Luis Javier Garrido

La ocupación

El mayor logro del gobierno de Vicente Fox es que el control estratégico de México está cada vez más en manos de Washington.

1. El neoliberalismo supone no sólo el control de la economía mundial por las empresas trasnacionales, sino también una ocupación policiaco-militar de diversos ámbitos estratégicos que garantice dicho control, y por ello el gobierno de Fox, si bien no satisface las expectativas de las multinacionales, aunque muchos no parecen darse cuenta, sí está cumpliendo por su docilidad en muchos ámbitos para la Casa Blanca.

2. El escándalo que se ha suscitado en los inicios de 2004 por el control que están ejerciendo agentes estadunidenses de los aeropuertos y aduanas de la República Mexicana y en otros ámbitos que aún no se precisa, y que varios medios están tratando de acallar, ha logrado, entre otras cosas, poner una vez más de manifiesto la naturaleza del gobierno actual.

3. El neoliberalismo no requiere de gobernantes fuertes y la situación paradójica es ésa: que aun con Fox "en la lona", por el desprestigio que se ha ganado ante su evidente ineptitud para gobernar conforme a los intereses nacionales, su gobierno puede seguir entregando a Washington el control de los sectores estratégicos y de los recursos básicos de México.

4. El gobierno de Fox ha ido cediendo al gobierno de Estados Unidos el control estratégico de las fronteras, las costas y el espacio aéreo, y ha permitido la intervención impune de agentes de la DEA, del FBI y de la CIA en territorio nacional y en asuntos internos, en violación a la Constitución mexicana y sin tener sustento jurídico para ello. El llamado Plan de Acción de la Alianza para la Frontera México-Estados Unidos, suscrito por los cancilleres Jorge G. Castañeda y Colin Powell el 21 de marzo de 2002 en Monterrey -que, como se señaló en su momento, es contrario a los principios constitucionales de México, y que Fox presenta ahora como sustento de muchas de estas acciones intervencionistas-, no pasa de ser un acuerdo entre dos individuos sin escrúpulos que pretendían burlar el marco constitucional mexicano y, por lo mismo, no puede obligar a México.

5. Los tratados bilaterales o multilaterales -que pueden también ser llamados pactos o acuerdos-, en el caso de México y conforme al artículo 135 constitucional, sólo son válidos cuando a) están de acuerdo con la propia Constitución y además b) tienen "la aprobación del Senado", y en el caso de este acuerdo, efectuado en lo oscurito, no es así. No sólo se hizo al margen de la Cámara de Senadores, sino que es, además, contrario a principios constitucionales muy claros que reservan la seguridad nacional al Estado mexicano. Y por eso el gobierno de Fox dio órdenes para que su contenido no fuera conocido, tratando de ocultarlo no sólo al Legislativo, sino a la opinión nacional.

6. Bush ha visto a México como un enclave estratégico de manera mucho más ambiciosa que otros gobernantes estadunidenses ante el agotamiento de las reservas petroleras en el mundo, y por eso lo más grave de este acuerdo no es el hecho de que agentes suyos estén operando en México, lo mismo en la supuesta lucha contra el narco o contra los movimientos que considera "terroristas" que en las aduanas, en las fronteras o en las aguas territoriales, subordinando a empleados y funcionarios del gobierno, sino que en este documento se sientan las bases para profundizar esta sujeción. No debe desdeñarse que desde el primero de los 22 puntos del plan Powell-Castañeda las partes se comprometen a "una planificación a largo plazo" para que "la infraestructura física y tecnológica" de México quede bajo el control de Washington.

7. La preocupación manifestada por diversos sectores, e incluso por altos oficiales de las fuerzas armadas (El Independiente, 5 de enero), de que con el pretexto de la lucha contra lo que la administración Bush llama "terrorismo" se pueda llegar a instalar bases militares estadunidenses en territorio nacional, es del todo fundada. No cabe, por ello, esa política del avestruz seguida por los senadores del PRI y del PRD, que se limitan a señalar que este "acuerdo" violatorio de la Constitución es "oscuro" y a soslayar la injerencia de agentes policiacos y militares de Estados Unidos en los asuntos nacionales cuando lo que está en riesgo es la supervivencia de México como nación libre, soberana e independiente.

8. La justificación que, mal aconsejados, buscan hacer los publicistas de Los Pinos, equiparando lo que ahora acontece con lo acaecido durante la Segunda Guerra Mundial, tampoco les sirve. En 1941 había una ley de suspensión de garantías individuales votada por el Congreso, pero jamás agente alguno de Estados Unidos dio instrucciones en suelo mexicano.

9. La interpretación de Fox, buscando limitar lo que acontece a "molestias" sufridas por los pasajeros y diciendo el Día de Reyes, en el que se sintió transquilado, que gracias a los agentes extranjeros la seguridad se duplicó en los aeropuertos mexicanos, o afirmando que "la lucha antiterrorista" se sustenta "en acuerdos internacionales" (6 de enero), tiene el mismo grado de ignorancia y de imbecilismo que ha adquirido su discurso en los últimos meses, y que lo llevó el miércoles 7 a elogiar el ofrecimiento electorero de Bush de conferir una amnistía a los trabajadores ilegales a cambio de que se identifiquen y se vayan, considerado una burla en todos los sectores de varios países. Y, lo que es más grave, a confesar paladinamente en esa ocasión -lo que por otra parte ya se sabía- que desde su campaña él estuvo en turbios arreglos con los republicanos estadunidenses.

10. La resistencia política y social ante esta situación vergonzosa es, por lo mismo, una cuestión de supervivencia.