México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
Afirma que aceptará cualquier auditoría
a la fundación que preside
Sahagún: Vamos México no tiene nada que
ocultar
Nunca estaré de acuerdo con mentiras, calumnias
o difamación, dice
ROSA ELVIRA VARGAS
Para tratar de demostrar que en esta ocasión sólo
hablaba como presidenta de la fundación Vamos México, y no
en su condición de esposa del Presidente de la República,
Marta Sahagún quiso deslindar los espacios físicos. Pero
no fue muy lejos. El podio para su mensaje fue ubicado a unos pasos del
edificio donde se ubican los salones Adolfo López Mateos y Manuel
Avila Camacho, por la puerta número cuatro de Los Pinos. Exactamente
sobre la calzada de adoquín que conduce al bosque de Chapultepec.
Por esa misma puerta salió, rodeada de miembros
del Estado Mayor Presidencial que antes habían delimitado el área
por donde ella caminaría. Se excusó de responder preguntas
y enseguida afirmó que Vamos México ''no tiene nada que ocultar''.
Y en tono retador dijo que pone a disposición toda la información
-''reitero, absolutamente toda''- sobre el origen y destino de sus recursos,
''para quienes deseen llevar a cabo una auditoría con la empresa
que mejor les parezca''.
Un solo tema
Quienes cubren con frecuencia sus actividades públicas
coincidieron de inmediato en que, ayer, Marta Sahagún distaba mucho
de ser la mujer que sonríe a todos, saluda por su nombre a cada
uno de los reporteros y se detiene a charlar con ellos solícita
y hasta bromista. Lucía más bien nerviosa, esquiva y quiso
ser puntual. ''Un solo tema... les pido su comprensión; no daré
respuestas y solamente será un solo tema el que el día de
hoy pondré a su consideración'', advirtió.
Ese
tema era el extenso reportaje que el fin de semana publicó el diario
londinense Financial Times sobre presuntas irregularidades en el
manejo de los fondos de Vamos México, así como las pretensiones
políticas de su presidenta, Marta Sahagún, y las dificultades
e incluso presiones que recibió la autora del trabajo, Sara Silver,
durante su investigación.
Sahagún aseguró que su fundación
''ha cumplido en todo momento con la normatividad que rige a las organizaciones
de la sociedad civil, siempre apegada a su compromiso y convicción
de transparencia y rendición de cuentas''.
Dijo que ha instruido a la Comisión de Vigilancia
de Vamos México a que haga públicos, ''una vez más'',
todos y cada uno de los informes de auditoría realizados por la
empresa KPMG. Ahí mismo anunció que ha pedido a la fundación
que ella preside ''que dé respuesta puntual, detallada, a todas
las imprecisiones y señalamientos contenidos en dicha publicación,
misma que estará a disposición de toda la opinión
pública''.
En contraste, sin embargo, la periodista Sara Silver documenta
a lo largo de las ocho páginas de su reportaje cómo le fue
sistemáticamente negada la información sobre los estados
contables de Vamos México, y cómo, cuando por fin y luego
de varios meses de solicitarlo Marta Sahagún accedió a la
entrevista, preguntó a la reportera: ''¿Por qué la
investigación? ¿Es simplemente una tarea periodística
o hay una clara intención de determinar algo o qué?''
Y apunta que cuando la comunicadora hizo notar algunos
errores matemáticos elementales en los informes de Vamos México,
la esposa del presidente Vicente Fox prometió ponerla en contacto
con un contador o incluso el auditor, la mañana siguiente o tan
pronto como ella le hiciera llegar sus preguntas.
''Así sucedió -dice Sara Silver-, respuestas
anónimas a mis preguntas escritas fueron deslizadas bajo la puerta
de la oficina del Financial Times semanas después, en un
sobre sin remitente. Sin embargo, la fundación ofreció respuestas
siempre referidas al reporte anual no auditado y rechazó responder
preguntas sobre los estados auditados. Los contadores de KPMG no respondieron
a mis requerimientos telefónicos o de correo electrónico
para clarificar sus políticas contables -en particular para que
explicaran por qué cambiaron sus métodos entre 2001 y 2002,
pasando por alto cambios marcados en la operación, administración
y gastos de la fundación.
''Al día siguiente, cuando pregunté a la
Coca-Cola sobre su colaboración de 2 millones de dólares
para con la primera dama, uno de sus ayudantes en Los Pinos telefoneó
al jefe de la oficina del Financial Times en México, que
es mi esposo, para preguntar si yo estaba haciendo un trabajo periodístico
o tenía alguna otra misión''.
Estos y otros detalles que enfrentó para la realización
de su trabajo describe la corresponsal Sara Silver.
Pero en su pronunciamiento de ayer -del que los periodistas
fueron avisados por personal de prensa de Los Pinos- Marta Sahagún
afirmó que nunca estará de acuerdo con la mentira, la calumnia,
la difamación o el manejo tendencioso o tergiversado de la información,
si bien reiteró su ''compromiso absoluto con la libertad de expresión,
basada en la ética y en la responsabilidad''.
La esposa del Presidente agregó: ''A pesar de los
ataques que han venido, y que sé que vendrán, le digo a la
sociedad entera que seguiré trabajando con toda mi energía,
entusiasmo y amor por las mexicanas y los mexicanos que menos tienen''.
Dicho esto se retiró.
Por la tarde, su oficina de prensa desmintió que
la señora Sahagún aliente a los panistas que el pasado domingo
anunciaron que la promoverán como candidata del blanquiazul
al Gobierno del Distrito Federal.
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