La iniciativa, "solución parcial a un problema complejo", considera el obispo Watty

El plan de Bush, "respuesta al esfuerzo" de mi gobierno: Fox

Agradece el Presidente "colaboración" de EU

JUAN MANUEL VENEGAS

El presidente Vicente Fox reiteró su beneplácito por el plan migratorio que anunció su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, e insistió en que "es la respuesta al esfuerzo y al trabajo que, como gobierno, nosotros hemos realizado para defender los derechos humanos, laborales y ciudadanos de nuestros compatriotas que viven y trabajan" en el país del norte.

De hecho agradeció esa "muestra de colaboración" de Washington y, por la noche, en un mensaje a los embajadores y cónsules de México, sugirió que es momento ya de "reflexionar acerca de la evolución futura de los vínculos con Estados Unidos y Canadá, quizás en fórmulas de integración dirigidas hacia la construcción de una genuina comunidad de América del Norte, más allá del libre comercio y del flujo migratorio mexicano-estadunidense".

A lo largo de todas sus actividades del jueves, el mandatario continuó la "celebración" por el reciente anuncio de Bush. "Esperamos que se traduzca en un mejor nivel de vida para quienes se han ganado a pulso un lugar en la sociedad estadunidense", manifestó.

El festejo empezó por la mañana, en la visita que hizo al Centro Matlapa-Yolia (albergue para niños de la calle). Ahí, al contrario del comunicado que la oficina de Comunicación Social de Los Pinos difundió la noche del miércoles, atribuyendo al mandatario una declaración de que la oferta migratoria de la Casa Blanca está "por debajo de las expectativas" mexicanas, Fox aclaró, a pregunta expresa sobre esa versión:

"Lo dije muy claro. šEs un gran paso adelante!, un logro de las gestiones que hemos venido haciendo y que va a permitir que millones de mexicanos que están allá (en Estados Unidos), indocumentados y con problemas, puedan hacer su trabajo con plena legalidad y respeto a sus derechos laborales y humanos, que puedan ir y venir a México. šEs un gran paso adelante!"

No obstante, advirtió que, "como en todo lo que hace este gobierno", ahora "vamos por más, vamos por mas".

Pero poco antes abonó en favor de la iniciativa de la Casa Blanca, a la que de nuevo ubicó como resultado de las negociaciones que su gobierno ha llevado a cabo con Washington.

"Como lo comprometimos en campaña, en estos tres años hemos trabajado duro para lograr que en Estados Unidos exista un reconocimiento pleno para nuestros queridos paisanos indocumentados. Hoy las medidas anunciadas por el presidente de Estados Unidos en apoyo a quienes viven y trabajan en aquel país, y no cuentan con documentación migratoria correspondiente, es la respuesta al esfuerzo y al trabajo que como gobierno hemos realizado para defender los derechos humanos, laborales y ciudadanos de nuestros compatriotas", puntualizó.

Así pues, enfatizó, "los cambios que ofrecimos van dándose uno a uno", en tanto que el plan de Bush es "una muestra de colaboración que agradecemos, en el marco del respeto a la soberanía de ambos países".

Como lo dijo en la breve entrevista, también en su mensaje aseguró que "va por más", refrendando una demanda que, sin embargo, está descartada en la Casa Blanca y el Capitolio: "Seguiremos trabajando por nuestros queridos paisanos, por un acuerdo migratorio integral".

Por una "genuina integración"

Los parabienes en Los Pinos siguieron en una reunión que Fox tuvo con dirigentes y gobernadores de Acción Nacional y, por la noche, en una cena que el mandatario ofreció a embajadores y cónsules de México.

"Con nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, hemos construido una relación madura, de amigos y socios que comparten sólidos lazos y saben respetar sus diferencias", sostuvo en su mensaje, al tiempo de "celebrar" el reciente anuncio de Bush de un plan migratorio "que permitirá una nueva situación legal para millones de trabajadoras y trabajadores mexicano. Se trata de un avance muy importante en este tema fundamental de la relación bilateral".

