pues todos somos responsables,
considera el escritor
Se presenta el sábado en la Feria Internacional
del Libro del Palacio de Minería
CESAR GÜEMES
Los primeros siete meses de 2003 cambiaron la vida de
Octavio Vinces, abogado de profesión, nacido en Perú y naturalizado
venezolano.
En ese lapso dio cuerpo a Las fugas paralelas,
libro con el que obtuvo el Premio Primera Novela UNAM-Alfaguara y que el
próximo sábado presentará en México en el contexto
de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Uno de los temas reflejados en Las fugas paralelas
es la violencia social. Al respecto, Vinces expresa: ''En Latinoamérica
no debemos continuar matándonos entre nosotros, sino que es preciso
convivir con tolerancia, lo cual es apelar a la filosofía política
más elemental, al contrato social básico".
El contacto inicial del escritor con la creación
literaria data de hace al menos tres lustros; en ese tiempo ha ejercido
casi secreta, pero cotidianamente la poesía:
''A
pesar de esa dedicación, siempre sentí que mi vocación
era la de novelista. En 2003 me lo propuse como un objetivo de Año
Nuevo. Y todo pasó muy rápido: escribí la novela en
siete meses, la envié al concurso, ganó y ahora estoy en
México ya con la obra impresa".
-Proponerse hacer una novela el día 1º de
enero, ¿no es como plantearse construir un velero en un año?
-Es parecido, sí. Pertenezco a una generación
que valora mucho la seguridad, quizá porque vivimos en una sociedad
que ya no es tan solidaria como antes.
''Luego, la seguridad está necesariamente relacionada
con la economía. Llegado el momento de las definiciones, opté
por estudiar derecho en vez de letras, con la idea de tener un medio de
subsistencia más fáctico. Al margen de eso, busqué
la posibilidad de escribir una novela.
''De modo que fue una labor postergada a lo largo de varios
años. Finalmente apareció dentro de mis intenciones de Año
Nuevo para 2003.
''Lo importante fue, me parece, que me decidiera a hacer
la novela, que atendiera ese pendiente."
Las fugas paralelas, detalla Vinces, es un libro
de ficción que se alimenta de la realidad: ''En mi caso provengo
de una circunstancia social y familiar concreta en la cual viví
durante muchos años cercano a la violencia política y sus
consecuencias.
''Eso me llevó a hacer una novela comoLas fugas
paralelas, en la que la violencia es coetánea y contemporánea
de los personajes. Me pareció que era importante no soslayar la
violencia social, porque a final de cuentas es una realidad en la que todos
estamos involucrados. En ocasiones se trata de ver a la violencia como
algo creado por seres lejanos, pero como sociedad todos somos responsables."
Por el reconocimiento de las diferencias
-Al parecer el tema de la guerrilla, como en su momento
pasó con otros movimientos similares, regresa a la novela.
-Es uno de los temas de mi trabajo, pero no el principal.
Es una parte necesaria para explicar muchas de las acciones que realizan
los protagonistas de la obra.
''En mi caso no tengo ninguna relación con la guerrilla,
ni mucho menos; además, soy una persona que por definición
me opongo a cualquier uso de la violencia en la política.
''Y más que la negociación, pienso que como
sociedades hemos de llegar a una circunstancia de comprensión de
nuestra propia realidad, aceptándola. Eso implica reconocer nuestras
diferencias y entender que en Latinoamérica no debemos continuar
matándonos entre nosotros, sino que es preciso convivir con tolerancia,
lo cual es apelar a la filosofía política más elemental,
al contrato social básico."
Durante la gestación de su primera novela, Octavio
Vinces partió del conocimiento del mundo concreto, pero también
de su naciente vena como narrador:
''Una investigación sociológica como tal
no la hubo. La novela se alimentó mucho de mis propios recuerdos,
de mis lecturas, pero no de una indagación formal. Es mucho más
espontánea en ese sentido.
''He tratado de confiar en el instinto y dejado que los
relatos cobren vida propia sin ejercer presión hacia los personajes.
Claro, me dejé llevar por el instinto sin mentir, al contrario,
Las fugas paralelas es un ejercicio de honestidad."
-Obtener un premio importante con la primera novela con
seguridad creará alguna responsabilidad hacia el lector. ¿Tiene
ya solventada esa parte del trabajo?
-Estoy consciente del compromiso que se me generó
para con los lectores, y por eso puedo decir que no pienso abandonar la
literatura, al contrario, trabajo ya en el proyecto de una segunda novela
y lo hago con enorme devoción y responsabilidad.
''Desde luego, no puedo dejar mi desempeño en la
abogacía porque pertenezco a una clase en la que no es posible pensar
en ninguna herencia ni nada parecido. En todo caso, quien llegue a interesarse
por mi trabajo ha de saber que en mí tiene a un escritor que respeta
la palabra impresa.''
Las fugas paralelas se presentará el sábado
21 a las 18 horas en el salón de actos del Palacio de Minería,
con los comentarios de Sandra Lorenzano y Ramón Córdoba.
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