México D.F. Viernes 9 de enero de 2004
El Ka de Egipto fue realizado por el
equipo que encabezó Beatriz Seemann
Premian a filme mexicano como mejor documental de arte
e historia, en NY
Hace un recorrido por la cosmogonía y las principales
ciudades antiguas de esa cultura, expresa la egiptóloga Recibirán
el galardón el próximo marzo en Los Angeles
ARTURO JIMENEZ
El Ka de Egipto, primer documental sobre esa civilización
antigua realizado por mexicanos, ganó el premio al mejor documental
de arte e historia en el Festival Internacional de Cine Independiente de
Nueva York.
Se trata de uno de los reconocimientos que otorga dicho
festival, que cada año se realiza en esa ciudad durante noviembre.
Beatriz Seemann, egiptóloga y productora del filme,
describe en entrevista que los organizadores del festival le anunciaron
el galardón hace unos días y que la entrega será en
marzo, en Los Angeles.
El reconocimiento no incluye un monto económico,
pero sí un diploma y la promoción del documental para tener
distribución amplia.
Los organizadores, comenta Seemann sobre este su primer
trabajo de largo alcance, llevarán el documental a un mercado de
cine y video que se realiza en mayo de forma paralela al festival de Cannes,
en Francia.
Con
54 minutos de duración, El Ka de Egipto es un recorrido por
la cosmogonía y las principales ciudades antiguas y cuyo objetivo
central es explorar un tema poco socorrido de esa civilización:
El Ka, el alma del alma, la espiritualidad del propio
espíritu, la esencia de la esencia humana. Una esencia divina representada
por dos pequeños brazos en forma de escuadra.
El documental fue filmado en cine en julio de 2002 bajo
las complejas condiciones del calor del desierto y luego traspasado a un
formato de video.
El equipo de cinco mexicanos que viajaron a Egipto son:
Seemann, productora y directora; Tonatiuh Martínez, director de
fotografía; y Oliver Seemann, coordinador de producción.
Además: Eduardo Viladoms, encargado de sonido,
y Francisco Vargas, asistente de fotografía. En Egipto se integró
al equipo Said el Arabic, quien se encargó de la iluminación.
La posproducción la coordinó Inti Cordera
y la edición Juan Pablo Cortés. La música es de Hosam
Ramzy, creador egipcio que vive en Londres y ha trabajado con Pink Floyd,
Peter Gabriel y otros.
El guión fue hecho en México por el documentalista
Eduardo Lizalde Farías con base en el material filmado. La locución
bilingüe en español e inglés fue de Esteban Silva. La
página web del video es: www.thekaofegypt.com.
Más allá de la ciencia
En El Ka de Egipto destacan la calidad de la imagen,
el acierto de las formas narrativas en que se cuenta la historia y la creatividad
de la edición.
''Como era difícil darle vida a tanta piedra, había
que destacar el trabajo de música y edición", comenta Seemann.
El guión recurre a una estructura a dos voces:
la del narrador formal y la del propio Ka en primera persona. El
resultado es una interesante mezcla de información, reflexión
y cierta dosis de lirismo.
''Hicimos del arte una forma de vida. Con la pintura nos
eternizábamos en lo cotidiano", dice el Ka en off
en una parte del documental.
''Para los antiguos faraones el Ka era la esencia del
alma. Si el alma es importante para nosotros, para ellos había algo
aún más importante, la esencia del alma misma: el Ka", dice
la productora.
''En todas las tumbas de faraones, nobles e inclusive
gente del pueblo, siempre tenía que haber una representación
del Ka, porque era lo que los iba a unir para que ellos pudieran retornar
a la vida."
Para Seemann, con el documental se busca mostrar a los
espectadores lo que ella observa del Egipto antiguo: arquitectura, arte,
profundidad de pensamiento, religiosidad.
Reconoce que su relación con esa civilización
va más allá de lo científico. ''Egipto me provoca
muchas emociones y eso es lo que deseo que se transmita a quienes vean
el documental".
Al principio de esa aventura fílmica ella se habría
''conformado" con lograr un producto narrativo provisto de buena fotografía,
''tipo National Geographic o Discovery".
