México D.F. Domingo 11 de enero de 2004
El BID ofrece al país líneas de
crédito hasta de mil 500 millones de dólares
Sugiere Iglesias a México insistir en las reformas
para aumentar competitividad
Plantea políticas sociales para compensar a perdedores
de la apertura y negociar en bloque
FABIOLA MARTINEZ Y DAVID CARRIZALES ENVIADA Y CORRESPONSAL
Monterrey, NL. 10 de enero. El presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, sugirió a
México insistir en las reformas de los sectores energético
y financiero como vía para hacer la economía nacional más
eficiente y no perder una "oportunidad histórica".
A los países que participarán aquí
en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, a realizarse el 12
y 13 de enero, los instó a "asumir que la mejor alternativa (para
alcanzar acuerdos comerciales benéficos) es la negociación
conjunta" y no excluir "las políticas sociales que compensen a los
perdedores (de la apertura), que siempre los hay". Además, dijo,
deben aprobarse reformas del Estado que aseguren la gobernabilidad y establecer
una nueva relación entre gobierno y empresas.
El presidente del organismo financiero ofreció
una conferencia magistral en el último día del coloquio académico
El futuro de las Américas, organizado por el gobierno de Nuevo León
y universidades públicas y privadas. El objetivo del foro es incidir
en los compromisos que surjan de la cumbre regional.
En
la preparación de la declaratoria final los países podrían
incluir un punto para solicitar al BID que triplique el monto de los créditos
otorgados a las pequeñas y medianas empresas. Al respecto, Iglesias
sostuvo que para 2007 la institución podría triplicar los
créditos para micro, pequeñas y medianas empresas. En América
Latina, explicó, hay 50 millones de establecimientos de este tipo,
los cuales generan ingresos para 150 millones de personas.
La institución, insistió, tiene recursos
para canalizarlos mediante la banca comercial o la oficina del BID para
el sector privado, con garantía del Estado.
México, detalló, dispondrá de entre
mil y mil 500 millones de dólares para que el gobierno federal lleve
a cabo distintos proyectos sociales. Las líneas de crédito,
explicó, ya están autorizadas y su monto dependerá
de lo que el país decida usar.
El año pasado el BID aprobó créditos
por 6 mil 800 millones de dólares y desembolsó en total 8
mil 60 millones. De ese monto, el sector privado recibió 33.9 millones
de dólares en préstamos y garantías directas y 231
millones fueron préstamos sindicados entregados por medio de diversas
instituciones financieras y 17 millones mediante el Fondo Multilateral
de Inversiones (Fomin).
Respecto de la frustrada reforma fiscal promovida por
el gobierno foxista, el presidente del BID dijo que el rechazo a este tipo
de cambios es "un proceso generalizado" en toda la región; sin embargo,
insistió, "es necesario hacer más cosas para poner a los
países al día frente a los nuevos desafíos".
Es importante, destacó, llevar adelante reformas
que permitan mejorar la eficiencia de las economías en el campo
de la energía, los transportes y el sector financiero. La economía
de México, dijo, está avanzando. "Las cosas no se pueden
hacer de un día para otro, pero lo importante es que se siga trabajando
en ello. De ninguna manera hay plazos fatales", comentó.
Ante un numeroso auditorio de políticos, empresarios
y académicos que acudieron al Museo de Arte Contemporáneo
de esta ciudad, Iglesias emitió diversas recomendaciones pero sobre
todo insistió en la importancia de que las naciones "aprendan a
negociar y negocien bien" los acuerdos comerciales y, en este sentido,
realicen un trabajo de introspección para ver los rasgos de vulnerabilidad
que enfrenta cada una de sus naciones, sobre todo porque los próximos
dos años serán cruciales para el proyecto económico
y de relaciones internacionales en América Latina.
Hay tres grandes preguntas -dijo- ¿cómo
prepararnos para las economías abiertas?; ¿cómo negociamos?
y, además del comercio, ¿cómo serán nuestras
relaciones internacionales?
Al respecto precisó que un tema básico es
la competitividad y la capacitación "para saber enfrentar a la economía
abierta" y, en particular, conservar la disciplina y estabilidad macroeconómicas.
Incluso, expresó Iglesias, cualquiera que sea la crítica
(de los políticos que ocupan los cargos más importantes en
el gobierno) todos respetan el control de la inflación, el tipo
de cambio real y tienen reformas fiscales en curso".
Ante factores como el ingreso de China en los primeros
niveles del escenario comercial mundial, deben aplicarse apoyos a las pequeñas
y medianas empresas para que éstas eleven su productividad, pero
sobre todo, dijo, asegurar la gobernabilidad de las naciones y dotar de
mayor transparencia al Estado a través de "marcos regulatorios confiables".
Por lo anterior, advirtió, de cara a la integración
regional, es mejor negociar en conjunto que por separado. "Es importante
que América Latina asuma que lo mejor es la negociación conjunta".
Persisten rezagos sociales
En el primer panel del día, Nancy Birdsall, directora
del Centro para el Desarrollo Mundial, advirtió que a pesar de que
los países de la región han aumentado el gasto social, no
se están resolviendo problemas fundamentales.
Es decir, explicó la ex vicepresidenta del BID
y doctora en Economía, continúa una amplia desigualdad entre
la población, toda vez que sólo 10 por ciento de los hogares
pueden ser considerados de "buenos ingresos"; en Brasil, por ejemplo, 80
por ciento de las familias son pobres o están muy cerca de la línea
de pobreza, aun cuando se trata de una de las economías más
fuertes y con experiencia en apertura comercial.
Lo mismo ocurre con otras naciones en donde aun el sector
mejor colocado mantiene ingresos que son considerados como nivel de clase
media, mientras que su nivel educativo sigue en los mismos estándares.
Es por ello, señaló Birdsall, que se requiere
de un "contrato social moderno" que incluya una política fiscal
"brillantes", es decir, reducir la evasión fiscal, las exenciones
y "otros agujeros". Todo el gasto público debería ser sometido
a mayor escrutinio para mejorar los servicios públicos; además,
aplicar una "flexibilidad laboral progresista" que incluye que los sindicatos
promuevan mejores condiciones para sus representados y no sólo se
muevan "en la grilla".
James K. Galbaraith, de la Universidad de Texas, se refirió
a la propuesta migratoria del presidente George W. Bush; comentó
que "nada nos dice que el reclutamiento de trabajadores (migrantes) haga
referencia a mexicanos. Puede ser que se prefiera a aquellos que pueden
aceptar menos salario", por lo que la propuesta puede derivar en una reducción
de las condiciones laborales. Recuerden, dijo, que los chinos, por ejemplo,
han conservado la capacidad de vivir mejor con menos.
Por su parte, Pater Hakim, presidente de la organización
Diálogo Interamericano, especialista en temas de la región,
lamentó que el tema del ALCA pretenda ser eliminado de la declaratoria
de la Cumbre Extraordinaria de la Américas porque lo más
importante es avanzar en la integración económica del continente.
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