México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
Cerrará filas con organizaciones independientes
Prepara el SME la defensa de la industria eléctrica
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Ante la determinación del presidente Vicente Fox de insistir en la reforma del sector eléctrico, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) aseguró que cerrará filas con todas las organizaciones independientes del país para impedir la privatización de esta industria, y advirtió que los trabajadores están preparados para enfrentar el embate gubernamental que se prevé para este año.
El SME planteó que era previsible que el gobierno foxista insistiera en esta reforma, porque la apertura de la industria es una exigencia de los organismos financieros internacionales y de las grandes firmas privadas multinacionales de la electricidad.
Afirmó que al gobierno foxista no le importa pasar por encima de la Constitución y de los intereses nacionales, ni le interesa conocer que en la mayoría de los países donde se ha aplicado la privatización de la industria eléctrica "la experiencia ha resultado desastrosa".
Planteó que el SME está listo para emprender acciones y responder a las pretensiones gubernamentales, y afirmó que ahora Fox deberá enfrentar no sólo a los electricistas, sino a otros trabajadores y organizaciones académicas, civiles, no gubernamentales, gremiales y de toda índole que no están dispuestas a otra privatización que sólo beneficie al gran capital.
El Presidente no quiere entender que "ya hay suficientes experiencias internacionales que demuestran que los mercados eléctricos privados, los más complejos creados hasta ahora, no son más eficientes que las empresas de Estado y sólo han beneficiado a las grandes empresas mundiales del ramo", indicó el SME.
Señaló que al entrar las empresas extranjeras a manejar el sector eléctrico se incrementaron las tarifas en todos los países donde se estableció este esquema. Además, hubo prácticas de colusión entre generadores de energía para especular con el mercado y disminuyó la calidad del suministro porque las empresas comprimieron costos y sacrificaron el principio básico del servicio público para buscar una rápida recuperación de la inversión.
El SME aseguró que también se redujo la contratación de personal, así como la calidad y cantidad de operaciones de mantenimiento; y la inversión fue insuficiente, porque los nuevos dueños han prestado poca atención a la expansión de redes de transmisión.
Estableció que "en algunos casos, el Estado ha tenido que intervenir para evitar daños mayores a la economía nacional, creando una tarifa social, como en Guatemala, o comprando generación privada a precios elevados y revendiéndola a precios bajos, como en El Salvador. Y a final de cuentas, los contribuyentes acaban subsidiando a las empresas privadas".
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