México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
El presidente Hipólito Mejía descarta un diálogo con los convocantes a la huelga
Al menos ocho muertos, saldo del paro de 48 horas en Dominicana
No queremos avasallar a nadie, sólo cumplimos nuestro trabajo, dice el jefe del ejército
AFP Y REUTERS
Santo Domingo, 29 de enero. El paro general de 48 horas contra la política económica del gobierno dominicano de Hipólito Mejía se saldó hoy con al menos ocho muertos, decenas de heridos en incidentes ocurridos desde su inicio el miércoles, así como con el arresto de alrededor de 400 manifestantes.
Pese a que Luis González Fabra, portavoz de la presidencia, había afirmado que el comportamiento de la población fue "excelente", el vocero de la Policía, Ramón Rodríguez, dijo que los enfrentamientos callejeros dejaron cinco muertos este jueves. Pero ayer otros dos hombres murieron por bala y otro falleció por contusiones.
La policía de Nagua (180 kilómetros al noroeste de la capital) informó sobre un muerto durante las protestas, mientras que autoridades de La Romana (110 kilómetros al este), dijo que investiga la muerte de una persona que recibió un balazo durante un enfrentamiento entre manifestantes y una patrulla de militares y policías.
Una coordinadora de organizaciones sindicales y de izquierda convocó al paro de dos días iniciado el miércoles en demanda de medidas que pongan fin a la inflación que afecta al país, pero este jueves el presidente Hipólito Mejía dijo en el Palacio Nacional que "con la huelga perdemos todos".
Luego de ofrecer un informe al mandatario, el jefe del ejército, Jorge Zorrilla Ozuna, indicó que la población no tiene por qué temer a las fuerzas de seguridad, pues "no se trata de avasallar a nadie. Los organizadores de la huelga convocaron por dos días; nosotros sólo cumplimos nuestro deber, como lo hemos hecho siempre", sostuvo el militar.
Luego de un paro generalizado en el primer día, las calles de Santo Domingo lucen con mayor actividad, pero el tránsito vehicular sigue reducido en comparación con los días ordinarios, mientras el comercio continúa paralizado.
En las provincias la situación es tensa, sobre todo en la región norte. En el territorio nacional persiste un acentuado patrullaje de militares y policías que portan armas largas, muchos de ellos con los rostros pintados. En muchos pueblos y barriadas se han organizado movilizaciones populares con decenas de detenidos.
Exigen una moratoria al pago de deuda externa
Los huelguistas exigen declarar una moratoria en el pago de la deuda externa, prohibir por dos años la importación de bienes suntuarios y disponer impuestos selectivos a esos bienes y a los inmobiliarios. Piden también eliminar el impuesto a la comercialización de los combustibles derivados del petróleo y otras medidas que contribuyan a contrarrestar la escalada alcista en los precios de la canasta básica.
Los organizadores calificaron de "éxito rotundo" la primera jornada del paro, pero dijeron que varios dirigentes izquierdistas fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. "A Hipólito Mejía y a los organismos represivos que ha utilizado el gobierno, (decimos) que no nos van a intimidar y que esta coordinación mantiene esta huelga general de 48 horas en todo el territorio nacional", declaró la directiva de los convocantes del paro.
El secretario de Interior y Policía, Pedro Franco Badía, justificó las detenciones de líderes organizaciones sociales y de izquierda. "Tratamos de evitar algún atentado contra esos dirigentes sindicales", expresó.
El presidente Mejía dijo que las demandas de sus opositores no son viables en las actuales circunstancias y, además, descalificó el paro, por ser "perjudicial" para los sectores productivos. Por ahora, rechazó reunirse con los organizadores, al señalar que ellos no lo han pedido ni antes ni después de esta medida de fuerza.
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