México D.F. Miércoles 24 de diciembre de 2003
Javier Aranda Luna
Auden y Shakespeare
El 2 de octubre de 1946 el poeta Wystan Hugt Auden inició una serie de 30 conferencias sobre William Shakespeare en la New School for Social Research de Nueva York. Auden tenía entonces 39 años y era ya un escritor rodeado por la fama, un verdadero best-seller que sobrevivía a su popularidad. Ese año corregía las últimas cosas de su extenso poema dramático llamado La edad de la ansiedad, que le haría merecer el Premio Pulitzer.
Las conferencias anunciadas por The New York Times y que concluyeron en mayo de 1947 fueron un éxito: las entradas se vendían a las puertas del auditorio que, durante las 30 sesiones impartidas por Auden, permaneció repleto. Pese a ello nunca se publicó ninguna memoria de las pláticas del poeta, y por desgracia tampoco se conservó alguno de sus manuscritos.
Gracias al entusiasmo que despertaron sus conferencias, un asistente a las mismas, Alan Ansen, se convirtió en amigo y secretario del poeta. De la mayoría de las conferencias, Ansen tomó apuntes, que aún se conservan en la Henry W. and Albert A. Berg Collection de la biblioteca pública de Nueva York.
Con los apuntes de Ansen y los de Howard Griffin -otro secretario de Auden-, el investigador Arthur Kirsch se dedicó a reconstruir, medio siglo después, las memorias de ese famoso ciclo de conferencias. Se apoyó también en el ejemplar The complete works of Shakespeare, del propio escritor, que se conserva actualmente en la Texas Tech University de Lubbock. Además, el 11 de octubre de 1998 Kirsch hizo pública una petición en The New York Times para que las personas que hubieran asistido a esas conferencias se pusieran en contacto con él. De las numerosas personas que lo buscaron, dos le dieron copia de sus apuntes. Con todas esas notas Kirsch reconstruyó las palabras de Auden sobre Shakespeare. Casi 500 páginas fueron publicadas en inglés en el año 2000, y este año la editorial Crítica las puso a circular en nuestro idioma con el título Trabajos de amor disperso. Conferencias sobre Shakespeare.
Las citadas conferencias encierran un doble valor: son un estupendo comentario sobre las obras de Shakespeare y una magnífica introducción a la poética de W.H. Auden. No sólo eso. Gracias a la reconstrucción textual de las conferencias es posible, por momentos, escuchar la voz del poeta.
Casi todas las obras de Shakespeare fueron comentadas durante los siete meses que duraron las sesiones impartidas por el poeta estadunidense. Incluida, claro, la dedicada a los sonetos. Obra sobre la que "se han escrito más tonterías... que sobre cualquier otra".
El acercamiento sicológico a los personajes del escritor isabelino y la sensibilidad poética del ensayista hacen de estos Trabajos de amor disperso... un documento indispensable para formarse una visión contemporánea del genio por excelencia de la literatura inglesa.
En una de sus últimas conferencias de 1947, Auden celebró que el genio de Shakespeare fuera también el resultado de que nunca se tomara a sí mismo demasiado en serio. Eso mismo puede decirse del propio Auden: "ser capaz de dedicar toda una vida al arte, sin olvidar que el arte es frívolo, es un logro muy señalado, que no está al alcance de cualquier talante". Lo fugitivo, lo frívolo del arte es quizá el eje de su permanencia, la causa, por ejemplo, de que Wystan Hugt Auden, a 30 años de muerto, aún nos sorprende.
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