CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

El engaño migratorio de Bush

PARA TODOS los capitalinos que por cualquier razón pretenden ir a Estados Unidos a conseguir trabajo, tres reflexiones:

PRIMERO: NADIE crea eso del proyecto largamente acariciado entre dos naciones con visión común. Es otra patraña. El problema de la migración no documentada es real.

LO QUE ha propuesto Bush es el premio, la galletita con que paga a Vicente Fox la sumisión por la intromisión de las agencias policiacas estadunidenses en los asuntos y el territorio mexicanos, so pretexto del terrorismo.

HAY QUE recordar que después de la tardanza de Fox en mostrar su solidaridad con el gobierno de Bush por los avionazos del 11 de septiembre de 2001 y de la postura mexicana frente a la invasión a Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU, la reacción de Bush fue el anunció de la imposibilidad de llegar a cualquier acuerdo migratorio con México.

ASI LAS cosas, se hizo necesario hacer manifiesto el sometimiento de la máxima autoridad mexicana a la fuerza del gobierno de Estados Unidos para que se decidiera construir la falacia de un acuerdo migratorio benéfico para los mexicanos.

DOS: QUIENES busquen acogerse a ese programa, por ignorancia o por gusto, se verán expuestos a que al término del permiso por tres años que otorgará el gobierno del país más racista del mundo, sean fácilmente localizables por la policía.

CON ELLO los gastos de investigación se reducirán considerablemente. La policía tendrá la foto, la huella y el lugar donde laboran, es decir, podrán ser deportados con mucha mayor rapidez y a menor costo.

DE ESA forma, el bondadoso programa, como ya se ha dicho, intercambia el permiso de trabajo que no crea mayores derechos a quienes se otorga, por una ficha que podrá ser usada por el gobierno de Bush de la forma que más le convenga.

ADEMAS, AUNQUE no se haga explícito, el pago para obtener el permiso de trabajo es un impuesto, un recurso económico que beneficia, de cualquier forma, a las arcas estadunidenses, el cual podría llegar a convertirse en un tributo que no cree ningún derecho para quienes lo pagan.

TRES: ESTE punto es el más importante, también el más engañoso y por tanto el que mayor peligro entraña para el migrante. Es toda una trampa que se presenta como opción humanitaria que en el fondo tiende a perjudicar tanto a México como a los propios trabajadores.

PERMITIR QUE la familia completa emigre es cercenar la posibilidad de que el trabajador siga enviando dinero a su país de origen. Lo que se pretende es que junto con el emigrado se trasladen temporalmente sus responsabilidades.

EL RESULTADO de esta otra bondad sería que los gastos -en dólares, claro- de los trabajadores se multipliquen por tres, cuatro o más, siempre con relación al número de familiares que se trasladen, y que ese dinero, que ahora viene a resolver muchos problemas en México y otros países, se quede en Estados Unidos.

Y NO es poco, se trata de muchos millones de personas, de millones y millones de dólares convertidos no nada más en preocupación de las autoridades gringas, sino también en el sujeto de la ambición de los hombres de negocios de aquel país.

ASI QUE si algún capitalino pretende ir a vender su fuerza de trabajo, por favor tenga en cuenta estas tres observaciones para que, cuando menos, no se sienta engañado cuando las cosas no le vayan bien.

ESTO FUE lo que -según él mismo se adorna- negoció el gringo Castañeda. No nos quieren dar la mitad de la enchilada. Bueno, ni siquiera un cuarto. Lo que nos quieren dar, como vemos, es sólo el olor. šMucho mi gringo! Vas bien.

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