México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
ENTREVISTA /DULCE
MARIA SAURI RIANCHO, SENADORA Y EX PRESIDENTA DEL TRICOLOR
El riesgo de balcanización del PRI es verdadero
NO HAY EN EL PARTIDO DEBATE CONCEPTUAL, SINO DISPUTA
POR EL PODER
El primer problema después de la derrota de
2000 fue la nostalgia, pero ahora es la división (...) No hay vuelta
al pasado (...) Debemos entender que no nos corresponde ser quienes arropemos,
mediemos y cogobernemos como lo hacíamos antes
MIREYA CUELLAR
La función que la figura presidencial tenía
en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es insustituible. Ni aunque
ganara la Presidencia de la República en 2006 volvería ser
lo que fue... "¡Ya nooo! No se va a recuperar ese modelo. Pertenece
al pasado. Por ello hay que dejar de buscar sustitutos de esa figura y
asumir de una vez por todas que, como partido, tenemos que organizarnos
de una manera distinta".
La senadora Dulce María Sauri Riancho vivió
y acompañó al PRI en una de sus crisis más severas:
la derrota del 2 de julio de 2000, cuando perdió la Presidencia.
Entonces era dirigente nacional de ese partido. Le llevó varios
meses, platica, entender la nueva situación, y lamenta que la directiva
actual este enfrascada en una disputa por el poder, en lugar de abrir un
debate sobre los temas pendientes.
Ni los gobernadores ni el presidente del partido, en este
caso Roberto Madrazo, pueden ocupar el espacio, la función que tuvieron
los presidentes de la República en la vida interna del PRI, señala
la ex gobernadora de Yucatán. Y es insustituible porque el país
no va a tener un partido mayoritario de las características que
tuvo el tricolor: mayoría en las cámaras del Congreso
de la Unión, así como en las gubernaturas, los congresos
locales, los municipios...
En un PRI sin Presidente de la República, afirma,
el liderazgo sólo se podrá obtener mediante un ejercicio
colegiado de la directiva nacional.
Ser presidente nacional del tricolor, agrega, no
es lo mismo que ser su líder. La única función actual
del presidente del partido es coordinar, facilitar, orientar... en términos
reales y parafraseando un comercial de tarjetas de crédito, Roberto
Madrazo, sólo tiene "el poder de su firma", la posibilidad de registrar
candidatos que le corresponde estatutariamente, nada más.
-¿Qué
es el PRI en este momento?
-Un partido en crisis, pero ésta no se puede entender
si no partimos de una premisa: lo que está en crisis es el modelo
de organización política del país. El binomio que
le dio estabilidad y que hizo a México diferente del resto de los
países de América Latina fue un sistema presidencial fuerte
y un partido hegemónico y luego mayoritario, también muy
fuerte. El problema es que el sistema político mexicano no puede
funcionar si no tiene ambas partes. Y una parte sin la otra se debilita.
"Si partimos de que la función fundamental del
PRI ya no la tiene, que era sostener, apoyar, avalar y actuar de colchón
de amortiguamiento entre la sociedad y el Presidente de la República,
y que ahora es un partido que no tiene otra función que luchar por
el poder, entendemos su crisis. El debate interno del PRI es, en el terreno
cotidiano, entre seguir ejecutando una función que ya no nos corresponde,
apoyar, dar cuerpo, mediar... o actuar como un partido que lucha por el
poder."
-¿Podríamos decir, entonces, que la pugna
Gordillo-Madrazo tiene como fondo una idea (la primera quiere cogobernar
y el segundo dice que no tiene el PRI por qué hacerle el trabajo
al gobierno) y no sólo es una lucha interna por el poder?
-En el fondo ese es el problema, la visión sobre
el papel del partido, que no necesariamente es pura, porque está
mezclada con una serie de intereses de grupo, intereses personales y más.
Pero catalogaría las expresiones del grupo de Elba Esther en la
Cámara de Diputados como nostálgicas de la función
del pasado, la del partido en el gobierno que da gobernabilidad al país,
y las expresiones de Madrazo son las de alguien que empieza a entender
que el PRI está en una lucha por el poder, que debe actuar como
un partido que perdió el gobierno. Ello, más allá
de si Elba Esther tiene alianzas con Vicente Fox o no y de si Madrazo quiere
la Presidencia de la República.
"Creo que el partido no puede seguir ejecutando la función
histórica que había tenido, la que le dio origen, para la
que nació. Pero vemos que no hay debate conceptual, hay una disputa
por posiciones. La directiva actual no ha tenido la posibilidad o la capacidad
para abrir un espacio político para la discusión del partido."
