Ilán Semo

Comedia electoral

Muro.- No es difícil para un miembro del Partido Demócrata moverse hoy en día en Washington hacia la franja política que ha hecho de la paranoia contra el terrorismo un expediente para conseguir apoyos rápidos y mayoritarios. Basta, por ejemplo, con criticar el ejercicio fiscal del gobierno, o el peligroso déficit, o el abandono educativo, y repetir a nombre propio el decálogo de tonterías y fantasías de las amenazas que se ciernen sobre Estados Unidos, desde el virus de las gallinas hasta el terror atómico. Una suerte de vía del menor esfuerzo para obtener consenso entre una población siempre dispuesta a escuchar que hay alguien en el mundo que le quiere quitar lo que han construido.

Hillary Clinton, cuya intuición está fuera de duda, no podía perderse la oportunidad. Donde se requiere escenografía, la actual senadora por Nueva York aparece con una sonrisa sensata y profesional. La semana pasada propuso la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México para asegurar en tiempos tan inclementes ese enorme boquete de miles de kilómetros.

Una estación radiofónica en el Distrito Federal realizó una encuesta. Transcribo un par de opiniones.

-ƑQué opina del muro que va a construir el gobierno estadunidense en la frontera? -pregunta el entrevistador.

-No sé nada -responde una joven de 17 años.

-Sí, desde Tijuana hasta Matamoros -imagina ya el reportero.

-šAy, mamita! No, por favor. Mi novio se fue a Detroit -responde la preparatoriana.

El comentarista le explica que el muro es para impedir el paso de los que se van de "acá para allá y no de allá para acá".

-Bueno, eso está bien -responde más tranquila la joven-. Así cuando vuelva, ya no se va a poder ir otra vez.

El siguiente entrevistado es un maestro albañil.

-ƑYa sabe que van a construir un muro en la frontera del norte? -inquiere el encuestador.

-No, no estaba enterado. ƑY quién está a cargo de la obra? -pregunta el maestro.

-ƑA cargo...? Quién sabe. Lo propuso la senadora Hillary Clinton, esposa de un ex presidente -confirma el comentarista.

-No, pues sí va en serio. ƑY qué tan larga va a ser la barda? -pregunta una vez más el encuestado.

-Larguísima, miles de kilómetros -exclama el reportero.

-Cuánta chamba. Oiga, dígale a la señora que nosotros se la levantamos -y siguen risas.

En ambos lados de la frontera, el encono crece día con día. Quienes corearon en el partido de futbol contra Estados Unidos: šOsama! šOsama!, pueden parecer una banda de locos. Pero todo indica que ya se han moderado. Hace dos años, cuando los ataques de los talibanes en Afganistán empezaron a mermar, llevaban camisetas con la consigna: šBin Laden, no te rajes!

Todo esto es muy deplorable. Y mientras tanto, la relación entre ambos países se halla en el peor momento acaso desde 1913. Cabría preguntarse si existe alguna correspondencia entre un gobierno incapaz de hacer el menor gesto de dignidad, disidencia o inconformidad frente a Washington y las olas de nacionalismo como arrebato que suelen afectar a la sociedad mexicana.

El que se mueve... Durante los regímenes priístas, cuando el presidente saliente era el encargado de designar a su sucesor entre quienes aspiraban a la candidatura oficial, el tapado que hacía movimientos en falso o a destiempo era retirado de la contienda. Alguien acuñó este ritual en una moraleja: "El que se mueve no sale en la foto". Por muy diversas razones, el mismo principio parece sostenerse hasta la fecha. Después del rechazo masivo a Roberto Madrazo por la forma atrabiliaria como intervino en la disputa por la reforma fiscal, el presidente del Partido Revolucionario Institucional se ha retirado a un segundo plano. Lo mismo ha sucedido en el campo de López Obrador a raíz del Nicogate. Todo indica que iniciar campañas presidenciales demasiado temprano atrae la atención de los medios sobre las candidaturas de tal manera que puede llegar a desbancarlas.

Marta Sahagún es la única que ha reaccionado en sentido contrario. Hasta ahora ha logrado revertir todos los escándalos. Veremos. ƑQué extraño arquetipo ocupa en el imaginario público una figura que sólo se ha dedicado a hacer alarde de ser la primera dama? Si tiene opiniones políticas, no las ha expuesto. De economía, educación o agricultura no se le ha escuchado un ápice. Menos sobre la reforma de Estado, la seguridad pública o la reindustrialización. En ocurrencias no abunda. La de que Fox es su "compañero y no su macho", no estuvo mal. Pero es raro escucharlo en ella. A pesar de sus fantasías arquitectónicas, Hillary Clinton es una política formidablemente articulada. Hay que reconocer que Margaret Thatcher también lo fue en su tiempo. En circunstancias más adversas, Eleonore Roosevelt y, después, Indira Gandhi mostraron virtudes políticas indudables.

ƑPero quién es Marta Sahagún? ƑEl síntoma de una decadencia? ƑEl hinterland publicitario -léase: la retaguardia- de un poder a la deriva?