México D.F. Domingo 15 de febrero de 2004
Marchan 30 mil personas en apoyo al referendo
revocatorio contra Hugo Chávez
Fracasó intento por presionar al Consejo Nacional
Electoral: José Vicente Rangel
Exige el presidente del organismo comicial el retiro
de chavistas que sitian el edificio
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 14 de febrero. Miles de opositores marcharon
hoy por las calles de Caracas en apoyo a su pedido de someter a referendo
la continuidad del mandato del presidente Hugo Chávez, sin que se
registraran incidentes de violencia y sin lograr su objetivo de llegar
hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El
vicepresidente de Venezuela, José Vi-cente Rangel, elogió
la actitud "cívica y pacífica" de la marcha de la oposición
política, y calificó como un "fracaso" de los manifestantes
su intento por presionar a la junta electoral con su reclamo de "agilizar"
la realización de la consulta popular, por lo que consideró
que se "acabaron las presiones indebidas al CNE".
Tras criticar al sector "radical, golpista y terrorista"
de la oposición, al que atribuyó la intención de crear
caos ante el CNE, reivindicó como "éxito" del gobierno el
desarrollo pacífico de la marcha, al desistirse de arribar hasta
las puertas de la institución para evitar confrontaciones con los
chavistas apostados en la ruta.
Al menos unas 30 mil personas, según estimaciones
de la agencia Afp, desfilaron luego de que los opositores se movilizaron
desde cinco puntos de la ciudad hasta converger en las inmediaciones del
centro-este capitalino, a un kilómetros de la sede del consejo electoral.
Frente a esa zona sólo hubo escaramuzas menores
entre opositores y chavistas.
Al no alcanzar su plan de llegar a las puertas del CNE,
grupos radicales de la oposición increparon a los alcaldes opositores
que iban en la marcha, Leopoldo López y Henrique Capriles, de los
municipios capitalinos de Chacao y Baruta, respectivamente.
"¡Nosotros les dimos los votos y exigimos llegar
al CNE!" y "¡No aguantamos más!", eran algunos de los gritos
a los alcaldes, a quienes exigían traspasar los cordones de seguridad
establecidos por las autoridades.
En contraste, cerca de allí, en la avenida Bolívar,
el gobierno instaló un mercado popular con venta de productos de
primera necesidad, como carne vacuna, pollo y vegetales a mitad de precio,
que congregó a unas 10 mil personas.
Rangel minimizó la marcha de los antichavistas
al destacar que pese a todo se impuso la paz sobre la violencia de los
mismos sectores que en abril del 2002 promovieron el golpe de Estado de
48 horas contra el presidente Chávez, con el chavismo en la calle
y la oposición "invisible".
Por su parte, el ministro de Defensa, general Jorge García
Carneiro, reportó "absoluta paz y tranquilidad en Caracas y todos
los estados del país", y negó los rumores de malestar en
algunas guarniciones militares.
Uno de los dirigentes de la opositora Coordinadora Democrática,
Enrique Mendoza, dijo que la marcha ha servido para "defender la voluntad
del pueblo sobre la activación del referendo revocatorio presidencial",
y restó importancia a la denuncia de Chávez de tener supuestas
pruebas de un fraude electoral en marcha.
Afirmó que se mantendrán en las calles hasta
que el CNE tome su decisión sobre la consulta popular, y que irán
anunciando nuevas acciones de aquí al 29 de febrero, la fecha fijada
por la autoridad electoral para decidir la realización de la consulta.
Otros líderes opositores dijeron que se preparan
a entregar más de 700 mil constancias de firmas de personas que
signaron en Caracas, que legalmente no les serviría pero sí
como "un símbolo de defensa de la voluntad de los venezolanos".
Inclusive dijeron que tomarán "serias medidas"
si el 29 el CNE no anuncia el referendo revocatorio.
Por último, el vicepresidente del CNE, Ezequiel
Zamora, exigió el retiro de los chavistas que mantienen "sitiado"
al organismo electoral y que, dijo, han impedido el acceso a los dirigentes
opositores, y afirmó que "no sesionará más" de no
resolverse este problema.
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