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México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
Luis Javier Garrido
El saqueo
El gobierno foxista, aún en medio de su desastre, sigue empeñado con obnubilación en culminar la privatización de las industrias petrolera y eléctrica, la biodiversidad y escuelas y universidades, las playas y las fronteras, los servicios públicos y, como si fuera poco, ahora también del agua.
1. El gobierno de Vicente Fox ha fracasado a tres años de su imposición en su objetivo histórico de culminar la entrega de las principales riquezas básicas de México a las multinacionales y con ello el pleno control estratégico del país a Washington, en particular por las resistencias sociales que ha provocado y que no ha logrado controlar, lo que le ha generado un clima adverso en centros de poder financiero internacional, pero ello no quiere decir que no haya proseguido el proceso neoliberal de desmantelamiento de la nación y de cancelación de derechos fundamentales de los mexicanos.
2. Al cuarto año, a Fox se le ha caído la máscara del cambio y del respeto a los derechos humanos, y hoy aparece ante todos encabezando un gobierno corrupto, entregado a favorecer los grandes intereses a los que está vinculado, que no duda en reprimir brutalmente, como se vio el 14 de enero en Morelos, que con absoluta sumisión a Washington ha aceptado seguir desmantelando a la nación y entregando a las multinacionales nuestros recursos básicos, y que en nombre del neoliberalismo está terminando con los derechos sociales de los mexicanos a la salud, a la seguridad social, al trabajo, a la educación, a la tierra, a la electricidad y al agua.
3. Ha sido un gobierno que no ha entrañado nada nuevo, que ha conservado lo peor del antiguo "sistema" de poder y que se ha empeñado en destruir mucho de lo mejor que hay en el país.
4. Los empresarios mexicanos señalan de modo cada vez más abierto su temor por el "vacío institucional" que advierten, pero sobre todo por la incapacidad gubernamental para ir más lejos en las privatizaciones. La afirmación lapidaria: "Fox no existe", expresada en un documento oficial por industriales de la comunidad judía de México, quienes sostienen que "no hace su trabajo, no resuelve y vive en un mundo de absoluta irrealidad" (El Independiente, 27/1), no tiene precedentes en la historia reciente de México, pues refleja desencanto absoluto porque el foxismo no logró abrir un camino más amplio al capital trasnacional. Y es congruente con la visión que se tiene de México en diversos organismos internacionales, donde, para no ser menos, se sostiene que, para efectos de inversiones: "México no existe" o, en el mejor de los casos, "no cuenta".
5. Ha sido sobre todo un gobierno depredador que con fanatismo ideológico monetarista y extrema torpeza ha buscado seguir la línea de sus antecesores priístas y entregar recursos y servicios al capital extranjero, pero que lo ha hecho no conforme a las supuestas reglas de juego del neoliberalismo, sino con un criterio patrimonialista, atendiendo a sus compromisos de campaña y a los intereses de sus amigos, como aconteció en los casos de la industria eléctrica, del agua, de los bancos o de la industria azucarera, y eso es lo que le reprochan muchos empresarios que no han sido beneficiados por "la transición", como se asienta en el libro de Julia Preston y Sam Dillon, Opening México (Farrar, Strauss & Giroux, 2004), en el que creen descubrir el hilo negro.
6. El caso del agua, uno de los bienes estratégicos más codiciados por el capital trasnacional, es quizás de los más significativos y que menos atención ha merecido, a pesar de que Fox se ha empeñado en seguirla en-tregando en la zona fronteriza a empresas de California, Texas, Nuevo México y Arizona, y en todo el territorio mexicano a múltiples trasnacionales a las que está vinculado, y en especial a la industria refresquera. Como es el caso de Morelos, donde la concesionaria de Coca Cola es Pura Leonor Guillermo Prieto, dueña de los ingenios azucareros Tres Valles y Adolfo López Mateos, y quien tiene intereses en las 31 plantas productoras de Coca Cola en el país (Proceso 1337), a quien se ha señalado como una de las principales lavadoras de dinero de Fox en la campaña 1999-2000 a través de la real o ficticia Carlota Robinson - y como pieza clave del financiamiento ilegal de la campaña foxista- y del que ahora se reconoce como el fraude electoral de 2000.
7. En el Foro Mundial Social de Mumbai 2004, Coca Cola, a la que sigue sirviendo Fox, fue erigida símbolo de las multinacionales que saquean y contaminan a las comunidades donde asientan sus fábricas, y al día siguiente de la clausura (21 de enero) se organizó una manifestación que encabezaron la canadiense Maude Barlow, el francés José Bové y el indio Vandana Shiva, así como representantes del Movimiento Mundial contra la privatización del Agua, a la aldea del Plachimada, en el estado de Kerala, donde las plantas de Coca Cola, Sprite y Fanta están agotando los mantos freáticos y contaminando la región con pesticidas y han privado de agua para uso cotidiano a esa comunidad (Le Monde, 22/1), lo que en México ocurre en muchas regiones, como mostrara El Noticiero de Canal 2 (29 de enero).
8. El control del agua es fundamental para el capital trasnacional y ha adquirido valor estratégico en el proceso de globalización. No es coincidencia que en Irak las fuerzas estadunidenses de ocupación otorgaran al otro gigante trasnacional de las gaseosas la concesión para producir y vender Pepsi Cola, Seven Up y Mirinda en 40 por ciento del territorio iraquí para compensar que en Afganistán se privilegiara a Coca Cola (Le Monde, 29/1).
9. El movimiento alternativo no ha logrado aún definir en el mundo actual una estrategia global para detener el proceso de control de las multinacionales sobre los recursos básicos del planeta y sobre los Estados nacionales, pero es claro que, como en México, la resistencia a estas políticas de expoliación ha de venir de las propias comunidades.
10. El final del sexenio ya está marcado por esta disputa sobre el modelo de país que queremos ser, que es la clave de la sucesión presidencial adelantada de 2006.
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