México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
Insta a funcionarios interesados en el tema
a presentar iniciativas ante el Legislativo
El Congreso, no jueces, puede imponer castigos mayores
a delincuentes: Azuela
Garantiza que la Corte no tiene un as escondido en la
consulta sobre impartición de justicia
ENRIQUE MENDEZ
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Mariano Azuela Güitrón, convocó ayer a los funcionarios
públicos que consideran necesarias sanciones más severas
contra la delincuencia en México a presentar sus iniciativas de
reforma al Poder Legislativo. "Ese es el único camino legítimo",
expresó.
Al dictar ayer la conferencia magistral La impartición
de justicia y la participación ciudadana, sostuvo que el debate
sobre la aplicación de "castigos mayores, no está dirigido
a los jueces, sino a los legisladores, quienes, si piensan que es correcto,
profundizarán en la reforma a las normas".
En este tema, insistió, nadie puede "avasallar
al contrario, sosteniendo lo que pretenden, independientemente de que no
tengan puntos de sustentación".
En su participación, convocado por la Comisión
de Participación Ciudadana de la Cámara de Diputados, Azuela
Güitrón agregó que aun cuando el sistema judicial nacional
"no rechaza los grandes avances del mundo" en la materia, "la única
justicia que es válido impartir a los jueces mexicanos es la que
se sustenta en el sistema jurídico nacional".
Agregó
que en el país "la justicia que se imparte es pronta, imparcial
y gratuita" y no se aplica "a latidos de 'me late que sí, me late
que no'".
Respecto de la consulta iniciada por la Corte hacia un
sistema integral y coherente de impartición de justicia, garantizó
que se tomarán en cuenta todos los trabajos que se reciban. "No
tenemos ningún as escondido para sacar después nuestro proyecto.
Yo he señalado aquí uno que otro problema, pero no me atrevo
a señalar lo que debe ser la reforma", declaró.
También consideró que en los pasos hacia
una reforma del Estado debe "dominar la racionalidad, porque, si se piensa
en el bien de México", los partidos podrán acercar posiciones
en el Poder Legislativo y los ajustes ya no estarán "al capricho
del diputado, del senador, del coordinador de las labores de cada fracción",
sino con el sustento "del bien de México".
También expresó a los diputados un reconocimiento
por las reformas a la Ley de Amparo, que buscan reducir el número
de solicitudes, con efectos "que desafortunadamente se traducen en denegación
de justicia cuando un tribunal colegiado de circuito utiliza la fórmula
de ver minucias de violaciones formales o procesales para otorgar un amparo
para efectos, y simplemente está difiriendo la impartición
de justicia, y eso es muy nocivo".
Confió en que "se dé curso" a la minuta,
la cual se encuentra en estudio en la Cámara de Senadores, "para
que la reforma pueda seguir caminando". Señaló que la consulta
iniciada por la Corte no implica que no se puedan dar avances en la materia,
y consideró que nadie puede "utilizar el pretexto de que se espera
algo extraordinario para no dar ningún paso".
A diferencia del pasado, abundó, la modernización
del sistema judicial debe implicar una participación ciudadana constructiva
e informada.
"En otras épocas, los mecanismos para transformar
el sistema de impartición radicaban en otros estilos: se buscaban
hombres muy sabios para sus aportaciones", señaló.
"En la reforma de Miguel Alemán se integró
un grupo de extraordinarios juristas, que dieron prestigio y cierto sentido
a la legitimación de la propia reforma. Con Gustavo Díaz
Ordaz, él se limitó a presentar un proyecto de la Corte.
Algo similar ocurrió con Ernesto Zedillo y no se ventiló
con una consulta, lo que contrastó con la emprendida, al estilo
de la época, de Miguel de la Madrid. Hoy, esto se debe abrir", planteó.
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