México D.F. Viernes 6 de febrero de 2004
Asistieron 60 organizaciones sociales y sindicales
Unos 4 mil activistas marcharon en Puebla contra la
reunión del ALCA
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 5 de febrero. Contingentes compuestos
por más de 4 mil personas, miembros de 60 organizaciones sociales
y sindicales, marcharon por las calles del Centro Histórico de Puebla
hasta la sede donde se realizan las negociaciones del Area de Libre Comercio
de las Américas (ALCA). Allí manifestaron su repudio a la
liberalización comercial, por considerar que atiende a los intereses
de Estados Unidos y de las trasnacionales. Además, dirigentes de
la Alianza Social Continental entregaron un documento en el edificio del
Comité de Negociaciones Comerciales, donde fustigan la falta de
información y de transparencia.
Desde temprano, integrantes de la Unión Nacional
de Trabajadores encabezados por Armando Aparicio Platas, dirigente del
Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, arribaron al
zócalo, donde colocaron un par de mantas con mensajes contra la
apertura al flujo de bienes y servicios.
Sin
embargo, los organizadores no pudieron llevar a cabo un mitin en ese sitio
porque las autoridades del ayuntamiento de Puebla colocaron un corral para
ofrecer servicios de ''equinoterapia'' a personas con capacidades diferenciadas.
Trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas y
productores de la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive, con pancartas
y arengas comenzaron a tomar lugares sobre la avenida Juan de Palafox y
Mendoza, mientras al frente habían quedado los afiliados a la Unión
Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre.
Los comerciantes gritaron frases contra el gobierno federal
y los negociadores del ALCA. Al salir del primer cuadro del Centro Histórico
la marcha siguió por el bulevar Héroes del 5 de Mayo y cuando
pasaron frente al acceso principal del Centro de Convenciones William O.
Jenkins se toparon con vallas presuntamente electrificadas para impedir
cualquier intento de acercarse al edificio sede del ALCA. Atrás
de las barreras metálicas había cerca de 50 elementos de
los cuerpos policiacos de los gobiernos municipal y estatal.
Los ambulantes se detuvieron frente a ellos y les insultaron
y gritaron ''¡asesinos!'', luego avanzaron hasta la zona del templo
de San Francisco, en la avenida 14 Oriente, donde se detuvieron para efectuar
un mitin contra el libre comercio.
Los cerca de 4 mil asistentes estaban colocándose
en el área para escuchar a los oradores de la Alianza Social Continental
y de la AFL-CIO -la central obrera más importante de Estados Unidos-,
cuando un grupo de 20 jóvenes, presuntamente del Movimiento Popular
Revolucionario (MPR), quemaron un muñeco que ridiculizaba al presidente
George Bush. Cuando comenzó a apagarse arrojaron los trapos sobre
los policías que vigilaban esa entrada a las instalaciones del ALCA.
Héctor de la Cueva, líder de la Red Mexicana
de Acción Frente al Libre Comercio, pidió a los muchachos
que se tranquilizaran para escuchar el mensaje de los telefonistas, empero,
quemaron una bandera estadunidense que también arrojaron sobre las
tres filas de uniformados.
De inmediato, los elementos de esa corporación
se hicieron hacia atrás para evitar quemarse, momento que aprovecharon
esos jóvenes para arrebatar las vallas metálicas. Dos de
ellos tomaron una de las vallas y la aventaron contra los policías,
mientras otro intentaba golpear a un uniformado con un palo.
Los miembros del MPR se fueron encima de los cuerpos de
seguridad para intentar llegar hasta la sede de ALCA, pero fallaron en
su primera oportunidad. Concepción Colotla Gonzaga, dirigente de
la UCEZ, llamó la atención a los jóvenes y les pidió
que se retiraran porque los campesinos de Tepeaca, Puebla, habían
aceptado manifestarse contra el libre comercio pero en forma pacífica.
Al reclamo se sumaron Héctor de la Cueva y Armando
Aparicio, además de Elizabeth Drake, de la AFL-CIO, y Rita Amador,
de la 28 de Octubre. Mientras, los muchachos gritaban en coro ''¡se
justifica la rebelión!'', ''¡ni con tanques ni metrallas,
al pueblo no lo callas!'' y ''¡el ALCA abajo, los ministros al carajo!''
Colotla Gonzaga, molesto por la actitud de los miembros
del MPR, tomó del brazo a uno y le dijo ''¡ya bájale,
cabrón, no venimos a eso. ¿Así, cómo van a
tomar en serio nuestras propuestas?'' Al final, los dirigentes de las organizaciones
sociales y sindicales decidieron retirarse y concluir la manifestación;
la tensión no creció.
Sin embargo, minutos después Antonio Moreno, vocero
de la 28 de Octubre, informó que el contingente de comerciantes
salía en microbuses del Centro Histórico cuando un grupo
de policías intentó bajar de una de las unidades a unos jóvenes
que venían de Oaxaca. Los uniformados, que bajaron de seis patrullas
de las policías estatal y municipal, se acercaron para aprehender
a los oaxaqueños, pero los vendedores ambulantes lo impidieron.
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