México D.F. Domingo 11 de enero de 2004
EU trató en tres ocasiones de suavizar
disgusto argentino: embajador José Bordón
Califica Chávez de "analfabeta" a Rice
"Impresionante anacronismo", las declaraciones de la
asesora: vicepresidente venezolano
AFP
Caracas, 10 de enero. El presidente venezolano,
Hugo Chávez, calificó de "verdadera analfabeta" a la consejera
de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condolezza Rice, por acusarlo
de "no jugar un papel constructivo" en la región.
Por su parte, el embajador argentino en Washington, José
Bordón, señaló que Estados Unidos ha tratado de que
las diferencias surgidas a raíz de las declaraciones de esta semana
de sus funcionarios no afecten la relación con Argentina.
El
mandatario venezolano pidió a su ho-mólogo cubano, Fidel
Castro, enviar a Rice los libros del plan alfabetizador Misión
Robinson, que impulsa su gobierno con asistencia de La Habana, para
ver "si aprende a respetar la dignidad de los pueblos y un poco sobre nosotros".
Durante un acto oficial en Caracas,el gobernante afirmó
que la consejera "disparó su artillería indigna contra nuestro
pueblo diciendo que Chávez no debe oponerse al referendo revocatorio".
"¿Por qué Rice no mostró preocupación
por el proceso electoral dudoso en el que ganó (el presidente estadunidense
George W.) Bush? ¿Qué tiene que ver usted con el referendo?
Eso sólo nos concierne a los venezolanos, y a mí me importa
un comino la calificación que me den allá", replicó.
Rice dijo el viernes anterior en Washington que Chávez
"no está jugando un papel constructivo en la región" al apoyar
al régimen cubano y encarar "problemas bilaterales" con la vecina
Colombia.
También habló en favor del referendo revocatorio
que impulsa la oposición política antichavista para derrocar
al mandatario venezolano, e instó a Chávez a hacer "lo que
le pide su pueblo".
Más allá del duelo verbal con Rice, Chávez
acusó a Washington de propiciar el fracaso de la venidera Cumbre
de las Américas en Monterrey, pues en los últimos días
"ha comenzado a disparar todos los cañones de manera irracional
contra los gobiernos de quienes considera sus vecinos".
Chávez aplaudió a su colega argentino, Néstor
Kirchner, por la respuesta que dio a las críticas estadunidenses
por su política hacia Cuba, y cuestionó las "arremetidas"
de Washington contra Brasil, "porque allá hay un líder obrero
digno".
Añadió: "Deben aceptar que en este continente
se acabó el tiempo de los gobiernos cobardes subordinados a Estados
Unidos".
El mandatario negó que un supuesto eje La Habana-Caracas
haya financiado la revuelta popular que en octubre del año anterior
derrocó al presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada.
Declaraciones fuera de época
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel,
también fustigó este sábado las declaraciones de Rice,
al calificarlas de "impresionante anacronismo" y de estar "atadas" a la
época de la guerra fría.
Rangel consideró que la Casa Blanca tiene un "enfoque
obsoleto" sobre América Latina, y lamentó que tenga "asesores
con mínima capacidad de análisis y de información
sobre las nuevas realidades" en la región.
El vicepresidente señaló que no está
claro si las declaraciones de la asesora tienen "plena autorización"
de Washington o responden a "instrucciones de la disidencia cubana que
actúa en Miami".
Agregó que si Estados Unidos insiste en criticar
a los gobiernos latinoamericanos, como Argentina, Brasil o Cuba, "podría
aislarse de la región".
El viernes, tras las declaraciones de Rice, el canciller
Roy Chaderton las respondió punto por punto y evocó incluso
que su gobierno tiene un video con declaraciones de Rice cuando se produjo
el golpe de Estado en Venezuela, el 12 de abril de 2002.
Este vuelco de las relaciones entre Caracas y Washington
se produce tras un corto periodo de cese de hostilidades, cuando en noviembre
anterior Chávez informó que tenían "una mejoría
notable" y auguró el cese de la diplomacia de micrófonos,
con mayores contactos entre ambos gobiernos.
En diciembre visitó Caracas el subsecretario adjunto
de Estado para América Latina, Peter Deshazo.
El embajador de Argentina en Washington, José Bordón,
dijo hoy que, más allá de la críticas de un funcionario
del Departamento de Estado a su gobierno, Estados Unidos procuró
evitar que las diferencias sobre Cuba dañen su relación con
su país.
Bordón analizó que el malestar del go-bierno
argentino por críticas a su política exterior formuladas
por el responsable de la diplomacia estadunidense para América Latina,
Roger Noriega, mereció tres respuestas de las autoridades estadunidenses.
"En una, hace 72 horas (lo hizo) el vocero del Departamento
de Estado; hace 48 horas, el señor (secretario de Estado Colin)
Powell, y en el día de ayer (viernes), la directora del Consejo
de Seguridad, Condolezza Rice", precisó el embajador.
Bordón dijo que en las tres oportunidades fueron
ratificados tres conceptos, el primero de los cuales fue "el respeto y
acompañamiento que Estados Unidos está haciendo del esfuerzo
argentino de fortalecer la democracia, resolver la crisis y seguir creciendo
económicamente".
Agregó: "Segundo, ratificar la política
de Estados Unidos respecto de Cuba, y en tercer lugar evitar que las diferencias
que ha habido en este tema compliquen la relación entre ambos países".
Noriega había dicho el martes en Nueva York que
estaba "desconcertado" por el "giro a la izquierda" de Argentina, y en
particular por su política hacia Cuba, que "es motivo de preocupación
y decepciones" en Estados Unidos, lo que provocó especulaciones
de que el tema sería motivo de la inminente reunión entre
Bush y Kirchner.
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