Alentador caso familiar

Aunque podría suponerse lo contrario, durante el Día de Reyes en el Museo Nacional de Antropología se observó una asistencia regular, sobre todo de familias y jóvenes, a diferencia de otros recintos, donde la afluencia fue escasa ese día.

Del paseo por el bosque de Chapultepec y el zoológico, sólo había que cruzar la avenida Reforma.

A la entrada. Originarios del estado de Michoacán, la señora María y sus tres hijos fueron primero al zoológico y luego entrarán al museo. Ella decidió pedir permiso a los maestros para alargar las vacaciones y llevarlos a algunos museos de la ciudad de México.

''No hay más riqueza que se pueda heredar a un hijo que la cultura. La cultura está aquí en sus raíces, y sus raíces son los museos, más aún el Museo de Antropología."

El mayor, Adrián Miranda, de nueve años, viene principalmente a conocer las culturas prehispánicas y las culturas de cada estado. En el caso de Carlos, de siete años, está interesado en ver los huesos de dinosaurios. Lizbeth, de cuatro años, le interesaba ver en el zoológico a las aves, mientras Carlos, a los reptiles.

A la salida. La señora Guadalupe Meza y su esposo, Javier Zavala, coinciden en que asistieron al museo para que sus hijos ''aprendan cosas y se diviertan".

Los hijos de esa familia originaria de la ciudad de México son Gerardo, de 13 años, quien asiste a la secundaria, y lo que más le interesó fueron dos piezas artesanales de las salas de etnografía; Erick, de 10, quien va a la primaria, y Alexis, de cinco, quien cursa el jardín de niños.

La señora Lorena Moore y sus hijas Joanna y Carolina Enríquez, de 14 y 11 años, respectivamente, provienen de Ecatepec, estado de México. La señora Moore es sincera, pues admite que ese Día de Reyes fue con sus hijas al Museo Nacional de Antropología, porque era una tarea escolar pendiente de la más pequeña, aunque las tres ya lo habían visitado con anterioridad.

ARTURO JIMENEZ