-¿Hay en el PRI dos grupos?, ¿el de Gordillo
y el de Madrazo? ¿Cuáles son actualmente los grupos en el
partido?
-Creo que, a diferencia de lo que sucedió en los
años del binomio Presidente de la República-PRI, ahora hay
múltiples focos de poder en el PRI. Los más sobresalientes
son los gobernadores priístas, los coordinadores de los grupos parlamentarios,
podemos pensar que los presidentes municipales de las capitales donde el
gobernador no es del PRI, por ejemplo, Morelia. Tenemos a los líderes
de los sectores, especialmente del obrero y el campesino. Hay ahí
liderazgos gremiales que se preservan y, desde luego, la directiva nacional
del PRI. Que no está por encima de esos grupos, hay una relación
horizontal.
"Eso es también algo nuevo para el PRI. Las relaciones
internas eran perfectamente verticales. Los presidentes municipales sabían
que su línea de mando venía del gobernador y éstos
que arriba estaba el Presidente de la República. Los líderes
de los sectores respondían al presidente del partido y al de la
República. En el momento en que se deshace esa organización
interna ya tenemos interlocutores horizontales.
"Por eso el presidente del partido debe ser un coordinador,
para poder articular esos intereses, propiciar, facilitar la negociación
interna. No debe, no puede imponer. Ya lo estamos viendo: no dan resultado
sus intentos de imposición. ¿Qué es lo que tiene y
preserva el presidente del partido? Como en los anuncios de las tarjetas
de crédito, el poder de la firma, porque es el que registra a los
candidatos. Yo no pondría prelación ahorita, excepto por
lo del poder de la firma. En el reparto político del PRI estos son
los actores de primer nivel."
-¿Parecería que están en riesgo de
pulverizarse ante la incapacidad de cohesionar?
-El riesgo de balcanización del PRI es real.
El primer problema del partido, después de la derrota de 2000, fue
la nostalgia, pero ahora es la división. Ante un futuro incierto
la primera reacción era mirar al pasado. No hay vuelta al pasado,
eso es muy difícil de asumir, y más difícil actuar
en consecuencia. Debemos entender que no nos corresponde ser el partido
que arrope, que medie, que cogobierne como lo hacíamos antes.
-¿Hay falta de claridad en lo que se quiere?
-Sí, pero no tiene claridad el Presidente y no
la tiene el PRI. Hay dos problemas, uno del país, que consiste en
cómo va a cambiar sus instituciones para tener gobernabilidad, y
otro en el PRI, definir su nuevo papel en el sistema y su forma interna
de organización. Durante años dijimos que éramos distintos
al resto de América Latina porque aquí no había golpes
de Estado, enfrentamientos... porque teníamos un sistema político
que le daba estabilidad al país. Pero ya no existe. No existe ni
para denostarlo ni para añorarlo.
"Tenemos que dejar atrás el presidencialismo como
fue diseñado en la Constitución y ejecutado en la práctica
política. Ir a otro sistema, no sé si semipresidencial, semiparlamentario
o congresional, pero hacia un régimen en el que estemos obligados
a construir mayorías para gobernar. Quita todas las actitudes folclóricas
y las torpezas del estilo personal de gobernar del presidente Fox y el
problema estructural persiste. Este gobierno se está comiendo los
restos del capital político del sistema que ya no existe, las instancias
de mediación se están agotando aceleradamente."
-Y el PRI, ¿qué papel juega?
-Espero que tenga la capacidad de hacer en 2006 la propuesta
para dotar al sistema de un cambio estructural profundo. Lo demás,
permíteme decirte, es lo de menos. Deberá haber una asamblea
los últimos meses de este año para discutir a fondo el procedimiento
para elegir al candidato o candidata a la Presidencia de la República.
Esta directiva nacional cumple su periodo el 4 de marzo de 2006, en plena
campaña presidencial.
-¿La crisis interna parece ahondada por la pugna
por esa candidatura?
-Es uno de los problemas. El papel del presidente del
partido es coordinar. El no puede querer ser el que mete los goles, el
dueño del balón y el árbitro del juego. Por eso el
tema del mecanismo de selección del candidato a la Presidencia se
tiene que discutir y resolver en la próxima asamblea; si no se resuelve,
el PRI no va a tener viabilidad, no va a poder elegir a su candidato o
candidata sin una grave fractura interna.
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