México D.F. Viernes 6 de febrero de 2004
El cardenal descalifica la campañas gubernamentales
de salud
Hay intentos de acallar la voz autorizada de los obispos:
Rivera
JOSE ANTONIO ROMAN
Ante
miles de jóvenes católicos que abarrotaron la Basílica
de Guadalupe y en clara alusión a la píldora de emergencia,
el cardenal Norberto Rivera denunció que existen ''intentos de acallar
la voz autorizada de los obispos''. Aseguró que en las pretendidas
campañas en favor de la salud pública, promovidas por el
gobierno federal, la sexualidad humana se ve reducida "a un mero acto instintivo
o sólo placentero".
En un capítulo que parece haber perdido la Iglesia
católica, el de la actualización de la Norma Oficial Mexicana
(NOM), con la consecuente incorporación de la llamada píldora
de emergencia y el condón femenino a las políticas
gubernamentales de planificación familiar, el también arzobispo
primado de México dijo que el alejamiento de Dios y "otros aspectos
de la modernidad" repercuten en todos los sectores sociales, y la comunidad
de fieles católicos no es ajena a esa problemática.
Prueba de este fenómeno, agregó, es el intento
de acallar la voz de la jerarquía eclesiástica, "desacreditando
o distorsionando" su mensaje con miras a favorecer intereses ajenos a la
verdad.
Tras la actualización de la NOM por la Secretaría
de Salud, el 21 de enero, los obispos han expresado de manera reiterada
su enérgico rechazo a esta forma de anticoncepción, con el
argumento de que es abortivo. Incluso, han amenazado con la excomunión
a los creyentes que recurran al método.
Reunidos con motivo de la celebración del Día
del Joven Creyente, Rivera mencionó en su homilía que los
jóvenes enfrentan grandes retos que les presenta la ciudad de México
y el mundo actual. Para hacerles frente requieren una respuesta cristiana
con iniciativa y creatividad juveniles que abran nuevos caminos, con el
Evangelio como punto de apoyo.
''Grandes y numerosos son los areópagos donde diariamente
se juegan la suerte de los jóvenes, donde se difunden los valores
que mueven a las familias y a la sociedad, donde la información
a medias o la mentira repetida infinidad de veces se convierte en un modo
de manipular las conciencias y favorecer la cultura de la muerte. No tengamos
miedo a los retos; enfrentarlos es lo que nos hará estar más
unidos a Cristo", dijo.
Insistió en que una reducción o distorsión
de la sexualidad humana, como se plantea en las campañas de salud,
impide ver esta acción desde su dimensión total: como una
expresión de la dignidad personal y medio de realización
del ser humano, hombre y mujer, a través del auténtico amor,
el respeto y la paternidad y maternidad responsables.
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