México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
Aline Pettersson
Libertad
La palabra libertad está presente en todo género de discursos. Y lo está desde la infancia. Los niños sueñan con ella. Pero ésta resulta engañosa. No podría ser de otra manera dentro de la vida social. Sin embargo, en el tiempo que hoy vivimos, el lema libertario ha servido, por ejemplo, para invadir y destruir dos países con la justificación de que los invasores van a otorgarles la libertad a su manera, es decir, a la conveniencia del más fuerte.
Pero aquí no me propongo hablar de eso que llena los comentarios en los periódicos. Quiero hablar de la postura del clero católico frente a la pastilla del día siguiente. De la amenaza de las movilizaciones para tratar de revocar su uso autorizado.
ƑDe qué manera puede el clero segar la voluntad de los que lo siguen? ƑPor qué pretende hablar de genocidio ante el empleo de dicha pastilla? ƑCon qué autoridad se manifiesta, si, sotto vocce, se sabe que la conducta sexual de muchos pastores no obedece las reglas del famoso celibato?
Pero lo que me duele es que haya mujeres que se dejen manipular por las órdenes de gente que, a su vez, manipula también la información científica. ƑPor qué serán los "castos" hombres de la Iglesia quienes normen las funciones del cuerpo femenino contra la evidencia médica y el bienestar vital de las mujeres?
Parece ser que la libertad es coartada por una postura ignorante y retrógrada. Y se amenaza con la excomunión a las mujeres o a los funcionarios de salud que aceptaron esta vía excepcional de control natal. Puedo imaginar la procesión en las calles, tal vez con una vela o una vara de azucena, como la de aquel antiquísimo varón que decidió no hacer uso de su sexualidad conyugal. Pero es que en aquellos tiempos no existía el viagra.
Aunque no he visto al clero pronunciarse en contra de este remedio. ƑSerá, entonces que aquí se cierra los ojos ante la química que permite prolongar el disfrute sexual?
Vaya que la vara (ya no de azucena) que mide no tiene el mismo tamaño en un caso y en el otro. Porque, a final de cuentas, serán los descubrimientos médicos los que ofrezcan, en ambas situaciones, un alivio. Y pensar que el alma humana se instaló ya en un óvulo tocado por un espermatozoide es francamente una exageración. Todas las mujeres han experimentado en su vida fértil alguna reacción que el médico puede considerar como accidente, medido en el sangrado menstrual, que nunca sería considerado (con la mejor buena voluntad) como un aborto. Pero el clero sabe más, dice el clero.
No es novedad afirmar que el control de la sexualidad del rebaño es el control más fuerte, pero, también, el más delicado que pueda ejercerse. El dicho que propone algo así como "hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre" me parece muy cercano a lo que ahora se intenta en el cuerpo femenino, tantas veces afrentado por la fuerza masculina. Así, pues, a las mujeres no les queda más alternativa que llevar hasta sus últimas consecuencias un coito, disfrutado o impuesto. Sólo esperar con los dedos cruzados a que no se dé un embarazo.
ƑQué pretende el clero al enajenar a las mujeres que sucumban a sus mandatos? ƑSe basa en una fe ciega hacia quienes se erigen como dueños de la verdad? Pero si precisamente es el alarde de poseer la representación de alguna "verdad" lo que ha llevado a la grey a cerrar los ojos ante el sentido común. Es lo que suele conducir a los despropósitos fundamentalistas de cualquier orden. ƑHabrá una verdad más verdad que las otras? ƑTendrá en nuestro país la Iglesia católica la exclusiva de la verdad en contra de los hallazgos de la ciencia? ƑQuerrá ese Dios que permanezca el género humano paralizado ante los descubrimientos que le han permitido una mejora en sus condiciones de vida? ƑY por qué deben ser las mujeres los chivos expiatorios de tales necedades?
Reitero, de nuevo, que me duele no sólo la intolerancia clerical, sino que ésta se apoye en la triste ignorancia del pueblo que la obedece buscando en alguna otra vida el premio por obedecer ciegamente los mandatos que violentan el cuerpo de las mujeres. El varón saldrá siempre bien librado (a menos que sea funcionario de salud con una visión más amplia), y que quizá ahora tiemble ante la amenaza de la excomunión. Porque, si bien recuerdo, los curas sorprendidos in franganti suelen ser sólo cambiados de parroquia. Para las mujeres se abre el horizonte del infierno de ingerir esa pastilla a unas horas del contacto.
Si la anunciada manifestación pública se lleva a cabo, si veré en ella a un grupo de mujeres luchando en contra del medicamento que puede cambiarles la vida, no tendré más alternativa que dolerme de su triste ceguera, de su obediencia al mandato de quienes tal vez no obedezcan cabalmente lo que pregonan. Esta ha sido secularmente la conducta privada y el discurso público.
"Benditos sean los pobres de espíritu". ƑSerá verdad? Entonces, Ƒpara qué dotó Dios a la humanidad de inteligencia? Me parece un dispendio innecesario. Y le concedo a Dios el deseo de haberle dado al hombre las herramientas necesarias para intentar, por este medio, la mejoría del estado de vida de sus creaturas.
ƑAcaso se trata de una aberración de las capacidades humanas?
Volvamos, pues, a las cavernas. Pero también podemos aceptar el no ser engañados. Ejerzamos nuestra capacidad de libertad.
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