Luis Javier Garrido

La parejita

El país se halla en un abierto proceso de deterioro, y mientras el desempleo y la crisis social crecen día a día y la burocracia gobernante sigue entregando los recursos estratégicos de México al capital trasnacional, como acontece ahora con el sistema bancario, en los medios no parece haber más que un tema de debate: la obsesión de la pareja presidencial por relegirse y quedarse seis años más en Los Pinos.

1. El escándalo suscitado en México por el hecho de que el diario británico Financial Times divulgara a nivel internacional, en un artículo titulado "Married to the job" y firmado por su corresponsal Sara Silver (31 de enero), algunas de las actividades a todas luces ilegales de Vicente Fox y de su esposa Marta Sahagún, para crear e impulsar con recursos del Estado a la fundación, presuntamente privada, Vamos México, y convertirla en un trampolín político para llevarla a ella a la Presidencia de la República, llama la atención porque los hechos eran plenamente conocidos en el país desde hace más de un año, se habían comentado en los medios y, sin embargo, ni entonces ni ahora han actuado las instancias competentes, como es su responsabilidad hacerlo: ni el Congreso de la Unión (por la vía política) ni el Ministerio Público (por la vía penal).

2. El resurgimiento del escandaloso asunto ha hecho patente, una vez más, que no hay cambio en México y que sigue existiendo un Presidente por encima de la legalidad, cuya impunidad beneficia también a los miembros de su familia. El Congreso debió haber intervenido a fin de pronunciarse sobre el posible sometimiento de Fox a un juicio constitucional en términos del artículo 108 constitucional y el Ministerio Público Federal para investigar a su esposa y a sus colaboradores, que no gozan de privilegio alguno, pero hasta ahora no lo han hecho.

3. El resurgimiento del escándalo, que tras la respuesta desconcertada y airada de la señora Sahagún, acusando al periódico inglés de mentir ante los micrófonos de En contraste de Televisa (4 de febrero), ha motivado artículos con nuevas evidencias de los ilícitos, tanto en la prensa nacional como en la internacional, hace evidente de nuevo no sólo lo que los diarios han subrayado: a) que la pareja presidencial, asumiendo que está por encima de la legalidad constitucional del país, a fin de crear y fortalecer a la fundación ha cometido presuntamente todo género de delitos, desde el peculado y el uso indebido de recursos públicos hasta el tráfico de influencias; b) que Vamos México transgrede también las normas de las agrupaciones privadas, pues tiene un manejo turbio y únicamente destina 70 por ciento de lo que obtiene por las presiones del gobierno a empresarios, en las obras sociales que preconiza hacer; o c) que ha actuado en la oscuridad, recibiendo dinero de origen oscuro.

4. El escándalo no muestra únicamente un asunto frívolo, como muchos lo han querido ver, aunque lo sea, que se reduciría a la situación patética de un individuo carente de entereza y manipulado por una mujer sin escrúpulos que desde su matrimonio lo ha evidenciado como tal llevándolo en dos años al más absoluto desprestigio político, y que parecería tomado de alguna de las comedias españolas, llamadas "de astracán", de principios del siglo pasado. Ni tampoco sería la simple expresión del deterioro sin límites de la vida pública del país, a pesar de que lo sea, y que mostraría el estado de descomposición de la "clase política" mexicana, carente hoy de una visión de la nación y del Estado, y cuyos principales actores parecen émulos de Bouvard y de Pécuchet, los personajes de Flaubert.

5. El nuevo escándalo de la pareja presidencial tiene otras dimensiones, que son las más graves, pues ha mostrado de nuevo a) el contubernio de Fox con una serie de intereses económicos, políticos y religiosos oscuros (ya que muchos de los donantes como de los beneficiarios de Vamos México son los mismos de los Amigos de Fox); b) su empeño obcecado en desmantelar al aparato estatal (y a la nación) entregando las funciones públicas a entidades privadas, que es un objetivo de la fundación (como se ve con las donaciones que ha hecho al sector privado de la educación), y c) sus evidentes afanes transexenales.

6. La deshonestidad de quien es el titular del Ejecutivo ha aparecido una vez más a los cuatro vientos, evidenciándolo como un individuo falaz y sin autoridad moral, que pretende confundir lo público y lo privado, y que ha aceptado que Vamos México sea a lo largo de su gobierno lo que durante la campaña fueron los Amigos de Fox: un vehículo para el tráfico de influencias.

7. El PAN, que sale en extremo desprestigiado de este lance, tiene también sin duda corresponsabilidad en los ilícitos, pues a pesar de la abierta condena de varios de sus legisladores a Marta Sahagún, su aparato se ha volcado en una operación de encubrimiento de la pareja presidencial, impidiendo con chicanas la creación de una comisión legislativa que investigara el asunto (4 de febrero), y mostrando una vez más que en este sexenio no ha tenido más función que la misma que achacaba al PRI: servir incondicionalmente al Ejecutivo, por encima de la ley y de los principios.

8. Los ilusorios afanes releccionistas de la pareja presidencial muy difícilmente van a prosperar sin embargo, y por una razón: porque en México hay un pueblo agraviado por ellos que está cada vez más consciente de lo que pasa, y por lo mismo resulta indignante que cuantiosos recursos públicos continúen siendo desviados impunemente para este objetivo.

9. Y sobre todo que la atención del país esté puesta en quienes nunca debieron llegar adonde están, y que después de este episodio han concitado la unanimidad: deben irse cuanto antes.

10. ƑO qué, ellos, que pretendieron gobernar a través de la propaganda, no han visto el repudio que este último episodio les ha merecido en todos los medios?