México D.F. Viernes 6 de febrero de 2004
El clero, sin legitimidad
ONG: titubeos de la SG desacreditan el trabajo de Salud
ANGELES CRUZ
El análisis y el debate sobre la píldora del día siguiente y su efectividad para prevenir embarazos no deseados ya lo realizó la Secretaría de Salud (Ssa), máxima autoridad sanitaria del país, con base en criterios técnicos y científicos, y con el respaldo de instituciones y especialistas en el tema, afirmaron representantes de organizaciones civiles de mujeres.
El señalamiento que hizo el miércoles el subsecretario de Gobernación, Armando Salinas Torre, de que se crearía una comisión científica integrada por la Ssa y miembros de la Iglesia católica para deliberar si la píldora es abortiva o no, sólo quita credibilidad a la dependencia encabezada por Julio Frenk Mora, y es una prueba más de que existe una clara injerencia de la jerarquía católica en la política pública nacional, afirmó Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir.
Guillermina Mejía, directora de la Clínica Adolescentes, refrendó que la única autoridad en esta materia es la Ssa. Ya el secretario Julio Frenk dijo que no habrá marcha atrás en la reforma a la Norma Oficial Mexicana (NOM) sobre planificación familiar, y así tiene que ser.
Dijo que en cualquier caso está fuera de toda lógica crear una comisión cuyos miembros discutirían desde cánones opuestos: por un lado los criterios técnicos y por el otro las creencias morales y religiosas.
Consuelo Mejía recordó que antes de incluir a la anticoncepción de emergencia en la NOM, la Ssa realizó durante al menos los cinco años anteriores todo tipo de consultas y estudios respecto a la efectividad del método anticonceptivo y sus beneficios sobre la salud de las mujeres. "No es algo que la Ssa se haya sacado de la manga".
En entrevista, la feminista rechazó cualquier posibilidad de que en un Estado laico, plural, tengan más peso las creencias y los dogmas de fe que los programas de salud y de población, los cuales han sido diseñados de acuerdo con los lineamientos establecidos por congresos y tratados internacionales.
Calificó de inadmisible la posición asumida por el subsecretario Armando Salinas Torre. Al parecer se olvidó que antes que católico y panista es un funcionario público, con la obligación de cumplir y hacer valer las leyes mexicanas. Su declaración respecto a que el tema de la anticoncepción de emergencia todavía no está cerrado es "muy grave", porque pretende imponer los criterios de una jerarquía eclesiástica que ya está desacreditada ante su feligresía.
Prueba de ello, dijo, son los resultados de la encuesta que Católicas por el Derecho a Decidir y Population Council realizaron el año pasado entre la población mexicana. El 88 por ciento de los entrevistados se manifestó en favor de la anticoncepción de emergencia en mujeres que han sido víctimas de violación, mientras 76 por ciento se pronunció por que la píldora esté al alcance de las mujeres que hayan tenido alguna relación sexual sin protección.
También resaltó que 80 por ciento de la población no quiere que la Iglesia católica influya en la elaboración de las políticas públicas.
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