Decisiva, la captura de un líder de Al Qaeda: Powell

Rechaza Washington una investigación independiente sobre el arsenal iraquí

AFP, REUTERS Y DPA

Washington, 29 de enero. La Casa Blanca rechazó hoy llamados para una investigación independiente sobre las presuntas armas de destrucción masiva que justificaron la invasión a Irak pero que hasta ahora no han sido halladas, al tiempo que el secretario de Estado, Colin Powell, estimó que la captura de un presunto dirigente de Al Qaeda apoyaría la hipótesis de Washington de los lazos entre la red fundamentalista islámica y el régimen laico del derrocado Saddam Hussein.

Powell afirmó que la captura de Hassan Guhl podría validar las declaraciones que formuló el 5 de febrero del año pasado ante Naciones Unidas, durante la presentación de las acusaciones de Washington al régimen iraquí sobre una "potencial conexión entre Al Qaeda y el régimen de Hussein".

Previamente, el jefe de las fuerzas terrestres de las fuerzas invasoras, general Ricardo Sánchez, declaró en Bagdad que la captura de Guhl era una "clara señal" de que Al Qae-da refuerza su influencia en el país, y que se estima que la presencia del veterano de Al Qaeda data de por lo menos tres meses.

El gobierno de George W. Bush había evocado supuestos lazos entre Al Qaeda y el derrocado régimen iraquí entre las acusaciones destinadas a justificar la invasión a Irak, en marzo pasado. Ninguna prueba formal de ello fue aportada desde entonces.

La captura de Guhl es prueba bastante sólida de que Al Qaeda trata de implantarse aquí para llevar a cabo su campaña mortífera", insistió el general Sánchez.

Guhl fue capturado el 22 de enero cerca de la frontera con Irán, adonde -según los estadunidenses- habría llegado para hacer un reconocimiento del terreno, organizar operaciones de la organización y establecer vínculos con los islamitas radicales.

En este contexto, la Casa Blanca rechazó los llamados para realizar una investigación independiente sobre las armas de destrucción masiva iraquíes, y por segundo día consecutivo los principales asesores de Bush dijeron que nada puede afirmarse hasta que se complete la búsqueda de largo plazo de las supuestas armas químicas y biológicas.

"Cuando tengamos un análisis completo que nos permita comparar lo que sabíamos cuando fuimos con lo que sabemos ahora (...) será hora de investigar", dijo la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice.

Reconoció que los servicios de inteligencia de su país "tenían sus límites", pero insistió en que "Hussein ya había utilizado armas de destrucción masiva, había atacado dos veces a sus vecinos, autorizaba la presencia de algunos terroristas en su país y financiado a otros" en el extranjero.

Por su parte, el portavoz presidencial, Scott McClellan, afirmó que la CIA está realizando una indagación interna, pero descartó la posibilidad de una pesquisa externa hasta que el grupo investigador termine la búsqueda de las armas iraquíes.

"Es importante dejar que el grupo complete su trabajo", agregó McClellan, y se negó a predecir si la investigación terminaría antes de las elecciones generales de noviembre.

El fracaso en la búsqueda de tales armas llevó a Bush -quien hoy insistió en que en Irak "hicimos lo correcto"- y sus principales asesores a abandonar sus alusiones al respecto en su discurso de principios de este mes sobre el estado de la unión, y el mandatario se refirió vagamente a "programas de actividades relacionadas con armas de destrucción masiva" en Irak.

La Casa Blanca se vio forzada además a realizar una amplia operación de control de daños por las declaraciones del ex director del grupo de búsqueda, David Kay, en el sentido de que es improbable que se encuentre evidencias de la existencia de un arsenal de armas prohibidas en Irak y su llamado a realizar una investigación independiente.

Los asesores de Bush llegaron inclusive a decir que fueron los medios los que exageraron la amenaza, no ellos. "Creo que algunos decidieron usar el término 'inminente'. Esas no fueron nuestras palabras. Nosotros usamos 'grave y creciente' amenaza", reiteró McClellan a principios de la semana.

Con todo, una encuesta realizada antes de las declaraciones de Kay, señala que 65 por ciento de los estadunidenses cree que la guerra fue la decisión correcta, aunque sólo 22 por ciento cree que las cosas van bien en Irak.

Esta jornada, una serie de ataques dejaron a un oficial local de seguridad muerto y 13 personas heridas, en el contexto de nuevas operaciones de la resistencia contra iraquíes que colaboran con las fuerzas invasoras.

Guerrilleros lanzaron granadas contra un grupo de oficiales en Kirkuk, matando a uno, mientras en Baquba, al norte de Bagdad, explosivos escondidos en una carretilla detonaron mientras una patrulla de los cuerpos de defensa pasaba por el lugar, hiriendo a 10 personas, dos de ellas de gravedad.

En la sureña ciudad de Basora una bomba explotó al paso de un convoy de funcionarios civiles, hiriendo a tres transeúntes iraquíes, dijeron fuerzas británicas

Mientras, el general estadunidense John Abizaid, jefe del comando central, evocó una escalada de violencia e hizo referencia a una guerra civil cuando se transfiera la soberanía a los iraquíes el próximo verano.

"Con todas estas comunidades que luchan unas contra otras, es posible una guerra civil, pero creo que es improbable", dijo Abizaid durante un encuentro con la prensa.

Además, "hay muchas personas que no quieren la soberanía (...) está lleno de baazistas que creen que su partido puede retomar su lugar, y hay terroristas que esperan hacer triunfar sus ideas en Irak".

Por otro lado, el diario saudita Al Watan dijo que Hussein padece una enfermedad aún no identificada en estómago e intestino. El rotativo, que cita una fuente de seguridad europea en Bruselas, precisó que su salud "se ha deteriorado en días recientes y empezó a comer menos cantidad de comida".