México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
La Ibero desconoce acuerdos alcanzados
este mes con la representación gremial
Ofrece la UAM 3.8% de aumento salarial; es insuficiente:
sindicato
Vence en dos días el emplazamiento a huelga en
ambas universidades Personal académico de la UNAM acepta oferta
de incremento de rectoría y cancela la posibilidad de suspender
labores
KARINA AVILES Y JOSE GALAN
Las negociaciones salariales en dos de las principales
universidades de la ciudad de México -la Iberoamericana y la Autónoma
Metropolitana- se encuentran empantanadas a dos días de que venza
el emplazamiento a huelga.
Mientras,
la Asociación Autónoma del Personal Académico de la
UNAM aceptó anoche el aumento salarial de 3.8 por ciento ofrecido
por la rectoría, el mismo porcentaje otorgado al STUNAM en noviembre
pasado. De esta forma se canceló el riesgo de huelga, programada
para el domingo.
En la Ibero, las autoridades desconocieron súbitamente
acuerdos alcanzados con el sindicato, el cual reiteró su llamado
a la parte patronal a restablecer el diálogo.
En la UAM, el sindicato insistió en un aumento
salarial de 20 por ciento, consideró ''ridículo'' el ofrecimiento
de uno por ciento en prestaciones, y sostuvo que la reducción presupuestal
de esa casa de estudios sólo significó 2 por ciento de sus
recursos totales. Las autoridades, encabezadas por el secretario general
de la rectoría, Ricardo Solís, insistieron en que su oferta
corresponde ''a la disponibilidad de recursos que tendrá la institución
este año, de acuerdo con el presupuesto asignado por el gobierno
federal''.
En el caso de la Ibero, el sindicato manifestó
su desconcierto, porque el proceso de negociaciones salariales y contractuales
efectuado a lo largo del mes -durante el cual las partes sostuvieron nueve
reuniones- arrojó avances importantes, como la compactación
y profesionalización de comisiones mixtas, la formación de
una comisión de entendimiento y regularización -que incluiría
la participación de dos sacerdotes jesuitas, orden que controla
la universidad- para analizar los casos irregulares de ingreso y promoción,
y la integración de una comisión técnica evaluadora
que garantizaría la promoción y el reclutamiento del mejor
personal; sin embargo, en la sesión de ayer por la mañana
''las autoridades universitarias no habían autorizado esos acuerdos''.
El sindicato consideró que la suspensión
de las negociaciones "es una decisión lamentable'', pero reiteró
su llamado al diálogo y la reflexión. Advirtió que
la asamblea sindical, a realizarse hoy, ''será de particular importancia,
y en ella la comunidad sindicalizada reflexionará y tomará
decisiones fundamentales".
En el caso de la UAM, el sindicato anunció que
a dos meses de haber programado el emplazamiento a huelga por fin recibió
la oferta de incremento salarial, que es de 3.8 por ciento, la cual rechazó
por considerarla ''totalmente insuficiente, pues no resarce en nada la
pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores académicos
y administrativos''. El gremio también cuestionó la propuesta
de incremento salarial de uno por ciento a las prestaciones, ''que significa
una miseria, pues ese porcentaje se distribuirá entre diversas prestaciones''.
''Es la mejor y única oferta'' de la casa de estudios,
afirmó ante trabajadores Ricardo Solís Rosales, quien aseguró
que su proposición responde a las condiciones económicas
de la UAM. Además, agregó, "es el mismo porcentaje ofrecido
a otros sindicatos universitarios, y permite mantener la viabilidad económica
de la institución".
Pero el sindicato considera que las autoridades no han
brindado información sobre el catálogo de puestos de confianza,
incluyendo gastos de representación "y otras prebendas económicas
que reciben funcionarios y personal de confianza".
Calculó que más de 30 por ciento del presupuesto
se destina al salario del personal de confianza, y que en la rectoría
general por lo menos 40 por ciento de los trabajadores están dentro
de esa categoría. Además, denunció que la parte patronal
se niega a acordar mecanismos para dar certidumbre laboral al sector académico,
y no ha permitido la ampliación de tiempo a quienes trabajan sólo
medio turno.
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