El preparador pidió no distraer a la atleta con invitaciones a actividades sociales

Ana Guevara dejó plantado a su entrenador Raúl Barreda

ABRIL DEL RIO

Raúl Barreda, reconocido por Ana Guevara como la mancuerna en la elaboración de sus victorias, se quedó ayer plantado por la corredora al lado de la pista del Centro Deportivo Olímpico Mexicano.

"Es preocupante; al menos hubiera avisado", expresó el técnico de origen cubano, Premio Nacional de Deportes 2002, cuando a las 5 de la tarde dio por sentado que la actual reina mundial de los 400 metros planos no acudiría a la cita, pactada a las 11 horas.

Pero lejos de señalar la falta disciplinaria de su pupila, Barreda lanzó un llamado a patrocinadores, políticos y medios de difusión a colaborar para no distraer a la atleta con invitaciones a actividades sociales que han afectado su preparación.

No es la primera vez que el técnico se ve obligado a cambiar o aplazar planes sin previo aviso.

"Yo quiero dar esta voz de alerta. Todos debemos contribuir y qué bueno que las autoridades den su apoyo. Todos debemos poner los puntos sobre las íes.

"Ana entrena bien, pero tiene muchos compromisos sociales", señaló Barreda, reflejando cierta impotencia en el rostro y haciendo un esfuerzo por no enfadarse por el incumplimiento de la velocista.

Barreda se molestó al ser interrogado sobre si ha perdido el control o la autoridad de entrenador sobre Ana Guevara.

"Aquí cada quien sabe lo que debe hacer y ella sabe qué hacer para mantenerse donde se encuentra", aseguró, y reiteró su confianza en que "estamos preparados para ganar la medalla de oro, y si nos toca la de bronce, también, pero trabajando."

No obstante, en su momento anotó que, como en México se vive "una gran democracia, llegado el momento Ana tiene todo el derecho, si así lo desea, de cambiar de entrenador".

Barreda tenía noticia de que Guevara regresó a esta ciudad el martes por la noche, aunque no tenía manera de comunicarse con ella, por lo que dijo que volvería a llamar a Hermosillo.

Respecto a la sorpresa que la víspera dio la rusa Natalya Nazarova, al mejorar la marca mundial en 500 metros bajo techo, el entrenador destacó que es algo "muy positivo, porque así Ana sabrá que tiene rivales.

"Cuando un atleta está solo su meta es limitada, así que esto la puede motivar a retomar la seriedad del entrenamiento", apuntó.

Sin más que hacer, Barreda se retiró a su habitación en el mismo CDOM, donde este viernes volverá a esperar a la atleta, para quien tiene planeado un campamento de 21 días en Mérida, desde el domingo.

Está pendiente por decidir una escapada a La Habana, donde espera a Ana por segundo año la entrega del premio a la mejor deportista en la encuesta de Prensa Latina, el 29 de este mes.