Pero la verdad, agrega, ''es que todos los muchachos que
me llevé son tan creativos y talentosos que la película se
fue rodando de manera paulatina hasta hacerse diferente.
''Resultó un documental que tiene narrativa pero
también arte, prosa y profundidad, debido al pensamiento del antiguo
Egipto. El guionista, Lizalde Farías, captó perfectamente
bien lo que yo buscaba.
''Tuvimos que hacer el guión después, porque
yo tenía idea de todo lo que quería, pero no sabía
si lo podría lograr debido a los permisos, que son muy difíciles
de conseguir."
Los constructores, no esclavos
El documental menciona dos hallazgos recientes sobre el
antiguo Egipto. Uno es en la zona de Gizeh:
Hasta hace año y medio se consideraba que las pirámides
habían sido construidas por esclavos, pero Mark Lenher y Zahi Hawass
encontraron la ciudad perdida de los trabajadores de Gizeh.
Hawass, uno de los más relevantes egiptólogos,
también aparece en el video y el año pasado visitó
la ciudad de México para ofrecer dos conferencias. El considera
a las pirámides como ''escaleras al cielo".
Las antiguas casas de esos trabajadores se encontraban
sepultadas en la arena, en una zona en la que además se identificaron
panaderías, cervecerías, talleres, instrumentos de trabajo
y materiales diversos.
Todo ello permitió concluir que los constructores
de pirámides fueron trabajadores al servicio del Estado y no esclavos.
El segundo hallazgo, de hace menos de un año y
que por primera vez fue filmado por el equipo de El Ka de Egipto tras
descender por varios pozos, es la tumba y el sarcófago del gobernador
Zed-Kons-Uef-Ank.
Este miembro de la nobleza trabajó de manera cercana
al faraón de su época. Actualmente el sarcófago y
la momia se encuentran en el Museo de El Cairo.
Aparecen también imágenes bellísimas
de un espacio natural que, según Seemann, ella no ha visto en otros
trabajos.
Es el Desierto Blanco, ubicado en el oasis de Bahariya
y al cual se llega luego de atravesar el Desierto de Farafra. Ahí
destacan las ''esculturas" de roca calcárea hechas por ''el viento
de los siglos".
De Medinet-Habú a Filae
La narración del documental es cronológica
y sigue el recorrido de las principales ciudades y templos egipcios en
los márgenes del río Nilo, con tomas desde embarcaciones,
tierra o globos aerostáticos.
Por la pantalla se suceden lugares como la ciudad perdida
de Gizeh, El Cairo, Bahariya, el Desierto Blanco, Beni-Hassan, Amarna (ciudad
de Atón) y Medinet-Habú.
En esta urbe se encuentra el templo de Ramsés III,
impresionante, bello y representativo de una época gloriosa del
antiguo Egipto.
Además, Karnat, donde se ubica el templo más
grande de esa civilización, morada del dios Amón, de los
sacerdotes protegidos por el Estado y conocida por sus obeliscos y esfinges
con cabezas de carnero.
Otras ciudades y templos en los que los documentalistas
mexicanos buscaron ilustrar y reflexionar sobre el Ka son Dendera, donde
reinó Cleopatra y cuyo estilo ptolomaico muestra ya la influencia
grecorromana.
Y Kom-Ombo, ciudad pequeña pero preferida de Beatriz
Seemann, cuyo templo es el único con carácter dual, pues
estaba dedicado a los dioses Horus y Zobek.
El último templo visitado fue Filae, dedicado a
la diosa Isis y también del periodo ptolomaico. En sus muros se
cuenta el origen mitológico de la humanidad según los antiguos
egipcios.
Seemann reflexiona: ''El documental es otro testimonio
del arte, cultura y creatividad de nuestros muchachos cineastas. Qué
bueno que pude contribuir, pero es algo pequeño comparado a lo que
pueden hacer".
El problema, agrega, es que en México no hay una
cultura para que los empresarios puedan invertir en documentales.
Comenta inclusive que, con base en la calidad, la inversión
puede ser recuperable, ''no en México, pero sí con presentaciones
en el extranjero".
Según Seeman, mucha gente del medio privado quisiera
participar en proyectos semejantes al de ella, pero no existe la coordinación
gubernamental adecuada.
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