México D.F. Domingo 15 de febrero de 2004
Opera esotérica permanecerá abierta hasta el día 22 en la galería José María Velasco
Miguel Canseco recupera mediante su pintura el sistema de arquetipos del tarot
MERRY MAC MASTERS
A pesar de ser un ''escéptico'' de la brujería, cuando el pintor Miguel Canseco empezó a leer el tarot se dio cuenta de que era, como lo llama Junger, un sistema de arquetipos, un método con el cual se podía hilar historias que provocaran en el espectador/lector una cierta introspección: revisar esos mismos personajes pero en su interior.
Canseco (ciudad de México, 1975) se mudó hace dos años a Torreón, Coahuila, porque aquí se sentía "muy saturado". Allá dirige El Chanate, el primer taller de grabado de Torreón. Dar clases fue como ''aprender y desaprender'' con sus alumnos. Se dio la libertad de dejar a un lado lo ''muy académico''. Si invitaba a sus alumnos a experimentar, cómo no hacerlo él también. De allí su trabajo en torno al tarot.
Debido a que el tarot se refiere a distintos personajes, tituló como Opera esotérica a la exposición que presenta hasta el 22 de febrero en la galería José María Velasco (Peralvillo 55, Morelos). Como cualquier ópera, tiene ''sus malos, sus buenos, sus catástrofes, sus bienaventuranzas''.
Pero es una ópera que queda oculta en cierta medida, porque el tarot "no se puede interpretar con precisión. No es un lenguaje científico, sino que es como la sicología. Es meterse allí, donde no hay luz", asegura el artista. La muestra se divide en cuatro series: El tarot de los ciegos (pintura), El tarot de Tacubaya (dibujos), El tarot de los pobres (grabados) y El tarot de lodo.
La obra de Canseco siempre ha tendido hacia lo oscuro: ''Uno de mis maestros es Arturo Rivera; he trabajado mucho en Amatlán 26 con su grupo de alumnos. Entonces, hay un interés común por lo oscuro, pero en mi caso se ha ido hacia lo esotérico, tal vez no entendido como algo macabro, siniestro, sino oculto. Son alegorías que siempre quedan abiertas, pero también cerradas.
''Uno puede decir es un pájaro, es un hombre con una herida y es agua, pero por qué están todos juntos.Tampoco es surrealismo, sino un lenguaje metafórico que evoca algo más. En una mesa uno despliega el diablo, la torre, las espadas, el agua, la luna, y lo tiene que hilar en una historia, pues es un ejercicio mental precioso.''
A Canseco le causa "conflicto" ver que todos los compañeros de su generación "trabajan en medios alternativos", y le hace sentir como un "atrasadillo que hace dibujo". El joven artista ha encontrado en Arturo Rivera a alguien que disfruta el dibujo y que tiene "una obra contemporánea, aunque está anclada en técnicas muy antiguas".
El entevistado también reconoce como maestro a José Fors, a quien invitó a Torreón: "Lo conocía como un dibujante realista, pero al llegar a Torreón me di cuenta que tiene una obra naïf que me conmovió. Le pregunté al respecto y me dijo: 'cuando tú aprendes el academicismo, aprendes a dibujar como tu maestro y a la vez como su maestro dibujó'. Y te vas en línea hasta Rafael. En lo visual no aportas más que una técnica depurada.
''Para mí, cuando uno aprende a dibujar es como andar en bicicleta: ya no tiene mayor chiste. Viene ya el reto de armar una iconografía propia.''
El día de la clausura, a las 13 horas, el artista dará una plática sobre su obra y el tarot.
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