México D.F. Sábado 14 de febrero de 2004
El Nobel ofreció una conferencia en el Tec de Morelia
Saramago: la democracia occidental degeneró en instrumento de los ricos
ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA CORRESPONSAL
Morelia, Mich., 13 de febrero. El escritor portugués José Saramago manifestó que la llamada democracia occidental ha perdido el propósito de servir al pueblo para ser el instrumento de quienes más tienen.
Durante la conferencia magistral El hombre y la cosa, que ofreció ayer en el Tecnológico de Monterrey, campus Morelia, y ante más de mil asistentes que acudieron a la explanada de la universidad, indicó que lo que llamamos, en término reduccionista, democracia occidental llegó a un punto en el que dejó de ser ''la forma superior de la moralidad'' pretendida por Aristóteles, en la que se establecía que la mayoría numérica de los pobres sobre los ricos limitaría el poder de éstos.
Explicó que esto se debe a que la supuesta simbiosis entre gobernantes y gobernados se perdió, porque el voto se convirtió en un acto de renuncia a la voluntad política del pueblo, que es cedida por completo a los gobernantes, sobre la base de promesas que luego no se cumplirán, porque responden en realidad a intereses de los poderes económicos.
''Con esto llegamos a que la democracia económica se transforma en una política obscena de mercado y la cultura pasa a ser una industria masificada. Creemos haber avanzado, pero estamos retrocediendo".
Indicó que detrás del ropaje de la democracia, los gobiernos demuestran que se encuentra un cuerpo autoritario disfrazado sólo con operaciones de cosmética barata; por eso el llamado a los pobres es únicamente a votar y no a gobernar.
Es por ello, dijo, que se debe discutir en todo momento sobre la democracia, para reinventarla, "porque sin democracia perderíamos las esperanzas de ver respetados los derechos humanos".
El premio Nobel de Literatura señaló que el rumbo del mundo se encuentra en manos de líderes corruptos y criminales, quienes se desenvuelven en parlamentos y gobiernos; "sin embargo, las malas experiencias de todos los días nos enseñan que el ejercicio de los gobiernos se encuentra en manos de ellos y de otros criminales que son mandatarios directos o indirectos que están conduciendo el planeta en que vivimos".
José Saramago dijo que una democracia que no se autocritique, que no se autorespete y que no se autodictamine, estará fatalmente condenada a ser equivocada.
"No estoy en contra de la existencia de los diferentes partidos; soy militante de uno. Que tampoco se mencione que soy el inventor de una receta mágica que permitirá a los pueblos vivir libres de ahora en adelante sin soportar a los gobiernos".
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