Manifestando absoluta confianza en el futuro de la relación con la Casa Blanca, Fox subrayó que su "prioridad" seguirá siendo un "acuerdo migratorio integral, que considere aspectos de regularización, el incremento en el número de visas y la simplificación de trámites", para lo cual espera que la propuesta de Bush sea aprobada por el Congreso de su país "y que nos permita avanzar de manera firme hacia el logro de ese objetivo".

En tal sentido, informó que impulsará una "intensa interlocución con los actores políticos y congresistas" estadunidenses interesados en el tema migratorio y en otros de la agenda común, toda vez que "ya es tiempo de pensar en la evolución de la relación, en fórmulas dirigidas hacia la construcción de una genuina comunidad de América del Norte".

Este fue el mensaje de Fox: la reiteración de su beneplácito por el plan migratorio de Estados Unidos y sus aspiraciones de integración.

Todo a tres días de la reunión que tendrá con Bush en Monterrey, Nuevo León, en el contexto de la Cumbre Extraordinaria de las Américas.

Se trata de una medida pasajera: el prelado

El nuevo programa para trabajadores indocumentados anunciado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, representa un primer paso, y por lo tanto no debe ser el último. Es una solución parcial para un problema complejo, ya que existe el riesgo de que los migrantes continúen en la inseguridad, afirmó Ricardo Watty Urquidi, obispo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, e integrante de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Movilidad Humana, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

A casi un año de haber dado a conocer la carta pastoral sobre migración, elaborada por los obispos de las diócesis fronterizas de Estados Unidos y México, consideró que su llamado sigue vigente, pues aseguró que una de las preocupaciones "es garantizar que todos los migrantes y sus familiares tengan acceso a la seguridad social".

El prelado aseveró que si bien la postura asumida por Washington abre el debate sobre el fenómeno migratorio, "es una medida pasajera, pues su consistencia dependerá de la discusión a que sea sometida en el Congreso estadunidense". Por ello, afirmó: "En días pasados solicitamos a ambas conferencias episcopales que envíen de nuevo una misiva a los presidentes de Estados Unidos y México, para que se retome el diálogo sobre el tema migratorio".

Watty Urquidi recordó que los objetivos del documento elaborado por los jerarcas católicos de ambos lados de la frontera "es garantizar que la migración sea un fenómeno más justo, que respete los derechos humanos y permita encontrar los mecanismos para que los migrantes con residencia ilegal que ya se encuentran en Estados Unidos puedan permanecer allá".

El documento, dado a conocer en enero de 2003, exhorta a ambos países a aplicar medidas migratorias coordinadas que den amplia respuesta a este fenómeno, y agrega que "así como ambos gobiernos han reconocido la integración de sus intereses económicos por medio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es hora de que armonicen sus políticas migratorias de tal forma que se respete la dignidad del migrante y se reconozcan las consecuencias sociales del asunto".

Demanda "alternativa seria"

Asimismo indica que para proporcionar una "alternativa seria" a la migración indocumentada "es necesario que se establezca una vía legal que asegure la protección de los derechos de los trabajadores extranjeros en el mercado laboral estadunidense", por lo que se les deben otorgar "los mismos beneficios, salarios, protecciones laborales y posibilidades de empleo que a cualquier trabajador", además de permitirles trasladarse con facilidad y seguridad entre Estados Unidos y su país de origen.

"Tal programa debe hacer uso de mecanismos sólidos que aseguren su cabal cumplimiento, y ofrecer a los trabajadores la opción de ser residentes legales permanentes en un espacio de tiempo definido", propone.

La carta pastoral sobre migración reconoce el derecho de los estados soberanos a controlar sus fronteras y proteger los intereses de seguridad de sus ciudadanos, pero denuncia que la política migratoria aplicada "ha tenido el efecto de socavar la dignidad humana de los migrantes y crear relaciones de violencia y confrontación" con la autoridad.

"Es alarmante que con frecuencia las autoridades de ambos países traten a los migrantes como criminales. Se ha creado una atmósfera en la que se discrimina y abusa de ellos a consecuencia de actitudes antinmigrantes latentes en México y en Estados Unidos."

Al respecto, Watty Urquidi aseveró que los obispos tex-mex continuarán trabajando para buscar un trato más justo y humano para el migrante, además de que "no van con malas intenciones o para crear problemas, sino con el deseo de trabajar y mantener a su familia".

LAURA POY SOLANO